Sunday, September 22, 2013

8 años escribiendo...


Escribir es encontrar la paz.

Uno tiende a enredarse en sus ocupaciones y sumergirse de tal forma que a veces termina olvidando lo que verdaderamente es importante.
Pero es parte de la dinámica de la profesión, hay que entenderlo, y como dice un viejo amigo: “Open the window para que la mosca flies!”. Dejar fluir, en otras palabras.

El pasado jueves 19 de septiembre mi Bitácora cumplió ocho años en la red. Creo que solo yo recuerdo esa fecha como el cumpleaños de un hijo muy querido (eso es lo que es); ese día plasmé mi primer escrito breve para probar la web de Blogger.

Antes de eso escribía papeles que ya nadie recuerda donde han quedado, o lo atesoran por allí sin que nadie lo sepa, uno no sabe.

El gusto por la escritura me viene en paralelo con el gusto por la lectura. Han ido de la mano por unos cuantos años pero creo que en la escritura me falta bastante. La lectura de buenos textos es la mejor escuela sin duda alguna. Y son ellos los que dirán cuando es el momento ideal.

Paseando por mi Blog, leyendo las entradas previas me vienen a la mente muchos momentos vividos. Unas cuantas etapas de mi vida se reflejan en uno que otro escrito. Los cambios se reflejan hasta en la manera en que releo las entradas. Pienso que de haber sido hoy las escribiría de otra forma, pero allí como están reflejan bien el momento que viví cuando las escribí y creo que ya no admiten corrección alguna. Ahora son solo capaces de darme ideas nuevas para nuevas escrituras que hoy creo poder realizar.

Hoy se que hay sitios geográficos donde la creatividad aumenta en mi, y generalmente son sitios cercanos a montañas. Allí, donde el silencio reina, es donde me gusta sentarme en una mesa con la hoja en blanco y plasmar mis palabras. Creo que fluyen de una manera extraordinaria. Sin embargo hay que ejercitar la creatividad en cualquier lugar y en cualquier momento. Así las cosas, no dejo de pensar en una casita en la montaña, con una vista al valle donde pasa un río, y donde se ven las montañas circundantes, y las casitas con sus chimeneas, y la gente del lugar, y las bestias de carga, y los caminitos de piedra. 

El lugar del escritor lo llamaría Victoria de Stefano.


Cuando consiga estar en ese lugar comenzaré a escribir los textos que me corresponde llevar a un libro. Mientras, seguiré ensayando aquí en esta Bitácora tan querida. Y espero seguir encontrando gente que venga a leer lo que yo escribo. Gracias a los que se aventuran aquí. Un abrazo y como dice el cartel del Pueblo de La Guardia: "Paz a los que llegan, salud a los que habitan y felicidad a los que marchan".

2 comments:

Susie said...

¡Felicidades Oswaldo!!!
Yo llevo unos 5 años leyéndote. Casi siempre en silencio, pero aunque no me manifieste, siempre presente. Tus escritos me llenan de paz, de serenidad. Te lo agradezco muchísimo. Ojalá y escribas, por muchos años más.
Un abrazo fuerte.

Oswaldo Aiffil said...

Hola Susie! Tus palabras son importantes para mi. Gracias por venir y permanecer. Ese es el mejor combustible para mi escritura. Lo que escribo refleja mucho mi persona y mi realidad. Alrededor,a veces, todo arde, pero la paz interior se mantiene. Un gran abrazo y un beso, donde quiera que estés.