Sunday, April 17, 2016

El sol rojo


El sol rojo es un fenómeno relativamente reciente. Quizás lo causa la calima, que es una bruma gris que cubre el cielo y no deja ver nada.

La luz del sol, al atravesar la calima, se pone rojiza, y produce un efecto extraño en el ambiente. Hay un silencio, y nada se ve a lo lejos. Una sensación de encierro. De ahogo. De sofoco.

Al mismo tiempo el sol se ve más grande. Me trae a la mente la bandera de Japón. Y me crece la duda de por qué se ve más grande.  ¿Será la época del año? Pero nunca me había fijado. Ese tamaño del círculo solar no lo tengo registrado en la memoria. ¿Nos estamos acercando? La NASA quizás lo sabe pero no nos lo dice para no crear alarma.

Y si nos acercamos, ¿Qué puede pasarnos? ¿Se alteran las mareas? ¿Y con ellas el período de las mujeres? ¿Vienen más terremotos? ¿Se modifica el clima? ¿Nuestro temperamento varía? Preguntas sin respuesta. Ahora es cuando nos estamos fijando. Y cavilando.

Mientras, la esfera solar continúa mostrándose, enorme, pesada, roja, desafiante. Cada quien se lo toma a su manera. Veo gente en diferentes sitios tomando fotografías del crepúsculo. Eso no era común en Caracas.


El fenómeno no termina con el atardecer. Ahora, cuando hay luna llena, ella también es más grande. Más brillante. Más iluminada se ve la ciudad. Claro, como si estuviésemos en medio de una tormenta de arena, la calima va de por medio. 

La Luna, a pesar de todo, se impone. Con su gran círculo luminoso, extraordinario como el del sol, y pinta de profundo misterio la noche caraqueña.