Saturday, February 27, 2010

Félix van der Kats


Mientras yo me estreso por los compromisos adquiridos en el trabajo, Félix se limpia la piel, cuidadosamente y a conciencia. No hay nada ni nadie que lo haga salir de allí. Se nota concentrado. De vez en cuando algún ruido lo hace levantar la vista, cosa que termina apenas comprueba que no era nada importante.


Así es Félix, el gato de Victoria. Gato lanudo, felpudo, de ojos grandes y contemplativos, consentido como el que más, taciturno a veces, ruidoso cuando tiene hambre, sigiloso, acechante, celoso de su dueña, bueno, su amiga le calza más, son amigos desde el primer momento.

Victoria lo encontró en la calle, llorando de hambre, mientras paseaba a su perro Rey (o Rey a ella, porque es más grande y más fuerte).

Cuando los caminos de la vida se cruzan en el mismo plano, a eso se le llama encuentro. Justo lo que sucedió entre Victoria y Félix.

Ahora Félix tiene una casa, un calor de hogar, comida y cariño. ¿Y a qué otra cosa puede aspirar un gato tan afortunado?

Pensé que la relación entre Rey y Félix iba a ser más difícil. Ya saben. Perros y gatos. Tan diferentes. Pero he allí a los dos dándonos lecciones a los humanos. Se respetan como el que más. Cada uno tiene su espacio. Y su momento.

Qué vida le esperaba a Félix en su vida callejera. Luchar a muerte por la comida. Cruzar una calle, siempre temiendo no llegar al otro lado. Dormir con un ojo abierto y el otro cerrado, en alerta permanente. Soportar el frío de la madrugada; todas las madrugadas. Algo a lo que nunca te acostumbras. Ni que decir de los días de lluvia, donde no hay sitio para el abrigo. Ni la esperanza. Qué decir de las chanzas de los niños traviesos, que los persiguen lanzando piedras, poniendo a prueba su agilidad para saltar vallas muy altas.

Pero he allí la energía del Universo, colocando las cosas en su santo lugar. Y allí está Félix, durmiendo la siesta. Con sus grandes ojos entreabiertos, sus sentidos en alerta, y en apariencia aletargado, disfrutando de esa paz que nos envuelve. Victoria y yo saboreamos un té verde, y él nos observa de vez en vez.

Terciopelo. Seda. Ambas cosas se perciben y se sienten cuando lo miras descansar así, en total silencio y quietud. Es Félix van der Kats, el gato de Victoria.

Saturday, February 20, 2010

ERGO



ERGO es un artista de calle que ha logrado impresionarme por la facilidad que tiene para transformar espacios anteriormente inhóspitos o faltos de cariño en auténticas galerías urbanas de sus ya famosos rostros en esténcil.

Me confieso admirador de este artista cuyas obras se encuentran en casetas o estanterías de la compañía telefónica estatal en zonas de Caracas tales como La Castellana, Altamira, Los Palos Grandes y Santa Eduvigis (al menos los que yo he visto).

Desde hace algunas semanas estaba pendiente de realizar un reportaje fotográfico de sus obras para este blog, lo cual se había demorado por diversas razones que no vienen al caso.

Hoy finalmente pude salir a tomar las fotografías, pero, ¡oh sorpresa!, todas las obras que había visto y localizado fueron borradas o dañadas, quién sabe por qué o quiénes y con qué intenciones siniestras.

Yo soy de los que piensan que el arte es una manifestación sublime del hombre y por lo tanto le doy todo mi respeto a todos los artistas y sus obras.

Las obras de ERGO le hacen mucho bien a esta ciudad castigada por la indolencia, la basura regada por doquier, la negligencia y el desamor.

Ojalá que alguna autoridad de la ciudad le dé a este artista el valor que se merece y le permita brindarnos su arte en muchas paredes de Caracas y otras ciudades de Venezuela. Su presencia le da valor agregado al paisaje urbano. Pueden ver más de sus obras aquí.

*Las fotografías son de la web estencilvenezuela.blogspot.com

Monday, February 15, 2010

Parlem de tu...



Otro poema de Miquel Marti i Pol. Profundo. Hermoso. Nina leyó mi post del "Libro de las Ausencias", del poeta catalán, y me sugirió leer éste. Me quedé sin palabras. Lleno de recuerdos. Porque hay gente linda que me viene a la mente cuando lo leo. Están allí. Y lo estarán por siempre...

Parlem de tu, però no pas amb pena.


Senzillament parlem de tu, de com


ens vas deixar, del sofriment lentíssim


que va anar marfonent-se, de les teves


coses parlem, i també dels teus gustos,


del que estimaves i del que no estimaves,


del que feies i deies i senties;


de tu parlem, però no pas amb pena.






