Monday, May 29, 2006

La tenue y muchas veces difusa frontera entre cuerpo y alma (Parte 2 y final)


(Continuación) Quería demostrarle que deseaba ser su amigo, a pesar de las circunstancias.

Traté infructuosamente de ir mas allá de el “hola” y el “adiós” pero mis intentos terminaban estrellados contra la misma muralla infranqueable.

De tanto insistir, un buen día accedió a ir más allá de un simple saludo.

Nos citamos para hablar. Convinimos en un restaurante. Ordené una cerveza y ella un vino. Dejé que tomara la iniciativa o pudo ser que ese era su plan. Me preguntó insistentemente sobre el interés mostrado por mi para conocerla a ella y a su hija, y sobre cómo había logrado saber la ubicación de su sitio de trabajo.

No impliqué a mi amigo. Mentí al decirle que la seguí un día en que me encontraba en los alrededores y la avisté desde lejos.
Le pedí que no se sintiera avergonzada por ese hecho, que mi amistad, la que le estaba ofreciendo, iba mucho más allá de ello. Sonrió. Y poco a poco se fue abriendo a contarme la historia de su vida. Era como si tuviese la imperiosa necesidad de hablar con alguien familiar o querido, en un mundo que le era extraño y adverso hasta ese momento.
Me contó muchas cosas, muchísimas.
Yo escuchaba atento mientras sorbía mi cerveza. Tenía muchas cosas que preguntar pero no quería arruinar el contacto que tan difícil había sido de lograr así que me dediqué a escucharla, y a contarle también algunos aspectos de mi vida, lo cual nos permitió conocernos mutuamente.

Después de ese encuentro todo cambió. Volvimos varias veces al restaurante y algunos días accedí a acompañarla con Annie al parque de diversiones. Annie veía en mi a ese padre ausente que luego supe que también salió de su país a hacer un postgrado en Estados Unidos, donde finalmente fijó su residencia.

La niña y yo hicimos muy buena relación. Mucho mejor que la que hubo entre Eddy y yo.
Fuimos a la playa varias veces y yo atendía a esa niña como si fuese mía.

Con Eddy la relación fue diferente. A pesar del cariño que nos tomamos quedaban muchas dudas por resolver. Algo dentro de mi desaprobaba su conducta pero al mismo tiempo pensaba en los difíciles momentos que siguieron a la quiebra del taller de costura, a la situación de indefensión en que quedaron ambas en un país desconocido. También pensaba en el amor que Eddy en todo momento transmitía a su hija, la protección que le daba y el énfasis que hacía en su educación.

Y a pesar de no entender algunas cosas le abrí mi corazón. Nos hicimos muy buenos amigos y mantuve su secreto.

Apenas me gradué en la universidad, comencé a trabajar y la compañía que me contrató me ordenaba trasladarme a lugares de trabajo en el interior del país, lo cual trajo como consecuencia que nuestro contacto se hiciera cada vez mas distanciado.

A veces dejábamos de vernos por meses. Manteníamos contacto esporádico por teléfono, pero aun así se puede decir que siempre sabíamos el uno del otro.

Planeábamos encuentros cuando yo regresaba a Caracas. Salíamos a comer y platicábamos mucho.

Un día me confesó que dejaría la prostitución, cosa que finalmente pudo lograr y de nuevo se abocó a formar un nuevo taller de costura. Alquiló un nuevo local, compró las máquinas. Contrató nuevas costureras. Las telas.

Solo había un conveniente: el dinero que ganaba era muchísimo menos del que obtenía en el comercio sexual. Y ella se debatía entre volver y no volver. Conversé mucho con ella sobre el particular, motivándola a no regresar, mas que todo por el amor que le tenía a Annie. Yo temía siempre que cuando creciera lo descubriese todo.

Pero mi trabajo se desenvolvía principalmente en el interior del país y no podía por ello estar atento. Eddy aún vivía en un apartamento en alquiler y últimamente la propietaria manifestaba inconformidad con el monto del arrendamiento. Eddy resolvió por si misma ir a tribunales para dilucidar el asunto e intentar obtener un precio justo para el alquiler.

Regresé de uno de mis viajes al interior, y teniendo mas de tres meses sin saber de ellas, decidí visitarlas.
La conserje del edificio se encargó de darme la triste noticia. La propietaria ganó el juicio y recuperó su apartamento, desalojando a Eddy y Annie intempestivamente de lo que hasta ese momento fue su hogar.

Nunca más volví a saber de ellas. Me pesó mucho no haber ido a visitarla al taller de costura, cuya dirección exacta también desconocía. Por aquello de las ocupaciones era siempre pospuesta la fecha de la visita.

Así, de la misma forma como las conocí, perdí la pista de mis dos queridas amigas. Ni rastro de ellas, ni llamadas, nada.

Annie tendría hoy 20 años.

Me pregunto si Annie se habrá ido a vivir con su padre en Estados Unidos, tal como Eddy me había confiado varias veces que estaba entre sus planes. Y ella. ¿Habrá logrado salir definitivamente de ese mundo como era su eterno sueño?

Su nombre no está en la guía telefónica. Y al sol de hoy no he podido reconocer a Annie en los ojos de cada niña de 20 años con la que me he topado en Caracas. Ojalá les vaya bien donde quiera que estén.

Puedo decir que Eddy siempre fue una buena madre que lo dió todo por el bienestar de su hija. Estoy convencido de que todo lo que ha hecho ha sido pensando en ella y la prostitución fue producto de la desesperación de encontrarse sola en un mundo inhóspito, con una niña para la que siempre quiso lo mejor.

¿Que me quedó de esa relación? Muchos recuerdos hermosos de los momentos compartidos entre los tres.

Uno tiende a estigmatizar a las prostitutas pero ellas son seres humanos iguales a cualquier otro, empujados por las circunstancias hacia senderos dificiles de transitar para algunos. Me di cuenta que de verdad hay en esas mujeres una delicada, sutil, tenue frontera entre lo que es su intimidad, su privacidad y lo que es su cuerpo.

Nosotros, los seres “normales” quizás nunca alcanzamos a comprenderlo pero es algo que realmente existe, y rompe paradigmas

Thursday, May 25, 2006

La tenue y muchas veces difusa frontera entre cuerpo y alma (Parte 1)


“Era un jueves gris, llovía.
Pídeme un remís decía,
en el lobby de un hotel barato,
viene de rentar su piel un rato,
con la algarabía del deber cumplido”
Ricardo Arjona: Iluso
Pienso mucho en “Once Minutos” de Paulo Coelho. La leí hace tres años buscando en ella la fórmula mágica que me descifrara la tenue frontera que existe para ellas entre lo íntimo y lo público.

María, la protagonista de la novela antes citada, escribió un día en su diario algo que me pareció clave: “…veo que aquellos que tocaron mi alma no consiguieron despertar mi cuerpo y quienes tocaron mi cuerpo no consiguieron llegar a mi alma”.

Difícil de interpretar pero allí está escrita la clave de todo.
Quiero entonces contar la historia de Eddy (nombre ficticio, por supuesto). Llegó a Caracas buscando un mejor futuro a partir de un cambio en su vida que había comenzado en su país de orígen.
Allá estaba felizmente casada con un eminente médico, con el cual procreó una hermosa criatura llamada Annie (también ficticio).
Todo era alegría en el hogar. Los hechos se desencadenaron muy rápido. Ella comenzó a notar cambios, inicialmente leves, después mas profundos, en su actitud. Ya no era el mismo hombre amoroso que había sido hasta entonces. Al indagar recibía como excusa los avatares de la profesión, las guardias, los pacientes urgidos, la dura vida de un médico. Pronto acabaría descubriendo lo que poco a poco habían ido anunciando las fragancias femeninas impregnadas en su ropa, las manchas de lápiz labial.
Al saberse descubierto decidió, sin más, marcharse. Ella no hizo nada por evitarlo.
Se sintió sola en el mundo. Nadie, en principio, quería acercársele. Son asuntos personales entre marido y mujer, alegaban.
No pudo soportar la presión social. Un día decidió dejar en el camino a amigos, familia y todo lo que había sido su vida en todos esos años. Con sus ahorros compró un par de boletos sin retorno a Venezuela.
El cambio fue radical. Total. No conocía a nadie en absoluto. Nadie a quien pedir ayuda.
Logró alquilar un apartamento adonde se mudó con su pequeña hija. Le estaba costando mucho rehacer su vida en un país extraño donde lo único que le era familiar era el idioma.
Pero tenía una hija convertida en el motivo por la cual debía salir adelante. Invirtió todos sus ahorros en un taller de costura. Compró las máquinas, los hilos, las telas, contrató las costureras.
El taller no fue exitoso debido en gran parte a que no podía estar siempre al frente de éste por el tiempo que dedicaba a su hija, acompañándola a la escuela, motivándola a estudiar y a adaptarse al nuevo escenario.

