Wednesday, May 10, 2006

Las dificiles relaciones humanas


Lo más difícil del mundo es lidiar con algunos seres humanos. A veces he tenido que discutir con personas a las que quiero. Uno se siente mal. Hay días así. Otros en los cuales uno se levanta al revés. O a veces, tal vez, otro se levanta al revés y se lo encuentra a uno. No hay nada más difícil de manejar que las relaciones humanas en esos casos.

Un caso: fui a un banco porque necesitaba dinero en efectivo. Era 24 de diciembre y la cajera del banco estaba trabajando a disgusto porque eran precisamente días festivos. Víspera de Navidad y le tocó trabajar. Y a mi me tocó presentarme a su taquilla. Fui a ese banco caminando porque quería hacer ejercicio y tenía que volver caminando. Pues a la joven no se le ha ocurrido otra cosa que entregarme el dinero en billetes de baja denominación, lo cual se traduce en mayor cantidad de billetes que tenía que traerme a casa. Un paquete pues. Si me lo hubiese dado en alta denominación no se notaba en mi bolsillo. Pues no. Ella estaba de mal humor y me dijo: -¡eso es lo que tengo! Le explique que tenía que volver a pie y podía ser peligroso. Nada. -¡Por favor, habla con el cajero vecino para cambiar! Nada. Y mal encarada la jovencita. Pagué los platos rotos de haber caído en la taquilla equivocada el día menos indicado. Gracias a Dios pude llegar con bien a casa.

Otro caso: Aeropuerto George Bush de Houston, Texas. Voy a la aduana. Funcionario de Inmigración de mal semblante. Me pregunta: -¿Que vienes a hacer a Estados Unidos? Contesto: -negocios… Responde: -Ummmm, ne-go-cios. ¿Dónde vas a quedarte? Respondo: Hotel Marriot at the Park. Responde: Ummmmm… Pregunta: ¿Has venido recientemente a los Estados Unidos? Respondo: -Si, ciertamente estuve en abril de 2005. Respuesta: -Ummmmmm. Pregunta: -¿Y porqué tienes este pasaporte tan viejo? (El mío data del 1994 pero en Venezuela nos dan dos extensiones por lo que está vigente hasta mediados de 2007) Respondo: -Aún está vigente, ha sido prorrogado y tiene validez…El funcionario me mira a los ojos como buscando a Osama Bin Laden en mis pupilas y me dice, reteniendo mi pasaporte y después de tomar mis huellas digitales: -Camina por ese pasillo, al final vas a encontrar un cuartito, alli te van a llamar para hacerte unas preguntitas… Cuando fui hasta el sitio indicado habían mas de 50 personas de todas las nacionalidades, especialmente de países africanos y asiáticos esperando ser llamados, lo cual a veces tomaba, como fue mi caso, 4 horas. Vine con un colega que no tuvo contratiempos, aparte de las preguntas de rigor, al pasar por otra taquilla. Otras veces hasta hemos compartido comentarios sobre Venezuela con los funcionarios, de buen humor por cierto. Pero esa vez caí con el equivocado.

La gente que trabaja directamente con el público, como los vendedores de las tiendas, los empleados de las taquillas de pago de servicios, los policías de tránsito y los choferes de autobuses públicos tienen que lidiar a diario con cualquier cantidad de gruñones, malencarados y aguafiestas que, finalmente aprenden a lidiar con ellos porque si no el mundo se convertiría en un infierno para ellos. Digo, cuando no son ellos los que se levantaron de mal humor y es entonces a uno al que le toca lidiar.

Es así en nuestro caos urbano de todos los días. La vida sigue de todos modos…

2 comments:

Khabiria said...

Oswaldo, una cosa son las relaciones humanas, que ciertamente son complejas, y otra es atender público....en las relaciones humanas con tu pareja, amigos, compañeros, tu puedes negociar...pero con la gente que atiende público es imposible, a veces se creen dueños de la verdad absoluta y son insensibles a tu solicitud, para ellos uno no es un ser humano, sino un numero mas en la lista de gente que atender...asi que comprendo perfectamente tu post porque también me ha pasado.
Un beso para ti!

Oswaldo Aiffil said...

Afortunadamente no es la regla, o al menos esa es mi experiencia. De la relación con algunos hasta puede salir una buena amistad. El asunto es cuando uno (u otras personas)se levanta con una fuerte dosis de mal humor. Si no se tiene el debido cuidado se corre el riesgo de herir a mas de un semejante inmerecidamente. Gracias por tu comentario!