
¡Saludos a todos! Hoy vengo a reunirme con ustedes a hablar, como otras veces, sobre libros, sobre lo último que he leído. Tengo una fila larga esperando por leer. Algunos, como "Estambul", de Orhan Pamuk, que he puesto en mi mesa de noche, a ver si por fin acabo de terminarlo. ¿Alguien ha oido hablar de "Genji Monogatari"? Es la primera novela del mundo, escrita en el siglo XI, un clásico que ya está en mis manos, pero es materia de otro post.
Lo que me sucede con "Estambul" es que, en el camino me he encontrado con otros libros que, a pesar de haber llegado después, se han adelantado en mi lectura, quizás tenga que ver aquello del momento preciso para sumergirse en ellos. Pero prometo leerla antes de embarcarme en más de dos mil páginas de literatura japonesa (sigo adelantando el otro post).
Nadie sabe cómo, ni porqué, pero un buen día, uno se decide por un libro en particular, y, si se engancha, ya no hay quien lo saque de allí, hasta el final. Pasa lo mismo que cuando vamos a una librería, se ven muchos libros, se escuchan opiniones de nuestros amigos libreros, se leen los resumenes de la contraportada, pero creo que hay algo que no se puede describir, y es lo que te conecta con un libro en particular. Puedes ver miles en un estante, pero en toda la librería, siempre es uno el que te está esperando, ese uno que sabe que saldrás de allí con él, más tarde o más temprano.
Hoy quiero comentarles acerca de uno de esos "adelantados", el libro en cuestión se llama “Lo que dura, dura” del escritor uruguayo Daniel Chavarría. Después de unos cuantos años (2003) de haber leído “Salitre en el corazón”, de Rafael Osío Cabrices, otro libro dedicado a Cuba, pero desde las entrañas, es decir, sin el enfoque político, casi inevitable, más bien desde el punto de vista de las crónicas de la experiencia de unos cuantos personajes que viven, o sobreviven en la Cuba del siglo XXI, con sus vivencias, añoranzas, con su día a día, quedé con muchas ganas de leer más sobre ese tipo de personajes desconocidos o ignorados por la historia...hasta que llegué a "Lo que dura, dura".
El libro de Chavarría es mágico, te atrapa, y versa sobre la vida de cuatro amigos de la infancia, cada uno con destino distinto en la vida, dos dedicados a la ciencia (médico y farmacéutico) y dos dedicados a la delincuencia, pero amigos para siempre. En lo que a la amistad se refiere es un hermoso homenaje que hizo el escritor, con sin proponérselo. Es muy bonito saber cómo, a pesar de que la vida los lleva por caminos diferentes, la amistad permanece, se mantiene, priva sobre otras cosas, y eso es algo difícil de encontrar hoy en día.
Hay una trama subyacente, las peripecias que vive un médico empeñado en encontrar una medicina natural para aumentar el impulso sexual, un viagra cubano, basado en un descubrimiento que hace durante una pasantía rural. Lo demás lo tienen que leer, es una belleza de narración, de diálogos, tan natural, que al final hay un glosario de cubanismos, necesarios para poder entender lo que se dice en sus páginas.
“Lo que dura, dura” es un homenaje a la vida, a las formas más sencillas de relaciones entre nuestros semejantes. Altamente recomendado.