No pudo así evitar que la empresa del taller fracasara. “El ojo del amo engorda el ganado” dicen aquí en Venezuela. Al no poder atender el negocio, este anduvo a la deriva hasta que tuvo que cerrarlo, quedándose esta vez sin sus ahorros y con una hija que mantener.
Justo en esos días la conocí. Era alta, de piel cobriza, ojos grandes y mirada profunda. No accedía a intercambiar mas que monosílabos al principio, y luego no iba mas allá de un “hola” y un “adiós”.
Yo asistía en ese entonces a la universidad y a veces pasaba mucho tiempo antes de verla de nuevo. Llegué muchas veces a pensar que se había mudado. Entonces volvía a verla. Pero nada de avance.
Su hija en cambio era todo sonrisas para conmigo. Ella trataba de evitar que la niña me mirara. Hacía esfuerzos por distraerla. Pero la niña nunca dejó de sonreírme, mirarme y, finalmente, correr hasta mi y abrazarme cuando me veía.
Ella, a pesar de todo, permanecía firme en sus propósitos de aislarme, fría, indiferente. Sabía que no podía evitar mi contacto con su hija, pero hasta allí. Apenas un “hola” y un “adiós” eran mi mayor conquista.
Una noche nos encontramos en el estacionamiento, de manera fortuita. Estaba radiante. Maquillaje perfecto. Perfume afrodisíaco. Su carro fallaba y no encontraba la forma de encenderlo. Me ofrecí para ayudar. Como pude logré ponerlo en funcionamiento. Ese día obtuve un “gracias, es usted muy amable, hasta luego”. Era mi trofeo en el momento. Había ido más allá.
La siguiente vez que nos vimos volvió a campear la indiferencia. No podía entenderlo. De nada valieron mis intentos por avanzar. No encontraba las razones de semejante actitud.
Un amigo me trajo la dura respuesta un buen día. Me dijo: -ven conmigo este sábado y voy a mostrarte el lugar donde trabaja.
No dude un momento en ir hasta allá. La planta principal del negocio era un bar. Había muchísima gente bebiendo, conversando y fumando. Nos desplazamos a través de la densa capa de humo hasta unas escaleras situadas al fondo del local. Subimos y en la parte superior era otro el ambiente. Habían mujeres, muchas mujeres, ligeras de ropas. Era un prostíbulo. Y allí estaba Eddy.
Al principio no me distinguió entre la oscuridad y se acercó hasta donde estábamos mi amigo y yo. Cuando por fin pudo reconocerme, se quedó estupefacta, mirándome. Luego de unos segundos que parecieron minutos, se dio media vuelta y desapareció tras unas cortinas. No volvió a salir de allí.
Nos fuimos.
La verdad es que no supe que hacer, ni cómo reaccionar, ni cómo manejarlo, me fui muy triste a casa ese día. Nada que decir.
Guardé el secreto y le pedí encarecidamente a mi amigo que no lo divulgara.
Pasó bastante tiempo antes de que nos volviésemos a encontrar. Esta vez no levantó la mirada del piso. Su hija estuvo cariñosa como siempre. Ella, silente, como ausente, y no era para menos. Había descubierto su lado oculto.
Pero la historia no termina aquí...

Monday, May 22, 2006

Las bromelias de mi jardín

¡Hola a todos! Les presento a las Bromelias que coexisten en mi jardín, esperando que les gusten tanto como a mi. Un abrazo y se les quiere mucho:









Friday, May 19, 2006

Miyuki Sensei


*Traducción de la gráfica: "Profesora: gracias por ser una bendición y por tomarse el tiempo de cuidarnos. En mi boleta usted es una A+ querída profesora. Nadie puede compararse. Enseñar es tocar una vida para siempre".

Miyuki es mi profesora de japonés en Caracas.

Es diminuta, delicada en todos sus detalles.

Nació en Tokio y, según me cuenta, vivió en Paris. Algo le debe haber quedado de su estancia en la ciudad luz. Porque destila clase por los poros de su piel.

Es estricta en su clase. Tiene muchísima pedagogía porque las cosas mas difíciles las hace fáciles. Yo he estudiado mucho el idioma pero una cosa fue antes de Miyuki y otra muy diferente fue después.

Es rápida. No le gusta detenerse mucho. Lo de ella es el avance, la velocidad, la inteligencia.

Y la delicadeza.

No me canso de observarla. Sus blusas resaltan la sencillez y al mismo tiempo la clase que la caracteriza. Sus zapatos, aunque sean deportivos, destilan un brillo inusual, no se si es que va con el tamaño de sus pies, con su forma de caminar, pero verlos, o mejor dicho contemplarlos en un poema.

Ella se concentra tanto en su clase que no nota que la estoy observando a lo lejos. O quizás si lo nota pero no hace gesto alguno que la descubra.

Pregunta, corrige, explica, canta. Siii, canta en clase. Y cuando canta…que forma tan agradable de entonar su voz, tan melódica y delicada al mismo tiempo.

Miyuki canta, recita poemas, exalta a la naturaleza. Y todos extasiados. Las canciones japonesas salidas de su garganta son hermosísimas. Y uno se pregunta en ese momento si son las canciones que son bonitas o es Miyuki quien le da ese toque de dulzura y fina melodía. Probablemente sea lo último.

A veces me mira, después de terminar una canción y sonríe apenas. Yo estoy en las nebulosas. Floto después de aquel espectáculo privado.

Siempre llego cansado a clases. Salgo de mi trabajo y vuelo hasta el salón de clases. Al entrar, si llego tarde, tengo que pedir disculpas a la clase por interrumpir. Son las reglas de Miyuki. Todos las aceptan sin chistar.

Al comenzar la clase damos gracias al cielo por permitirnos estar allí. Si alguien se siente mal en clase, Miyuki aprovecha mientras hacemos los ejercicios y prácticas y lo llama hacia la parte posterior del salón. Lo sienta y le pregunta sobre lo que siente. Le impone sus delicadas manos.

Miyuki conoce muy bien el reiki, una antiquísima técnica de traspaso de energía para lograr el equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu. Tiene su don, porque todos nos sentimos mejor al final de la imposición de sus manos. Al final de clase, damos de nuevo gracias por lo armoniosa de la reunión. Y nos vamos felices, cada quien a su manera.

Yo me voy extasiado porque siento que he estado cerca de un ángel. Dios te bendiga Miyuki sensei.

Monday, May 15, 2006

El antes y el despues en la vida de Kim Phuc



Corría el año de 1972. El mundo era sacudido por protestas en contra y a favor de la guerra de Viet Nam. Sentimientos encontrados. “Hagamos la paz y no la guerra” gritaban unos. “Hay que detener el avance del comunismo” decían otros.

Nueve años antes, en la aldea de Trang Bang, localizada a unas 30 millas al norte de Saigón,en la parte central de Viet Nam, nacía una niña cuyos padres la nombraron Phan Thi Kim Phuc. Sus padres eran campesinos agricultores a los que no les iba mal, hasta tenían una pequeña tienda en el pueblo.

Cuando la guerra comenzó, en 1965, alejados como estaban de la gran ciudad, no se imaginaban la pesadilla que estaban por vivir. Tarde o temprano las cosas iban a cambiar para ellos y se verían involucrados directamente en el conflicto.

El día 8 de junio de 1972, la guerra estaba en plena esfervescencia y las fuerzas del norte comenzaban a ganar terreno hacia el sur. La aldea de Trang Bang estaba siendo sitiada por las fuerzas pro-comunistas del Norte. Kim Phuc vive un infierno junto a su familia de agricultores. Al lugar acude el ejército de Viet Nam del Sur con el propósito de retomar el control. La situación se pone cada vez más difícil y se decide pedir ayuda a la fuerza aérea.

Horror. La aldea es bombardeada con Napalm, una especie de gasolina gelatinosa extremadamente agresiva, que al caer se adhiere a cualquier superficie incendiándola inmediatamente.

Según testimonios posteriores de uno de los pilotos que lanzó las bombas, a él le había sido informado que la aldea había sido evacuada previamente de civiles. No fue así, como se confirmó posteriormente. Los pilotos que bombardeaban la aldea vieron desde el aire a una columna armada que avanzaba por la carretera entre Trang Bang y Saigón, hacia las posiciones del ejército de Viet Nam del Sur, lo cual supusieron una amenaza y deciden bombardearla.

Kim Phuc huía del fuego que consumía su aldea por la fatídica carretera junto a su familia y algunos soldados del ejército de Viet Nam del Sur. Dos de los seis hermanitos de Kim Phuc, de nueve meses y tres años respectivamente y dos primos mueren instantáneamente al caer las bombas de Napalm. El resto de los niños corren desesperados hacia el fotógrafo de Associated Press Nick Ut, quien se encontraba en el propio sitio de los acontecimientos.

Nick Ut, instintivamente dispara su cámara y toma la fotografía que mas influyó en la opinión pública mundial que apoyaba el cese de hostilidades y el fin de la guerra, hecho que finalmente ocurrió siete meses más tarde. La foto conmovió al planeta entero (anexa al post, en blanco y negro), capta el horror del momento. Se hizo acreedora del premio Pulitzer. Una foto que aún hoy, 34 años después sigue tan impactante.

En ella se ve a Kim Phuc, corriendo desnuda en la carretera. Sus ropas se consumieron por el calor y más de la mitad de su cuerpo estaba quemado por acción del Napalm. Dijo Nick Ut que la niña gritaba mientras corría: -¡Muy caliente! ¡Muy caliente! El niño que se observa a su mano derecha, corriendo también y llorando es su hermano.

Kim Phuc rememoró el momento: -Yo vi las bombas. Vi el fuego. Había un calor terrible. Me arranqué las ropas quemadas, pero el dolor de las quemaduras no cesaba. La gente me echaba agua de sus cantimploras sobre el cuerpo para aliviar mi dolor, que era insoportable...

Nick Ut la tomó en sus brazos y la niña no dejaba de llorar producto de los intensos dolores que le producían sus quemaduras. La subió a la camioneta de la prensa y la trasladó a un hospital de Saigón junto a algunos miembros de su familia.

Cuando llegaron al hospital, los médicos, al ver su estado, no dieron esperanzas de que sobreviviera. Tenía quemaduras de tercer grado en más del 50% de su cuerpo. El dolor era insoportable.

¡Pero Kim Phuc sobrevivió! Luego de 14 meses en el hospital y 17 intervenciones quirúrgicas, finalmente pudo salir del hospital rumbo a su casa.

Kim Phuc se prometió a si misma que sería médico como los hombres que la salvaron. Comenzó a estudiar medicina en Saigón (que para ese momento ya había sido rebautizada como Ciudad Ho Chi Minh). El gobierno comunista pensó que ella debía servir como instrumento de propaganda del nuevo gobierno y la conminó a retirarse de la Un¡versidad. La ubicó en un sitio donde era vigilada las 24 horas del día y fue designada involuntariamente “Símbolo Nacional de la Guerra”.

En 1986 el gobierno le permitió continuar sus estudios (bajo supervisión) en La Habana, Cuba. Allí conoció al que posteriormente sería su esposo. Se casaron en 1992. Logró conseguir permiso para pasar la luna de miel en Moscú, Rusia. Durante el vuelo de regreso a La Habana, hubo una parada de reabastecimiento de combustible en Terranova, Canadá.

Kim y su esposo escaparon del avión y pidieron asilo en ese país. Actualmente es ciudadana canadiense y vive en Toronto junto a sus dos niños.