I a poc a poc esdevindràs tan nostre


que no caldrà ni que parlem de tu


per recordar-te; a poc a poc seràs


un gest, un mot, un gust, una mirada


que flueix sense dir-lo ni pensar-lo.

Miquel Martí i Pol


Hablamos de ti, pero no con pena.


Simplemente hablamos de ti, de como


nos dejaste, del sufrimiento lentísimo


que fue languideciéndose, de tus cosas


hablamos, y también de tus gustos,


de lo que amabas y de lo que no amabas,


de lo que hacías y decías y sentías;


de ti hablamos, pero no con pena.






Y poco a poco te harás tan nuestro


que no hará falta que hablemos de ti


para recordarte; poco a poco serás


un gesto, una palabra, un sabor, una mirada


que fluye sin decirlo ni pensarlo.


Saturday, February 06, 2010

De lecturas y de música...

Cada nuevo año, el dilema de comenzar a leer se hace notorio. Una vez que se ha encontrado el hilo ya se hace indetenible, pero cómo cuesta recomenzar, y plantearse la pregunta recurrente sobre qué nuevos libros leer en el año en curso.

Hay muchas ofertas en las librerías y uno va comprando algunos, que luego pone en lista de espera, pero cómo determinar cuál es el libro que uno debe leer en este instante de su vida. El hecho de que para otra persona un título sea interesante no significa que lo sea para tí. Las variables que intervienen en la escogencia son muy heterogéneas. Sin embargo hay gente que es capaz de reconocer la tendencia de la lectura de uno y es propensa a encontrar una respuesta al dilema. Se te acerca y te dice: “Lee tal libro, te va a gustar”. Y hay algo en el gesto y la mirada que le hace ver a uno que sí, que ése es el próximo de la lista.

Otras veces uno va de anaquel en anaquel hasta que ¡pum! un libro lo llama… y ése es. Total es que ha pasado ya el primer mes y, salvo un libro que comencé el año pasado y terminé a principios de enero, no había comenzado nada nuevo de literatura. La indecisión me atrapó. Una de estas noches mientras navegaba, vi la recomendación de Roger Michelena (librero) para el 2010: “Mal de Escuela” de Daniel Pennac (Random House Mondadori, 2009). Me hice con un ejemplar y aquí estoy, enfrascado en mi lectura. Por allí se empieza. Espero poder mantener el mismo ritmo del 2009.

Con la música es diferente. Allí soy muy dado a probar dentro de los géneros que me gustan (mucho jazz y bossa, algo de pop, reggae y world music). Voy comprando por aquí y por allá, y escuchando. Una vez que uno tiene cierto tiempo escuchando algo de música, va aprendiendo a escoger, a tener intuición. El aspecto externo de un CD puede ser engañoso, en el sentido de que por fuera puede ser muy atractivo y bonito, pero cuando escuchas te das cuenta que no necesariamente debe haber correspondencia entre ambas cosas.

Un mismo artista tiene CDs buenos, muy buenos, malos o regulares según el gusto personal. Muy pocos compactos son de los que uno dice “me gusta todo, de principio a fin”. En mi caso eso pasa en el 10% de los que he escuchado. ¿Un caso? Led Zeppelin IV, donde están “Stairway to heaven”, “Misty Mountain Hop”, “Black Dog”, “Going to California”, “When the levee breakes”, “Rock and Roll”, “Four sticks” y “The battle of Evermore”. Hay discos en los que una sola pieza vale la selección completa. La pieza perfecta. Allí no te importa lo que pase con el resto, como en el CD de Al Stewart “Year of the Cat”. Hay nueve piezas en total pero siempre tengo en mi mente sólo ésa, la que le da título al album. Otra cosa que pasa mucho es que en el 60% de los CDs que compras acaban sin gustarte una vez que los escuchas (en mi caso personal). Lo ideal sería escuchar antes de comprar pero eso en Venezuela no se concibe pues los CDs vienen envueltos en plástico y no permiten quitarles la envoltura para escucharlos previamente. Y por más selectivo que te consideres, acabarás formando parte de la estadística, es decir, te estrellarás en un importante porcentaje de los casos.

La asesoría es importante, pero se requiere que la persona que te aconseja te conozca muy bien musicalmente hablando. De lo contrario podrías terminar odiándolo precisamente por las recomendaciones que hace.

Son los libros y la música los que te ayudarán a sobrellevar la existencia. Lo de los libros lo dijo el afamado escritor argentino Ernesto Sábato, y yo le agrego lo de la música. Aquello de que a cada acontecimiento de tu vida le asocies una pieza musical es sencillamente delicioso. La escogencia de autores y temas viene después, apuntalada por el piso que vamos construyendo con nuestro gusto, estilo y tendencias.
*Imagen: "Heart Book" de Trash Queen en Flickr.com