Sunday, October 03, 2010

Eudoro López Legórburu. In memoriam


“El Profe” era un hombre excepcional. Gran compañero, excelente colega profesional, confidente, consejero. Un amigo en las buenas y en las malas. Alguien muy cercano, aún cuando a veces la distancia parecía separarnos.



Lo conocí en 1984, cuando tuve que ver una materia en la Escuela de Ingeniería Sanitaria. Trató de convencerme para estudiar la mención de Sanitaria pero yo ya estaba decidido a estudiar Estructuras.


Ello no fue óbice para continuar nuestra amistad, que fue creciendo poco a poco, alimentada con muchas conversaciones "after hour" en su oficina, sobre diversos temas, personales y profesionales, para las cuales él siempre tuvo el tiempo necesario para escucharme, comprenderme, aconsejarme, para dar unas palabras de aliento, para ayudar a tomar la decisión que pensábamos era la más adecuada.


En 1986 tuve la gran dicha de saber que era oficialmente nuestro padrino de grado.


Un amigo de siempre era ahora nuestro padre profesional, eso fue una alegría muy grande para mí.


En septiembre de 2009 nos dejó, en medio de grandes muestras de pesar de todos sus amigos, de estudiantes y colegas de la Universidad Central, la Casa que lo cobijó durante 43 años como docente, investigador y formador de varias generaciones de ingenieros, entre los cuales orgullosamente me encuentro.


Fotografías y presentes que conservo llevan su huella, aunque la más importante de todas es invisible, es la que llevo en el corazón. La misma que, de sólo recordarlo, me hace esbozar una sonrisa cómplice mientras escribo estas líneas.


Me lo imagino en el cielo, rodeado de gente, conversando de lo humano y lo divino, explicando, bromeando seriamente, como sólo él sabía hacerlo.


Hoy 3 de octubre te recuerdo mucho Profe, donde quiera que estés, te manda un fuerte abrazo tu querido amigo “El Puñal”.


*Puñal: término de la jerga universitaria, que alude a la persona que estudia con mucho ahínco. De allí proviene también el verbo puñalear, que significa estudiar con mucho ímpetu.

3 comments:

Benedetto said...

Caro Guaglione,


¿Cómo has estado?. Mucha luz y luna ha pasado desde la última vez que pudimos vernos. ¡Vaya buenos tiempos!.

Vengo a rescatar con afecto estas lecturas tan sabrosas; para encontrarme con algunas líneas muy cargadas de sentimiento; de giros.

Ya tendremos momento para compartir. Así lo deseo. De los profesores que se van; quedan siempre en nuestro recuerdo cuando grande ha sido su paso.

No dudo que este sea el caso Guaglione. Gloria a él dónde quiera que se encuentre...

Un abbraccio!

Pansy said...

El puñal!
Me hiciste recordar viejos y muy buenos tiempos!
Esta reseña esta muy bella, digna de ti...
Pase a saludarte y a dejarte mi huella por aqui!

Oswaldo Aiffil said...

Caro amico! Come stai? Tanto tiempo. Ya ves, si has leído, ya sabes, los giros que da la vida. Actualmente en la pasmosa tranquilidad que existe en el ojo del huracán, buscando la forma de salir con bien de todo esto.
Si amigo, un pequeño homenaje a El Profe, en el aniversario 24 de mi graduación profesional. El es padre, amigo, hermano, confidente y tantas otras cosas, y lo extrañamos a mares. Un gran abrazo Guaglione!

Hola Pansy bella! Si, eramos dos amigos a los que él llamaba "Los puñales de Semana Santa", porque fue testigo de una semana santa en la que nos quedamos estudiando mientras los demás se fueron de vacaciones. Y así nos quedamos para él, los "puñales". Por allí tengo un pisapapeles donde me dejó escrito, cuando me gradué, la frase "¡Éxito, Puñal!". Un beso grande mi bella!