La foto en colores del post (de Jim McNally, del equipo de la revista Life) la muestra 23 años después, en 1995, con su primer hijo en brazos.

En 1997 fue nombrada por la UNESCO Embajadora de Buena Voluntad.

Una cita final de Kim Phuc: “Fue el fuego de las bombas el que quemó mi piel. Fue la destreza de los médicos lo que me salvó. Pero realmente fue el poder de Dios lo que sanó mi corazón”.

Saturday, May 13, 2006

¿Cual debe ser nuestra actitud?


Somos seres humanos. Tenemos sangre en las venas. Muchas veces no podemos dominar nuestros propios sentimientos. Y es allí donde debe encenderse la luz de alerta. Todos tenemos ataques de mal humor. Pero no todos podemos controlarlo de la misma manera. A veces la situación nos domina y las cosas se nos van de las manos.

¿La clave?

Mantener la ecuanimidad. Cosa difícil a veces, lo reconozco. Tengo en mis manos un libro del escritor argentino Alejandro Gorojovsky titulado “Cuentos de la India”. Como su nombre lo indica son recopilaciones de cuentos ancestrales transmitidos oralmente durante generaciones en la India. Hay uno que viene a colación con lo que hablamos.

Se llama “Un hombre ecuánime”, a continuación:

“En un pueblo del interior de la India vivía un hombre al que todos respetaban por su rectitud y bondad. Había enviudado tempranamente y tenía un hijo.

Entre sus pocas posesiones, contaba con un caballo.

Una mañana, cuando como de costumbre fue al establo para dar de comer al animal, se sorprendió al no encontrarlo allí. Resignadamente, aceptó que se había escapado.

Como suele suceder en los pueblos pequeños, la novedad se difundió rápidamente. Comenzaron a llegar los vecinos y, con ellos, los comentarios, habitualmente de este tenor:

-En verdad, la fortuna ha sido ingrata contigo. Sólo poseías un caballo y se ha marchado.

-Así es –dijo el hombre.

Pocos días habían pasado desde la huída del caballo. Una soleada mañana, cuando el hombre salía de su casa, se sorprendió al ver en la puerta a su caballo, que había regresado. Mayor aún fue su sorpresa al comprobar que había traído a otro con él.

Los vecinos volvieron para verlo. Dijeron esta vez:

-¡Qué buena suerte la tuya! No sólo recuperas tu caballo, sino que ahora tienes dos.

-Si, así es –dijo el hombre.

Ahora, como disponía de dos caballos, podía salir a montar con su hijo. Iban a cabalgar juntos con frecuencia, hasta que un día, mientras galopaban, el hijo se cayó del caballo y se fracturó una pierna.

Cuando los vecinos lo supieron, fueron a ver al hombre y opinaron:

-¡Lo tuyo si es verdadera mala suerte! Si tu caballo no hubiera traído un compañero consigo, tu hijo no se habría accidentado.

-Si, así es –dijo el hombre sin perder la tranquilidad.

Algunas semanas después, se declaró la guerra y todos los jóvenes del pueblo fueron convocados para la batalla. Todos, con excepción del muchacho que tenía la pierna fracturada. Los vecinos fueron a visitar al hombre y exclamaron:

-¡Qué buena suerte la tuya! Por no poder andar, tu hijo se ha librado de la guerra.

-Si, así es –convino una vez mas, sin inmutarse, el hombre ecuánime”.

Wednesday, May 10, 2006

Las dificiles relaciones humanas


Lo más difícil del mundo es lidiar con algunos seres humanos. A veces he tenido que discutir con personas a las que quiero. Uno se siente mal. Hay días así. Otros en los cuales uno se levanta al revés. O a veces, tal vez, otro se levanta al revés y se lo encuentra a uno. No hay nada más difícil de manejar que las relaciones humanas en esos casos.

Un caso: fui a un banco porque necesitaba dinero en efectivo. Era 24 de diciembre y la cajera del banco estaba trabajando a disgusto porque eran precisamente días festivos. Víspera de Navidad y le tocó trabajar. Y a mi me tocó presentarme a su taquilla. Fui a ese banco caminando porque quería hacer ejercicio y tenía que volver caminando. Pues a la joven no se le ha ocurrido otra cosa que entregarme el dinero en billetes de baja denominación, lo cual se traduce en mayor cantidad de billetes que tenía que traerme a casa. Un paquete pues. Si me lo hubiese dado en alta denominación no se notaba en mi bolsillo. Pues no. Ella estaba de mal humor y me dijo: -¡eso es lo que tengo! Le explique que tenía que volver a pie y podía ser peligroso. Nada. -¡Por favor, habla con el cajero vecino para cambiar! Nada. Y mal encarada la jovencita. Pagué los platos rotos de haber caído en la taquilla equivocada el día menos indicado. Gracias a Dios pude llegar con bien a casa.

Otro caso: Aeropuerto George Bush de Houston, Texas. Voy a la aduana. Funcionario de Inmigración de mal semblante. Me pregunta: -¿Que vienes a hacer a Estados Unidos? Contesto: -negocios… Responde: -Ummmm, ne-go-cios. ¿Dónde vas a quedarte? Respondo: Hotel Marriot at the Park. Responde: Ummmmm… Pregunta: ¿Has venido recientemente a los Estados Unidos? Respondo: -Si, ciertamente estuve en abril de 2005. Respuesta: -Ummmmmm. Pregunta: -¿Y porqué tienes este pasaporte tan viejo? (El mío data del 1994 pero en Venezuela nos dan dos extensiones por lo que está vigente hasta mediados de 2007) Respondo: -Aún está vigente, ha sido prorrogado y tiene validez…El funcionario me mira a los ojos como buscando a Osama Bin Laden en mis pupilas y me dice, reteniendo mi pasaporte y después de tomar mis huellas digitales: -Camina por ese pasillo, al final vas a encontrar un cuartito, alli te van a llamar para hacerte unas preguntitas… Cuando fui hasta el sitio indicado habían mas de 50 personas de todas las nacionalidades, especialmente de países africanos y asiáticos esperando ser llamados, lo cual a veces tomaba, como fue mi caso, 4 horas. Vine con un colega que no tuvo contratiempos, aparte de las preguntas de rigor, al pasar por otra taquilla. Otras veces hasta hemos compartido comentarios sobre Venezuela con los funcionarios, de buen humor por cierto. Pero esa vez caí con el equivocado.

La gente que trabaja directamente con el público, como los vendedores de las tiendas, los empleados de las taquillas de pago de servicios, los policías de tránsito y los choferes de autobuses públicos tienen que lidiar a diario con cualquier cantidad de gruñones, malencarados y aguafiestas que, finalmente aprenden a lidiar con ellos porque si no el mundo se convertiría en un infierno para ellos. Digo, cuando no son ellos los que se levantaron de mal humor y es entonces a uno al que le toca lidiar.

Es así en nuestro caos urbano de todos los días. La vida sigue de todos modos…

Saturday, May 06, 2006

Disney: el hombre detras del Imperio


Hoy estuve viendo en formato VHS la película de Blancanieves y los siete enanitos.

¿Qué me pasó? ¿Un tipo de 43 años viendo a Blancanieves? Pues si. Y hasta mi lagrimita dejé por alli, no lo niego.

He estado pensando en las últimas dos semanas en el hombre que en algún momento tuvo en su mente todo este vasto imperio que es ahora Disney.

Un imperio que maneja canales privados de TV, películas de gran éxito con actores reales y/o animados, cinco resorts vacacionales, once parques temáticos, dos parques acuáticos, 39 hoteles, entre otros. Son billones de dólares anuales.

Walter Elias Disney. Nacido en Chicago el 5 de diciembre de 1901 y fallecido 65 años y 10 dias después en California, el 15 de diciembre de 1966.

Cuando en 1934 Disney pensó en producir una cinta de dibujos animados a partir de un cuento de los hermanos Grimm, Blancanieves, muchos pensaron que estaba loco. Le vaticinaban que ese proyecto iba a acabar con los Estudios Disney. Su esposa y su hermano Roy, su eje financiero, trataron de persuadirlo de dejar el proyecto. Pero Walt veía algo que los demas no veían. Contrató a un renombrado profesor para darle clases de animación real a sus dibujantes, creó efectos especiales, estrenó tecnología de cámaras. Estaba decidido.

La producción comenzó en 1935. Para mediados de 1937 los Estudios Disney se quedaron sin dinero. Walt tuvo que convencer a los ejecutivos del Bank of America para que lo apoyaran financieramente a terminar el proyecto. Lo logró y la cinta se estrenó en el teatro Carthay Circle de Los Angeles el 21 de diciembre de 1937. Contó el propio Walt que para cuando se encendieron las luces del teatro, habiendo terminado la cinta, hubo una ovación de pie por parte de toda la concurrencia. Pudo ver lágrimas en los ojos de los niños y ¡adultos! asistentes. Había logrado el ansiado éxito.

La cinta se convirtió en la mas taquillera de 1938 logrando recaudar 8 millones de dólares de la época (unos 98 millones de dólares de hoy dia) ese año, siendo mayor el éxito cuando se sabe que los niños solo pagaron 10 centavos de dólar por entrada.

Esa era la mentalidad del hombre tras el imperio. Un hombre que fue capaz de viajar de Kansas City a Los Angeles, California con sólo 40 dólares en el bolsillo buscando un sueño dorado, convertirse en la referencia en cuanto a dibujos animados se refiere. Y vaya que lo logró.

En vida obtuvo mas de 950 condecoraciones y reconocimientos de muchísimas naciones alrededor de mundo, entre ellas la Legión de Honor del gobierno francés, doctorado Honoris Causa de Yale y Harvard, 48 premios Oscar y siete Emmys en vida y mas.

El creador, junto a Ub Iwerks, del ratón mas famoso del mundo en 1928, originalmente llamado Mortimer pero gracias a su esposa Lillian, el nombre fue cambiado a Mickey. Muchos dicen que era su otro yo. De hecho prestó su voz para las grabaciones originales hasta 1947. Dentro de dos años cumplirá 80 años.

Luego de Blancanieves, Disney continuó con muchas otras producciones famosas, como Pinocho, Fantasia, Dumbo, Bambi, series de TV como El Zorro.

