Saturday, October 16, 2010

Caffé


Recorro una vez más esa calle, testigo muda de mis deseos no satisfechos, y donde tengo la certeza de que me encontraré con tus ojos color de mar, con la mirada que me ha hecho prisionero. Y allí estás.


No me reconoces. O eso finges. Son muchos años sin cruzar un diálogo contigo. Sin mirarnos de verdad, solo vernos.

En su momento no pasó de un diálogo fugaz, muy breve, tal vez sin importancia para ti. Un ligero compartir de opiniones. Por eso quizá me tratas con indiferencia. Eso si, de inmediato notas la intensidad de mi mirada, que no es normal. Se dispara el alerta.

Me tomas por un enamorado de tantos que pasan por ese Caffé, donde siempre estás, iluminando el ambiente con tus ojazos bellos. Sonríes nerviosamente, y de inmediato me esquivas la mirada.

No insisto, me siento en la barra y te pido un café. Mientras lo preparas, yo miro alrededor, sumido en mis cavilaciones, sintiendo que, una vez más, mi expresión facial me delata ante ti.

Y es que no. Resulta que no. Que no soy un enamoradizo más, de esos asiduos a tu Caffé, ocultos pretendientes, prestos a convertirse en objetos exclusivos de tu mirada. No. No es eso lo que soy. No uno más.

Que yo de vez en cuando voy a tu calle, a encontrarte en silencio. A disfrutar del espectáculo de tus ojos, con la breve excusa de un café. A aspirar a recibir un poco, aunque sea un poco, de lo que tiene tu mirar.

Incapaz de estructurar una estrategia de expresión que no resulte demolida de inmediato por la fuerza abrumadora de tu personalidad, disfruto el aroma y voy sorbiendo despacio el cafecito que recién me has servido.

Y el tiempo pasa, pero no mis deseos, ni la belleza de esmeralda de esos ojazos tuyos, y lo que producen en mí.

Sensación de paz y tranquilidad, de libertad, de llenar un espacio, de tristeza, ¿por qué no?, de alegría, de nostalgia por lo no vivido, de esperanza, de saber que existes y que estás allí; que para mí siempre estarás allí.

Doy vueltas alrededor, viendo las fotografías en las paredes, con la simple excusa de volver a encontrarme contigo, de mirarte y grabarte en mi pensamiento. Y con ello vivir hasta el próximo encuentro…

Hay una melodía de fondo, que escucho a medias mientras recorro esas paredes plagadas de recuerdos, sin que el ruido de la concurrencia me impida escuchar nítidamente, y reconocer la voz de Virginia López:

“Cariñito azucarado que sabe a bombón,

amorcito consentido de mi corazón,

sin saber cómo, ni cuándo, surgió este romance,

sin que yo supiera dónde iba a llegar…”

Decido irme y digo adiós, con el rico sabor del café aún en mis labios, y sigo andando, sin rumbo definido, hasta volver a tropezar con la realidad.


*Imagen: http://www.caffecalabria.com/

8 comments:

Pansy said...

Me gusta mucho cuando escribes asi, como hoy, no puedo evitar traer a mi mente las primeras lecturas de tu blog por alla en el 2005-2006... Son tus escritos que atrapan!
Feliz Día

Nerim said...

Precioso, encantador, romántico y muy emotivo. Historia de un amor en silencio con reflejos de mar.Me gusta tu manera de escribir, de sentir y de expresar lo que sientes.

Un beso mi querido Oswaldo, con sabor a mar.

My Photography said...

Dime tu que te llamé para que nos tomáramos un café y tratáramos de arreglar nuestros mundos!
No pudo dar contigo, sino con la contestadora del Cell...

Que hermoso escrito Oswaldo y que musa tan bonita la tuya!

Excelente que estés así!

Oswaldo Aiffil said...

Hola Pansy! Muchas gracias! Un momento de inspiración literaria. Un beso grande!

Hola Mirentxu! Gracias miles por tus conceptos. Me inspiré y escribí lo que me vino a la mente. Me alegra que te haya gustado. Un besazo maja!

Hola Lore! ¿Qué número estás marcando? Muchas gracias por lo que me corresponde. Dando mi mejor cara al mal tiempo. Un beso grande!

Hartado said...

Hola Oswaldo, muy bonito tu blog.

Tres días leyendo todos tus posts, son muy buenos para reflexionar.

Te mando un saludo desde aca de méxico.

Lupe.

Oswaldo Aiffil said...

Hola Lupe! Bienvenida a esta, tu casa virtual. Aqui te recibo con los brazos abiertos y te agradezco la buena vibra que traes. Muchas gracias por tus conceptos, wow, tres días sumergida en mis pensamientos plasmados es para agradecer. Un besazo y ven cuando gustes, que serás bienvenida!

Benedetto said...

Mi pana, me gusta este post!


;-)


Un abrazo desde siempre.


Beny.

Oswaldo Aiffil said...

Hola Beny! Mio caro amico, ¿sabes algo? Cuando escribí este post me vinieron a la mente dos personas: tu y Miguel Pinto. Tranquilamente podrían encarnar al protagonista del post, ¿o no? Un abrazo caro amico!