Creó en 1955 el parque temático Disneylandia en Anaheim, California, contra viento y marea pues nadie mas que el tuvo la visión exitosa del parque, cuya inversión alcanzaba para la época los 17 millones de dólares que luego se vieron recompensados con mas de 5 millones de visitantes por año, aun hoy en dia.

Una anécdota final: Walt poseía un oído finamente dotado para dar voces a los animales. Una vez tuvo que darle voz a un buho llamado Arquímedes. Cientos de actores pasaron por el casting y fueron rechazados. Walt quería que Arquímedes hablara como un buho si un buho pudiera hablar. El decía oir en su interior la voz del buho. Alguien le comentó que un actor llamado Junius Matthews había representado a una patata en una función de radio. Walt dijo: -¡tráiganlo! Si habla como una patata también puede hablar como un buho. Dicho y hecho. Llegó Matthews, hizo la prueba y fue inmediatamente contratado.

Ese es el genio detrás del Imperio Disney.

Friday, May 05, 2006

Entregarse a Dios en el último momento...


La foto del post fue galardonada con el prestigioso premio Pulitzer en el año de 1962.

Es patética. Un símbolo contra la violencia en todas sus expresiones.
Siempre me ha impactado.
Pronto se van a cumplir 44 años de ocurrido el hecho.
Fue en la mañana del 3 de junio de 1962. La foto fue tomada por el venezolano Héctor Rondón y a través de las agencias de noticias le dió la vuelta al mundo.
En ella se observa al sacerdote católico Luis María Padilla, para ese entonces Capellán de la Armada, cuando en medio del tiroteo le da refugio al Cabo Segundo de Infantería de Marina Sequera. Minutos después murió en sus manos. Sus últimas palabras: "¡Ayúdeme Padre! No me deje morir aqui"
Fueron cruentos enfrentamientos armados que marcaron una sublevación militar contra el gobierno del entonces presidente de Venezuela, Rómulo Betancourt, y que quedaron registrados en la historia de Venezuela como "El Porteñazo".
La acción comenzó el 2 de junio de ese año en la ciudad de Puerto Cabello, mas concretamente en la toma de la Base Naval por los insurgentes.
Apenas enterado, el gobierno envió refuerzos de aviación y del ejército a aplastar la rebelión, lo cual se logró dos dias después con un saldo trágico de 400 muertos y 700 heridos al momento de retomar el control de la ciudad.
Tristes dias de los cuales hoy sólo queda el recuerdo...

Friday, April 28, 2006

Amores del siglo XXI


En estos días de píldoras de repotenciación sexual, de muñecas inflables que satisfacen el deseo, de sexo virtual vía internet, de matrimonios que duran minutos, y a veces hasta segundos, en estos mismos días sobrevive el amor.

Son historias de todos los días, con protagonistas de carne y hueso que nos pasan por el lado mientras caminamos por las calles de nuestras ciudades, sin que tengamos el mas ligero pálpito de lo que ocurre en su interior.

Ella trabaja en una prestigiosa cadena de tiendas de la ciudad. Muy linda, preciosa, ya entrados sus cincuenta, con sus hijos profesionales, ya casados, viviendo sus vidas independientes. Mucha gente va a la tienda no sólo por comprar sino por hablar con ella. Ella habla con todos. Derrocha simpatía, a raudales. Comparte con todos. Los quiere como su familia, y ellos le retribuyen.

Vive con su esposo, quien está hastiado ya de la vida en matrimonio. Busca cualquier excusa para no estar en casa, sobre todo cuando ella más lo necesita. Los fines de semana se marcha hacia la casa de campo que ambos comparten en las afueras de la ciudad. Allí se pierde entre el follaje, la plantación, las cervezas, los amigos. Nada quiere saber de su casa. La misma donde ella lo espera infructuosamente. Prefiere estar allí a sus anchas, sin deberes, sin reproches, sin ella, por que no decirlo.

Mientras, y para no quedarse sola en casa, ella toma guardias adicionales en su trabajo. Va los fines de semana y de verdad que la pasa muy bien, porque todos la conocen y la consienten. Son felices de verla allí durante el fin de semana. Ajenos a su triste realidad. Una realidad que ella no refleja en su amplia sonrisa y en sus bellos ojos.

Uno de esos dias, estaba atareada como de costumbre, cuando de pronto se tropezaron las miradas. Fue algo inusitado. Algo decían esas miradas. Algo muy particular. No era un cliente más. No se sabe cuando tiempo duró la mutua contemplación. Quizás segundos. Quizás minutos. Y luego todo continuó como de costumbre. Pero ya no volvería a ser igual para ninguno de los dos.

El tardó varios días en volver. Quizás atormentado por sus pensamientos. Sabía en el fondo que días atrás no había visto a alguien más. En su mente la escena se repetía infinidad de veces. No resistió y regresó. No iba sólo esa vez. Iba de la mano con su esposa. A medida que avanzaban dentro de la tienda, su corazón latía cada vez más fuerte. Su esposa no lo notaba, distraída como andaba mirando los perfumes y las cremas. Las miradas se volvieron a encontrar.

Ella no pudo evitar que de sus ojos brotara una lágrima. Como pudo la disimuló. El no estaba sólo. Era evidente. Su esposa era incisiva. Miraba los perfumes y lo miraba de vez en cuando. Le preguntaba cosas. El respondía con monosílabos. Su mente no estaba allí. Estaba en esos ojos a los que había vuelto, según el sin proponérselo.

Ella se sentía triste porque una vez mas el destino le había dicho que no tendría oportunidad. Pero el regresó de nuevo, esta vez sólo. Y hablaron. En pocos minutos parecía que se hubiesen conocido de toda la vida. Y ambos sentían algo. Algo diferente. Mariposas en el estómago, por decir algo. Se citaron. Salieron a cenar en un restaurante y buscaron un rincón muy discreto para platicar. Pocas palabras bastaron para decir lo que ya se sabía. Era amor. Hubo flores de por medio. Mucho cariño. Hablaron de sus destinos. Sabían que la sociedad los condenaría. Pero ninguno de los dos quiso dar un paso atrás. De nuevo era amor. Lo que a ambos les había sido negado en sus respectivos hogares. ¿Serían almas gemelas según Brian Weiss? Quien sabe.

Desde ese día volvieron a verse muchas veces. Unas a escondidas y otras no tanto. La felicidad había venido para quedarse.

Los clientes de la tienda notaron un brillo extraño en sus ojos, mas luminosos que de costumbre. Pero como amigos que eran no se atrevieron a preguntar. Tan sólo la halagaban con cumplidos que ella recibía alegremente. Ella era feliz como pocas veces en su vida. Estaba viviendo su segundo debut. O puede ser que nunca había recibido amor de verdad. Estaba viviendo.

Un buen día, después de una exquisita cena, durante la sobremesa, vino lo inesperado. El se llevó las manos a la cabeza. No atinaba a decir palabra alguna. Se quejaba débilmente. Ella lloraba y lloraba sin saber que hacer. Ni mucho menos que decir. ¡Terror! Vinieron los paramédicos y lo llevaron con urgencia a una clínica. Había perdido el conocimiento.

Después vino el vía crucis. Ella temía ir a verlo. Sabía que no debía. Allá lo rodeaban sus familiares, su esposa, sus hijos. ¿Quién era ella para ellos? A través de una enfermera supo que estaba internado en terapia intensiva, en estado muy grave. Accidente cerebro-vascular fue el diagnóstico. Al borde de la muerte.

Y lloró muchísimo en su soledad. Los días se hicieron interminables. Las horas muy pesadas. Trató infructuosamente de comunicarse con la clínica pero todas las llamadas terminaban en un ¿Quién es usted? Lloró lo inimaginable. El cuento de hadas había terminado de la manera menos esperada.

Su mirada volvió a ser triste. Supo por un amigo común que su adorado había superado lo mas difícil. Sobrevivió. Pero había perdido el habla y la movilidad de algunos miembros de su cuerpo. Se hallaba postrado en una silla de ruedas y no podía articular palabras. Se comunicaba por señas.

Nunca más lo volvería a ver de nuevo. Era lo lógico de pensar. La vida había sido muy dura con ella. Tan difícil que es encontrar el amor verdadero y tan fácil y repentino que fue dejarlo ir. ¿Será que no era su momento? ¿Qué no era su alma gemela?

Esta mañana se levantó como de costumbre. Tomó su auto y se dirigió hasta la tienda. Día normal. Sin vicisitudes a la vista. Los clientes. Los empleados. Lo de siempre. Un día extrañamente agitado en la tienda. Mucha gente vino. Todos esmerados en atender, en servir. Dentro de todo este agite se acerca alguien en silla de ruedas. Es costumbre ver gente así en la tienda pues hay un centro de rehabilitación en la misma cuadra. ¡Lo imposible! ¡Era él!

¿Cómo llegaste aquí? ¿Cómo has estado todo este tiempo? Tantas preguntas acumuladas. Sin respuesta. Sólo señas. El no puede hablar. Lo acompaña una enfermera, quien cuenta que llegaron allí guiados por el, quien señalaba en una revista el logotipo de la tienda. Al preguntársele si quería ir hasta allí asintió. Y estaba allí de nuevo. En su silla de ruedas, sin poder articular palabras pero estaba allí. Es el amor que todo lo puede. Con las miradas se dijeron todo. Queda pendiente su restablecimiento. De nuevo el amor, que todo lo puede. Son amores del siglo XXI…

Las enseñanzas de Gandhi


Esta es una anécdota importante sobre las enseñanzas del Mahatma Gandhi:

El Dr. Arun Gandhi, nieto de Mahatma
Gandhi y el fundador del Instituto M.K. Gandhi
para la vida sin violencia, en una de sus
conferencias, compartió la siguiente historia como un
ejemplo
de la vida sin violencia en el arte de educar de
sus padres:
Yo tenía 16 años y estaba viviendo con
mis padres en el instituto que mi abuelo había fundado
a 18 millas en las afueras de la ciudad de Durban, en Sudáfrica, en medio de plantaciones de azúcar. Estábamos bien adentro del país y no teníamos vecinos, así que a mis dos hermanas y a mí siempre nos entusiasmaba el poder ir a la ciudad a visitar amigos o ir al cine.
Un día mi padre me pidió que le llevara a la ciudad a
asistir a una conferencia que duraba el día entero.
Como iba a la ciudad, mi madre me dio una lista de
cosas del mercado que necesitaba y mi padre me pidió
que me hiciera cargo de algunas cosas pendientes como
llevar el auto al taller.
Cuando me despedí de mi padre, él me dijo:
- Nos vemos aquí a las 5 p.m. y volvemos a la casa
juntos. Después de completar todos los encargos, me
fui hasta el cine más cercano, y me enfoqué tanto con
la película, (una película de John Wayne), que me
olvidé del tiempo. Eran las 5:30 p. m. cuando me
acordé.
Corrí al taller, conseguí el auto y me apuré hasta
donde mi padre me estaba esperando. Eran casi las 6
p.m. Él me preguntó con ansiedad: - ¿Por qué llegas
tarde?
Me sentía mal por eso y no le podía decir que estaba
viendo una película de John Wayne. Entonces le dije
que el auto no estaba listo y tuve que esperar. Esto
lo dije sin
saber que mi padre ya había llamado al taller.
Cuando se dio cuenta que había mentido, me dijo:
- Algo no anda bien en la manera que te he criado,
pues no te he dado la confianza de decirme la verdad.
Voy a reflexionar qué es lo que hice mal contigo. Voy
a caminar las 18 millas a la casa y pensaré sobre
esto.
Así que vestido con su traje y sus zapatos elegantes,
empezó a caminar hasta la casa por caminos que ni
estaban cementados ni iluminados. No lo podía dejar
solo,así que yo manejé 5 horas y media detrás de él.
Viendo a mi padre sufrir la agonía de una mentira
estúpida que yo había dicho, decidí desde ahí que
nunca más iba a mentir.
Muchas veces me acuerdo de este episodio y pienso: ¿si
me hubiese castigado de la manera que generalmente se
castiga a los hijos, hubiese aprendido la lección? No
lo creo. Hubiese sufrido el castigo y hubiese seguido
haciendo lo mismo, pero esta acción de no violencia
fue tan fuerte que la tengo impresa en la memoria como
si fuera ayer. Esto es el poder de la vida sin
violencia.

Monday, April 24, 2006

Los nietos de Lennon


Ayer estuve en una fiesta infantil a la cual fuimos invitados.

Normalidad total para ese tipo de eventos a no ser por un acontecimiento muy particular, que me trajo a la memoria un artículo publicado hace varios años en la revista brasileña “Veja” de Sao Paulo.

El hecho en si es que pude observar como un infante de corta edad, alrededor de los 7 años, gritaba airadamente a su madre por cualquier incomodidad que tuviese en la fiestecita, la amenazaba delante de todos y la apuntaba con su dedo índice acusador. La progenitora soportaba estoica y calladamente el castigo. Momentos después el jovencito estalló en cólera y golpeó repetidas veces con furia a su mamá.

Algunos de los invitados pudimos presenciar el hecho pero verdaderamente es difícil intervenir cuando se trata de madre e hijo. ¡Ni pensar en reprender al nené! ¡Mucho menos tocarlo! Puedes terminar siendo aplastado por ambos seres por entrometido o algo similar como mínimo. Quedé atónito y sólo pensaba en el porqué de la actitud pasiva de la madre, lo cual para mi era el peor ejemplo de educación que ella le transmitía a su pequeño hijo. ¿Qué será de el en el futuro?

Volviendo al artículo de la revista “Veja”, escrito por Walcyr Carrasco, me permito traducirlo del portugués y ofrecérselos a ustedes. Quizás puedan ver a algunos seres reflejados allí, así como yo vi al niño de la fiesta de ayer.

Se titula “Los Nietos de Lennon. Casos de Angelitos que Jamás oyeron un no”:

“Nada como unas buenas vacaciones para sufrir una crisis histérica con los niños. No con todos, claro. Me refiero a un tipo especial de angelito, cada vez mas frecuente en las ciudades.
Sus padres, tíos y abuelos amaban a Los Beatles y a los Rolling Stones. Frutos de una ensalada de teorías libertarias (y leyes protectoras), las criaturitas lo pueden todo –y atormentan a todos.
Hace tres semanas, una pareja fue a almorzar en mi casa, con la hija.
Serví macarrones con salsa pesto. La “señorita”, del alto de sus siete años, lo probó, torció la nariz y declaró a gritos:

-¡¡Está horrible, horrible!!

Me hice el desentendido, pensando que la madre debía estar muerta de la vergüenza.
Pues no. Estaba feliz, y hasta orgullosa:

-Mi hija es muy auténtica.

La auténtica comenzó a golpear el plato con la cucharilla, esparciendo la salsa pesto por el fino mantel.

Apreté los labios, tenso.
El padre sonrió: -Creo que no estuvo feliz la elección del menú. Ella prefiere helado. Tiene la manía de mezclar helado con tocineta (bacon).

Prometí para mis adentros servir bofe (intestino de res) con azúcar quemada si alguna otra vez me volvía a encontrar de nuevo con ellos. Mi madre me obligaba a comerlo y a fingir que me gustaba. Ahora, en tanto debo continuar con mi apariencia gentil mientras la joven `gourmande` me lanza una tira de spaghetti en los lentes.

Recientemente, en una librería, vi a un niño agarrar un rollo de papel de una de las maquinitas de calcular de la librería. Mientras la pobre empleada intentaba salvar sus cuentas, la madre observaba plácidamente la escena.

Conozco otro muchachito que, apenas llegado a casa ajena, se lanza con los zapatos sucios sobre el sofá, tira las almohadas y agarra los ceniceros de vidrio sin escuchar apenas un ¡ah! de la madre, que a su vez mantiene la expresión extasiada porque el es “muy experto”.

Estuve cerca de un ataque cardíaco cierta vez que decidí llevarlo a pasear a un Centro Comercial (mall). Correr detrás de él por las tiendas fue equivalente a entrenar para un maratón. El simplemente parecía incapaz de percibir el sentido de la palabra “no”.

Para los espíritus aventureros, el ideal es ir los fines de semana a los Centros Comerciales (malls) y convivir con la nueva generación de `Lucies in the sky`.
Son centenas de niños agitados como abejas y dispuestos a picar en las piernas ajenas, como si los adultos fuesen un estorbo.
Lo peor: el espíritu anti-represor de la educación parece dar como resultado a pequeñas personalidades autoritarias.

-¡Papá, quiero pizza!
-Pero...
-¡Ya, papá. Ahora mismo!

Algunos tienen manías que me sorprenden.
Me llevé un susto en el restaurant japonés. Una niña, de unos ocho años, llegó con sus padres. Pidió, muy sofisticada:

-Sushi. Pero sólo de atún, con poca mostaza. Cuidado. La otra vez exageró. Y rápido, que tengo hambre.

El empleado del restaurant se le quedó mirando, casi en shock, con la cara erguida. Cerré los ojos para no ver más. Cuando los abrí, ella comía ágilmente, con los palitos japoneses.

Ya había visto escenas semejantes en tiendas.
Como la de un muchacho:

-¡¡Estos zapatos deportivos jamás, nunca jamás!!

El papá, tímidamente:

-Pero hijo, es igual al otro y hasta más barato...

-¡¡Yo sólo uso los de mi marca!!

Muchos niños conocen los logotipos de las marcas, los perfumes, son expertos en computación, ninguno resiste a un videogame.

Hacen que los padres les compren lo que quieren, y por este motivo, los dueños y empleados de las tiendas los reciben con amplia sonrisa y más de un suspiro de picardía.

Perdí a una gran amiga por causa de su retoño.
Había resistido a todo: mordidas en las almohadas, libros destrozados.
Hasta el día en que olvidé que dejé la puerta abierta de mi casa.
El entró, corrió y se colgó de la baranda del balcón de un sexto piso.
Asustado, grité: -¡Sal de alli! ¡Te vas a caer!

El angelito sonrió, con una de sus piernas balanceándose en el vacío.
Miré para los lados y vi a la madre.
Ella leía una revista con toda su calma.
Me sentí el propio Indiana Jones. Di tres saltos, me lancé de cabeza, lo agarré como pude y lo tiré al piso.

La madre vino furiosa:

-Tu no tienes derecho. Dejaste al niño fuera de si. Le impediste tener la experiencia integralmente. ¿Como va a reaccionar su cabecita?

-¿Caer del sexto piso es una experiencia integral?

Muchas veces, me dan ganas de darles un tremendo pellizco, a la antigua, a algunos de esos nietos de Lennon. Pero me contengo. La culpa, al final, no es de ellos, sino de una generación de país con horror a la palabra “no”. Y un buen “no”, sinceramente, no le hace mal a nadie”.

Friday, April 21, 2006

Kamikazes


En estos tiempos escuchamos casi todos los meses de los atentados que efectúan los hombres de las brigadas Al-aqsa en Israel. Los así llamados mártires se forran el cuerpo con explosivos y penetran en territorio israelí para hacerse estallar en sitios públicos donde puedan causar el mayor numero de bajas posibles.

Se dice que lo hacen con mucha alegría porque con ello tienen ganado el cielo.

Todos recordamos también los atentados del 11 de septiembre. Las grabaciones de las cajas negras de los aviones estrellados y los videos obtenidos de las cámaras de seguridad de los aeropuertos muestran a unos hombres muy felices mientras se dirigían a ejecutar el atentado suicida.

¿De donde viene esa tendencia a luchar mediante la entrega voluntaria de la propia vida por obtener una causa?

Se ha hablado de que la aviación rusa, durante la invasión alemana, tenía instrucciones de estrellar en algunos casos sus aviones contra los bombarderos de la Luftwaffe para evitar daños mayores durante los bombardeos a Moscú, pero los más famosos evidentemente son los aviadores japoneses conocidos mundialmente como “kamikazes”.

La palabra proviene de unas tormentas que arrasaron la flota invasora de los mongoles en su intento de invadir a Japón en el siglo XIII. Los japoneses las llamaron Kami Kaze o “Vientos Divinos”.

Hace poco terminé de leer el libro de Albert Axell e Hideaki Kase (ver fotografía) con el mismo título del post.

Impresionante y estremecedor.

El Cuerpo de Ataque Especial, Tokkotai o Kamikaze, se creó en octubre de 1944 como una forma de dar vuelta a lo que parecía ser una derrota inminente de Japón dada la superioridad tecnológica y numérica (en hombres, aviones, barcos y armamentos) de las fuerzas aliadas en el Pacífico Sur. Fue creado por el Almirante Takijiro Onishi, de la armada japonesa.

El numero de voluntarios para las misiones suicidas era tres veces superior al numero de aviones disponibles para el ataque. Pertenecer al grupo era considerado una cuestión de honor y lealtad al país y al Emperador.

El capitán del primer ataque especial, como fueron llamados, fue el Teniente Yukio Seki. Fue el 26 de octubre de 1944 contra el buque norteamericano “Saint Lo”. Participaron 26 aviones de los cuales la mitad iba de escolta y la otra mitad en acción suicida.

Muchos de los pilotos voluntarios tenían edades comprendidas entre los 17 y 20 años. La mayoría lo hacía por extremo patriotismo. También se les decía que morir así era vivir para siempre porque inmediatamente se convertirían en dioses que serían venerados en el templo Yasukuni de Tokio.

No se requería gran experiencia de vuelo y el entrenamiento por lo general tomaba muy poco tiempo. Eso si, los pilotos instructores eran por lo general expertos pilotos de combate con muchas horas de vuelo a sus espaldas. Se comprende el poco tiempo del entrenamiento cuando se observa que los noveles pilotos ni siquiera tenían que aprender a aterrizar porque simplemente no era necesario.

Entre octubre de 1944 y enero de 1945 los aviones kamikaze hundieron 16 barcos aliados y causaron daños a mas de 90. En ese lapso los japoneses perdieron 1200 pilotos (700 del ala aérea del Ejercito Imperial al mando del General Tominaga y 500 de la armada, al mando del Almirante Onishi).

Nada mas en la batalla de Okinawa hubo mas de 900 ataques aéreos contra los aliados, cayeron mas de 4000 aviones japoneses de los cuales 1900 eran vuelos kamikazes. Se cuenta que el aspecto mas terrorífico y espectacular de esa batalla fue la intensidad de los ataques kamikazes contra la flota aliada, que en algunos días rebasaron las 10 horas continuas de ataque, el infierno mismo pues. Se dice también que eran espectaculares las muestras de valentía de los soldados aliados en las naves de combate ante un enemigo que caía sobre ellos como un enjambre de abejas desde todas las direcciones posibles.

Los ataques kamikazes sembraron de horror y destrucción el Pacífico pero no pudieron cambiar el curso de la guerra, que culminó como sabemos con la rendición incondicional de Japón y aunque causaron enormes daños nunca llegaron a hundir a ningún portaaviones grande.

Son famosas las cartas de los pilotos antes de despegar. Muchas se encuentran en museos en Kyushu y otras partes de Japón como testimonio de lo que fueron estos pilotos. He aquí un fragmento de una de ellas, escrita por el Teniente Isao Mazuo, en vísperas de despegar hacia la muerte:

“Queridos padres. Felicítenme. Me han ofrecido una espléndida oportunidad para morir. Este es mi último día. El destino de nuestra patria depende de la batalla decisiva en los mares del sur, donde caeré como lo hacen las flores de los cerezos lozanos. Seré un escudo para Su Majestad y moriré limpiamente con el jefe de mi escuadrón y otros amigos. Me gustaría poder nacer siete veces para poder castigar al enemigo en cada una de ellas. ¡Cuánto aprecio esta oportunidad que se me ofrece para morir como un hombre! (…) Seremos 16 guerreros cayendo sobre el objetivo. Nuestra muerte será rápida y limpia como el cristal que se hace añicos”

Sunday, April 16, 2006

Mi encuentro con María, en Cúcuta, Colombia


Fue en noviembre de 1993. Recuerdo que fuimos a una ciudad llamada San Cristobal por asuntos de trabajo. Eramos tres personas y teníamos una agenda repleta. Me pareció bastante dificil poder cubrir todos esos puntos en un sólo dia pero asi salimos.

Tomamos un avión que nos trasladó a la fronteriza ciudad de San Antonio del Táchira, desde donde en minutos te pones en el vecino pais de Colombia. Despues de aterrizar tomamos un taxi que nos trasladó durante una hora hasta San Cristobal donde rápidamente comenzamos nuestra reunión. Como dije antes eran muchos puntos por cubrir y yo había estimado que ibamos a dormir esa noche alli para poder terminar la agenda al dia siguiente, pero mis colegas aceleraron la dinámica de la reunión en lo posible. Al mediodia nos invitaron cordialmente a almorzar y la pasamos muy bien alli. La gente de esa ciudad es muy atenta y cordial asi que pasamos mas tiempo del que teníamos estimado, aunque no me quejaría porque fue muy grato y la comida estuvo excelente. De nuevo en la oficina apuramos la agenda en lo posible porque nuestro vuelo despegaba a las 5pm del aeropuerto de San Antonio. Por mas que nos apuramos con la agenda, terminamos a las 4:15pm, hora en la cual salimos raudos hacia el aeropuerto pero no contábamos con que había mucho tráfico de vuelta y a pesar del esfuerzo del chofer del taxi cuando por fin arribamos al aeropuerto tuvimos que contemplar inermes nuestro avión despegando de la pista, siendo el único vuelo de retorno a Caracas ese dia.

¡La torta!

Perdimos el único vuelo. ¿Que hacer? Mi opción fue volver a San Cristobal porque tenía temor de quedarme a dormir en San Antonio, peligrosa ciudad fronteriza donde todo lo que leía en los periódicos de Caracas tenía que ver con secuestros y narcotráfico. Pero mis dos colegas tenían un plan diferente: quedarse en San Antonio e ir a cenar a Cúcuta, Colombia (en la foto del post)!!

Por mas que supliqué que nos devolvieramos a San Cristobal se decidió por mayoría de 2 contra 1 cenar en Colombia. Lo acepté pero confieso que estaba aterrorizado por lo que nos pudiera pasar. Llamé a mi casa e informé que habíamos perdido el vuelo y que regresaríamos al dia siguiente, sin informar de nuestro destino para no sembrar la alarma. Luego de registrarnos en un hotel de San Antonio, donde aspirabamos a pasar la noche despues de cenar en Colombia, partimos hacia Cúcuta. Nunca antes había estado en Colombia. Rodamos alrededor de 40 minutos hasta llegar a Cúcuta. Uno de mis colegas ya había estado alli por lo que nos sirvió de guía. Cenamos en un restaurante de allá y luego salimos a dar unas vueltas y, ¿por que no? por unas cervezas tambien. La ciudad es bonita, grande, la cruza un río llamado Pamplonita. Tomamos algunas cervezas en un bar del centro y pedimos detalles acerca de donde pasar un buen rato y nos indicaron que en el boulevard del Pamplonita. Un sitio donde hay muchísimos árboles y puestos ambulantes que venden hamburguesas y cervezas.

Alli conocí a María, una colombiana muy hermosa y simpática que atendía uno de los puestos donde expendían cervezas. Era linda, quizas rondaba los 40 años de edad pero tenía un porte muy juvenil. Por supuesto que nos quedamos a tomar las cervezas alli y de inmediato comencé a conversar con ella porque además hicimos buena química, al punto que cuando llegó la hora de irnos, la cual previamente convinimos a las 9pm yo mismo pedí que nos quedaramos mas tiempo. Ahora es que empezaba a ponerse buena nuestra conversa. Mis amigos tuvieron que resignarse a petición mia, muy sorprendidos por el cambio de actitud.

Hablamos de todo, de lo humano y lo divino, de nuestra vida, nuestros estudios, nuestras ciudades y hasta de nuestros matrimonios. Yo tenía en ese entonces tres años de casado y María diez. Platicamos de las bondades y los bemoles de vivir en Caracas y en Cúcuta contrastando las diferencias y similitudes. Le dije que me había llamado mucho la atención que los negocios abrían hasta pasadas las diez de la noche sin problemas aparentes, cosa que en Caracas no se estila por la misma peligrosidad de la noche.

Hablamos de lo bueno y lo malo de estar casados. Sin tapujos nos confesamos lo que pensabamos de la unión matrimonial. Es como si nos conociésemos de toda la vida. Me encantó conversar con ella durante mas de seis horas. Maria decidió no atender personalmente a nadie esa noche, aparte de mi (que privilegio) y yo tuve que pagar todas las cervezas que mis amigos se bebieran durante todo el tiempo adicional que nos quedaramos para que no pusieran objeción alguna en quedarse, mesa aparte, por supuesto.

Entonces la noche quedó para los dos. Son esos encuentros que yo llamo mágicos porque ni siquiera te lo propones y de repente ocurren. Yo sabía lo dificil que era para mi volver a Cúcuta y para María ir a Caracas asi que disfrutamos a nuestras anchas de la conversa improvisada. Como a las 3:30am del dia siguiente decidimos partir, en parte porque muchos de los negocios alrededor estaban cerrando y temiamos quedarnos sólos alli hasta amanecer, aunque a mi no me hubiese costado nada.

Hubiese dado todo por alargar esas magnificas horas. Es que cuando haces química espontánea con alguien asi el tiempo se hace corto, demasiado corto. Al final salimos en plena madrugada hacia San Antonio, en Venezuela. Yo, el que no quería ir, había estado por voluntad propia hasta casi las 4am en Colombia, disfrutando de la mas amena de las conversaciones con María, una hermosísima colombiana que no olvidaré jamás.

Nunca mas tuvimos contacto porque María me confesó de los celos de su marido, por lo que decidimos no intercambiar teléfonos. No se de la suerte de María. De ella sólo me quedó un momento mágico, de esos que se viven sólo una vez en la vida.

Dios te guarde María, donde quiera que estes.

Thursday, April 13, 2006

En manos del destino (cuento zen sobre Oda Nobunaga)



Un gran guerrero japonés llamado Nobunaga decidió atacar al enemigo aunque tenía solamente una décima parte del numero de hombres que la oposición tenía.

Sabía que ganaría pero sus soldados se mostraban dudosos.

En el camino se detuvo en un santuario Shinto y le dijo a sus hombres: “Después de visitar el santuario arrojaré al aire una moneda. Si sale cara, ganaremos; si sale sello, perderemos. El destino nos tiene en sus manos”.

Nobunaga entró al santuario y ofreció una plegaria silenciosa. Salió y arrojó al aire una moneda. Salió cara. Sus soldados estaban tan ansiosos de combatir que ganaron fácilmente la batalla.

“Nadie puede cambiar la mano del destino”, le dijo su asistente después de la batalla.

“Claro que no”, dijo Nobunaga, mostrándole una moneda que tenía caras por ambos lados.

Sunday, April 09, 2006

El Tao Te King


El Tao Te King es un libro filosófico que, junto con el Lie Tse y el Chuang Tse representan la trilogía más famosa de libros taoístas.

Originalmente fue dedicado a todos los hombres sabios y a los jefes de gobierno que buscaban la gracia y la ecuanimidad en sus acciones.

Significa el libro (King) de cómo (Tao) funcionan u ocurren las cosas (Te). Lo lees una vez y crees encontrarle un sentido. Lo dejas un tiempo y cuando vuelves a él le encuentras otros matices. A veces da la impresión de estarse leyendo por primera vez. Hay también quien no le encuentra sentido.

Cuenta una leyenda que el libro fue escrito en palillos de bambú. Un buen día esos mismos palillos escritos ordenadamente cayeron al piso accidentalmente y el libro se desordenó. Desde ese día el libro es leído desordenadamente y esto se aduce como una de las razones de su difícil interpretación o entendimiento. Según la misma leyenda, sólo los sabios son capaces, al leerlo, de ordenarlo correctamente.

A pesar de este hecho se trata de un libro único y de gran belleza.

Se ha escrito muchísimo sobre el Tao Te King. Ha sido traducido infinidad de veces en más de cincuenta idiomas pero aún así se considera "intraducible". Es interesante por ejemplo revisar tres diferentes traducciones al español y notar que existen sutiles diferencias entre si, y a veces no tan sutiles. Los que han intentado traducirlo literalmente se han encontrado con un libro al que no se le encuentra sentido ni significado alguno. Algunos autores se han tenido que adentrar profundamente en el taoísmo para poderlo “entender” y “traducir”.

El libro (en eso coincide la mayoría) fue escrito hacia los siglos III o IV antes de Cristo por Lao Tse, personaje del cual muy poco se sabe. Lao Tse significa literalmente “niño viejo”. Cuentan que nació canoso y arrugado y por ello lo llamaron asi. Fue contemporáneo con Confucio e incluso tuvo un encuentro con el.

En la época en que se escribió el libro, el idioma chino estaba en formación, lo que ha incidido en la dificultad de traducirlo, más aun a idiomas occidentales.

No es un libro religioso, ¿o si?, es mas bien filosófico, ¿o no?, ¿es de poesía? pareciera quizás por su belleza, pero... personalmente pienso que es un libro que trata sobre la filosofía del comportamiento humano ante las cosas mas sencillas de la vida, que al final vienen a ser como el origen de todo lo que nos rodea.

¿Qué es el Tao? Según Lao Tse: “El Tao que puede explicarse no es el Tao eterno. El nombre que puede nombrarse no es el nombre eterno. Lo innombrable es la realidad eterna. El nombre es el origen de todas las cosas. Al liberarse del deseo se comprende el misterio. Retenidos en el deseo sólo se ven las manifestaciones”.

El ideograma del Tao (en la foto del post) está compuesto de dos caracteres. Uno de ellos significa “cabeza” y el otro “caminar”, "avanzar" o "andar". La palabra ha sido traducida desde el chino de diversas maneras que a la vez son una sola. Significa el camino, el arte, el método, la vía. El Tao es el origen y la fuente de todo, es el movimiento armónico de las cosas siguiendo una Ley Natural, fluyendo como el agua.

Fíjense en los siguientes pasajes del libro y traten de asociarlos con cosas que les suceden a ustedes en su vida diaria o las que suceden en nuestro convulsionado mundo de hoy. Quizás allí encuentren alguna respuesta...


“Quienes saben no hablan.
Quienes hablan no saben”

“El Maestro actúa sin hacer nada
y enseña sin decir nada.
Las cosas aparecen y el las deja venir;
las cosas desaparecen y él las deja ir”

“Cuando creen conocer las respuestas,
las personas son difíciles de guiar.
Cuando saben que no saben,
las personas descubren su propio camino”

“La razón de que el Cielo y la Tierra
resistan y duren largo tiempo
es porque no viven para si mismos.
Por lo tanto pueden perdurar”

“Nada hay en el mundo
más blando y flexible que el agua.
Empero, para disolver lo duro
e inflexible,
nada hay que la sobrepase”

“Si quieres que algo se contraiga
primero debes dejar que se dilate.
Si quieres deshacerte de algo,
primero debes dejar que florezca.
Si quieres tomar algo,
primero debes dejar que te sea dado.
Esto se llama la sutil percepción
de la forma en que son las cosas”

“Los objetos preciosos desvían
al hombre.
Por eso el sabio se guía por lo que
siente y no por lo que ve.
El rechaza esto y elige aquello”

“Cuando la confianza es insuficiente,
no habrá confianza en retribución”

“Gobernar un gran país
es como freír un pececillo.
Se arruina si se le revuelve
demasiado”

“Por esto, el excesivo amor por
alguna cosa te saldrá muy caro
a la larga.
El acaparar demasiados bienes acarreará
una dura pérdida.
Saber cuando se tiene suficiente es
hacerse inmune a la desgracia.
Saber cuando detenerse es prevenir
muchos peligros.
Sólo así puedes durar largo tiempo”

Wednesday, April 05, 2006

VENEZUELA LLORA A SUS NIÑOS...


Venezuela amaneció muy triste hoy.

Nos enteramos que ayer en la tarde, en una población cercana a Caracas, aparecieron cuatro cuerpos inertes. Era lo que nadie quería que ocurriese. Eran ellos. Hace ya 40 días fueron secuestrados los hermanos Faddoul Diab. Bryan, de 17, Kevin de 13 y Jason de 11, quienes se dirigían a su colegio en Caracas cuando fueron súbitamente secuestrados junto al chofer de la familia, Miguel Rivas.

He leído que Albert Einstein le explicó una vez a un profesor que no existe el frío sino la ausencia de calor, que no existe la oscuridad sino la ausencia de luz y que tampoco existe el mal, porque es tan sólo la ausencia de Dios en nuestros corazones.

Hoy mas que nunca recordamos al poeta venezolano Andrés Eloy Blanco en “Los hijos infinitos” cuando escribió:

"Cuando se tiene un hijo,
se tiene al hijo de la casa
y al de la calle entera,
se tiene al que cabalga en el cuadril de la mendiga
y al del coche que empuja la institutriz inglesa
y al niño gringo que carga la criolla
y al niño blanco que carga la negra
y al niño indio que carga la india
y al niño negro que carga la tierra.
Cuando se tiene un hijo,
se tienen tantos niños
que la calle se llena
y la plaza y el puente
y el mercado y la iglesia
y es nuestro cualquier niño cuando cruza la calle
y el coche lo atropella
y cuando se asoma al balcón
y cuando se arrima a la alberca;
y cuando un niño grita,
no sabemos si lo nuestro es el grito o es el niño,
y si le sangran y se queja,
por el momento no sabríamos
si el ¡ay! es suyo o si la sangre es nuestra.
Cuando se tiene un hijo,
es nuestro el niño que acompaña a la ciega
y las Meninas y la misma enana
y el Príncipe de Francia y su Princesa
y el que tiene San Antonio en los brazos
y el que tiene la Coromoto en las piernas.
Cuando se tiene un hijo,
toda risa nos cala,
todo llanto nos crispa,
venga de donde venga.
Cuando se tiene un hijo,
se tiene el mundo adentro
y el corazón afuera.
Y cuando se tienen dos hijos
se tienen todos los hijos de la tierra,
los millones de hijos con que las tierras lloran,
con que las madres ríen,
con que los mundos sueñan,
los que Paul Fort quería con las manos unidas
para que el mundo fuera la canción de una rueda,
los que el Hombre de Estado,
que tiene un lindo niño,
quiere con Dios adentro y las tripas afuera,
los que escaparon de Herodes
para caer en Hiroshima entreabiertos los ojos,
como los niños de la guerra,
porque basta para que salga toda la luz de un niño
una rendija china o una mirada japonesa.
Cuando se tienen dos hijos
se tiene todo el miedo del planeta,
todo el miedo a los hombres luminosos
que quieren asesinar la luz y arriar las velas
y ensangrentar las pelotas de goma
y zambullir en llanto ferrocarriles de cuerda.
Cuando se tienen dos hijos se tiene la alegría y el ¡ay! del mundo en dos cabezas,
toda la angustia y toda la esperanza,
la luz y el llanto,
a ver cuál es el que nos llega,
si el modo de llorar del universo el modo de alumbrar de las estrellas.
Es verdad, todo en la vida cambia de sentido cuando se tienen hijos…


Hace unos días su madre escribió una carta a los secuestradores. La reproduzco porque no deja más nada que decir:

"Ustedes no se imaginan el daño tan grande que produce un secuestro en una familia, y, por ende, en una sociedad tan hermosa como la de Venezuela.
Bajo el nombre de Dios y con el nombre de miles de madres en todo el mundo, les quiero decir: los perdono.
No soy nadie en este mundo. Todos somos extranjeros en la Tierra de Dios. Sólo Dios y los representantes de El, perdonan.
Pero yo soy el mundo para Bryan, Kevin y Jason, y tengo la suficiente autoridad de perdonarlos.
No sé quiénes son y no sé dónde están o en qué trabajan, cómo viven o cuál su religión, pero sí sé que ustedes tienen padres, hermanos, familia o hijos... bajo esta relación familiar que cada uno de ustedes tienen con sus seres queridos, les imploro misericordia.
Les imploro misericordia por Bryan, que como ustedes deben saber es un muchacho excepcional y buen alumno; excelente hermano mayor y un buen hijo. Aparte de todo, se va a graduar dentro de poco con sus amigos del alma.
Misericordia por Kevin que nació tristemente con una cruz, que con todo el dinero del mundo no pudimos eliminar la parálisis de su vida, pero con mucho amor, fe en Dios, pudimos compartir su carga y hacerla más liviana.
Misericordia por Jason, quien fue un enviado por Dios para ayudarnos con la fuerte labor de Kevin y créanme que sí nos está ayudando muchísimo desde que nació. Misericordia por Miguel que es un excelente amigo y gran padre de dos hermosas criaturas, luchador día a día...
No estoy destruida como muchos lo piensan. No he tomado ningún tipo de calmante. Sólo he tomado el calmante de la oración y de la fe. Ahora es que tengo suficientes fuerzas para sacar adelante a esas criaturas que hasta ahora no se preguntan por qué fueron arrancadas de nuestras vidas camino a su colegio...
Ya ustedes señores secuestradores conocen a mis hijos. Saben que no son malos y saben que nacieron para no ser negociados... Si Dios los escogió para finalizar con la misión de esas criaturas, no puedo hacer nada para evitarlo. No soy nadie delante de ustedes ni delante de Dios. Sólo les suplico que lo hagan rápido y mientras ellos duermen, les suplico que le den una foto de cualquier santo para que no se sientan solos. Lo único que puedo yo hacer de mi parte es rezarle a sus ángeles para que la subida al cielo, sea rápida y hermosa..."

Thursday, March 30, 2006

Rocio nuestra de cada dia!


Tristes que son a veces algunas noticias.
Lo supe por la TV.
Rocío se nos ha ido.
Siempre estará en nuestros corazones con una de esas melodías que, uno no sabe ni por que, pero siempre aparecen en la memoria: "ya lo ves, la vida es asi, tu te vas y yo me quedo aqui, lloverá y ya no seré tuya, seré la gata bajo la lluvia y maullare por ti", y la que mas me gusta de todas:

"amor eterno"

Tu eres la tristeza de mis ojos,
que lloran en silencio por tu amor.
Me miro en el espejo y veo en mi rostro
el tiempo que he sufrido por tu adiós.
Obligo a que te olvide el pensamiento,
pues siempre estoy pensando en el ayer,
prefiero estar dormida que despierta,
de tanto que me duele que no estés.
Como quisiera ayy
que tu vivieras,
que tus ojitos
jamás se hubieran
cerrado nunca
y estar mirándolos.
Amor eterno
e inolvidable,
tarde o temprano
estaré contigo
para seguir
amándonos.
Yo he sufrido tanto por tu ausencia
que desde ese día hasta hoy no soy feliz,
y aunque tengo tranquila mi conciencia,
se que pude haber yo hecho mas por ti.
Obscura soledad estoy viviendo,
la misma soledad de tu sepulcro.
Tu eres el amor del cual yo tengo
el mas triste recuerdo de Acapulco.
Como quisiera ayy
que tu vivieras,
que tus ojitos
jamás se hubieran
cerrados nunca
y estar mirándolos.
Amor eterno
e inolvidable,
tarde o temprano
estaré contigo
para seguir
amándonos.

Monday, March 27, 2006

PRECIOSURA
















Hace poco que soñé con tenerla, una niña bella, que se convirtiera en el centro de mis pensamientos y de mi vida, que fuese independiente, inteligente y muy femenina.


Pues ella nació el 26 de marzo de 1991.

La llamamos Arianne Sofia.

Cariñosamente la bauticé “preciosura”.

De inmediato se convirtió en la luz de mis ojos. Nunca me sentí tan emocionado como cuando entraba a una tienda a comprarle un vestidito lindo. O como cuando bailamos un vals en el preescolar en una fiesta en homenaje a los padres en su día.

Ella fue creciendo y se fue haciendo independiente. Aprendió a hablar e hilar las oraciones, a leer, a escribir, a dibujar. Siempre nos sorprendió su madurez temprana.

Un buen día supe que se había desarrollado. Era ya una adolescente. Y con la adolescencia vino la rebeldía, la inconformidad, y me tocó guiarla en algunas cosas. Es difícil. Los que somos padres lo sabemos. Pero no por ello menos interesante. Discutimos mucho, a veces no nos entendíamos, pero también hubo diálogo, mucho diálogo. Le dije: “por encima de todas las cosas, por encima de nuestras diferencias, yo te quiero y significas mucho para mi”.

Ayer cumplió quince años.

Aun no me lo creo.

…y sigue siendo mi querida preciosura.

Saturday, March 18, 2006

Memorias de una Geisha


El fin de semana pasado pude ver, ¡por fin!, la película “Memorias de una Geisha”, estrenada en Caracas el 3 de marzo de este año, producida por Steven Spielberg y protagonizada por la actriz china Zhang Ziyi en el papel de Sayuri, la geisha principal de la casa Nitta.

La historia cuenta cómo una niña campesina llamada Chiyo es vendida junto con su hermana por su padre (quien trataba con eso de buscarles algún futuro ya que estaba muy viejo para trabajar como pescador y su mujer estaba ya en lecho de muerte). Es enviada a trabajar como sirvienta en una casa de Geishas en Kyoto. Su hermanita no corre con la misma suerte y es rechazada de la casa de Geishas y enviada a trabajar como prostituta. La pequeña Chiyo crece y termina convirtiéndose en una legendaria Geisha llamada Sayuri. Muy linda y con bastante suerte termina cautivando al hombre mas poderoso de Japón aunque ya su corazón le pertenece a otro (el director, el actor japonés Ken Watanabe en la cinta), quien muchísimos años atrás la encontró llorando en un puente y la atendió, le dio mucho cariño en un momento desesperado de su vida.

Las escenas rodadas en Kyoto son espectaculares, el vestuario y las actuaciones extraordinarias. La película ha sido premiada en los Globos de Oro y en el Oscar lo que habla de su calidad. Esta basada en una novela de Arthur Golden con el mismo titulo, y que ya ha sido traducida a 26 idiomas con el mismo éxito de ventas en todo el mundo.

La cinta fue prohibida en China, en donde se ha considerado como una afrenta el hecho de que actrices chinas hagan el papel de japonesas porque aun hay heridas que no han cerrado debido a la invasión japonesa a China en 1937, donde las tropas japonesas cometieron muchísimas atrocidades y humillaciones a la población.

Pero, cabe la pregunta, ¿Qué es una geisha? Hay mucha confusión al respecto. Se les tiene como prostitutas de lujo y hay mucha tergiversación sobre lo que en realidad significa ser una geisha.
Geisha es una composición de palabras en japonés. Literalmente significa “persona del arte”. Es una persona de sexo femenino que ha sido formada con mucho rigor para el entretenimiento, el aprendizaje y el culto a la belleza en todas sus formas. Se les enseñan diversas artes tales como la ceremonia del té (que constituye mas un acto de meditación que una modesta tarea doméstica; servir el amargo brebaje con un gesto elegante y sensual en el cual nada parece haber sido dejado al azar como bien lo describe Berenice Geoffroy-Schneiter en su libro), tocar un instrumento de cuerdas llamado shamisen, las artes de la conversación, la danza, el canto y el encanto, la caligrafía, la pintura, las artes decorativas (ikebana) y a su vez algo de política y filosofía para poder conversar con fluidez estos temas con sus acaudalados clientes japoneses y sus invitados (occidentales algunas veces) y hacerlos olvidar de sus preocupaciones diarias.

Las geishas viven en comunidades llamadas hanamachi (ciudades florales). Los hanamachis mas conocidos están en Kyoto y se llaman Gion, Pontocho, Kamishichiken y Miyagawa-cho mientras que en Tokio existió el Yoshiwara, uno de los más famosos históricamente y en la actualidad se habla mucho de las Geishas de Shimbashi. Dentro del hanamachi se da vida al karyukai, que traducido significa “el mundo de la flor y el sauce”. Mineko Iwasaki en su libro “Vida de una Geisha” lo explica así: “En esencia, toda Geisha es hermosa como una flor y a la vez elegante, flexible y fuerte como un sauce” .

La realidad de la vida de las Geishas rara vez ha salido a la luz porque si hay algo que se ha mantenido en ellas a lo largo de los años es el secreto, un aspecto crucial en sus vidas. Claro y entendible cuando se sabe que son mujeres que han compartido conversaciones muy íntimas con los hombres más poderosos de Japón desde siglos.

Sin embargo y por suerte para los que nos gusta adentrarnos en este aspecto cultural de Japón, un libro nos abrió las puertas. Se trata de “Memorias de una Geisha” de Arthur Golden. No es el primer libro que se publica porque de hecho en Japón y en otros países se habían publicado varios para el momento de la salida del libro de Golden, pero pudiese decirse que es el que mas ha atraído la atención occidental hacia este fascinante mundo. Mas adelante indicaré una bibliografía para los que deseen saber un poco más sobre el tema. Todos tienen algo que contar y son de muchísimo interés. Recomiendo complementarlos con un libro de fascinantes fotografías sobre el tema, el de la periodista y fotógrafa norteamericana Jodi Cobb (en la fotografía del post).

Bibliografía sobre el tema de las GEISHAS

Berenice Geoffroy-Schneiter: “Geishas”. Editorial HK (H.Kliczkowski-only book, S.L.) onlybook@onlybook.com

Liza Dalby: “Geisha”. Editorial Mondadori. 2000.


Lesley Downer: “Madame Sadayakko. La Geisha que conquistó a occidente”. Editorial Lumen http://www.editoriallumen.com/, 2004.

Arthur Golden: “Memorias de una Geisha”. Suma de Letras, S.L. 2000.


Kiharu Nakamura: “Kiharu. Vida de una Geisha”. Ediciones “Debolsillo” (Random House Mondadori), 2001.

Mineko Iwasaki: “Vida de una Geisha. La verdadera historia”. Memorama. Ediciones B. Grupo Zeta, 2002.


Lesley Downer: “Geisha. La historia secreta de un mundo que desaparece”. Editorial Diana. 2004.

Jodi Cobb: “Geisha: the life, the voices, the art”. Alfred Knopf Publisher/Randomhouse, 2000.