Saturday, October 25, 2008

Algunas apreciaciones sobre la escritura (Primera Parte)

¡Hola a todos! Haciendo un paréntesis en mis avatares profesionales en Houston, ya les he contado de mi dedicación, en mis ratos de ocio, a la literatura, en la forma de la lectura de libros. Entre estos he incluido algunos en el idioma de Shakespeare.
Cuando fui a Venezuela en el mes de septiembre, dejé olvidado en Caracas uno que compré, titulado “Infiel”, de la autora Ayaan Hirsi Ali. Es por ello que al llegar aquí, volví a la librería y, llevado por mi instinto, compré otro que me ha sorprendido, y con el cual estoy encantado. Se trata de “Come, reza y ama” de la escritora norteamericana Elizabeth Gilbert (Penguin Books). La reseña del libro la haré cuando termine de leerlo. Es intenso y apasionante desde el mismo comienzo. También me dediqué a investigar sobre la autora y he descubierto a una persona excepcional como ser humano. En su página web, entre otras cosas, nos muestra su punto de vista personal en lo que a escritura se refiere. En lo sucesivo voy a dejar en tres entregas la traducción que en su página tiene el mismo título del post. Espero que la disfruten. Se les quiere mucho por estos lares de Dios!

Algunas apreciaciones sobre la escritura (Parte 1)


Algunas veces la gente me pide ayuda o sugerencias sobre cómo escribir, o cómo lograr ser publicado: teniendo en mente que todo es efímero y personal, intentaré explicar aquí todo lo que creo sobre la escritura. Espero que sea útil. Y es todo lo que se.
Yo creo que si de verdad te tomas con seriedad la escritura o alguna otra forma de expresión, deberías tomarlo como un llamado sagrado. Yo me convertí en escritora de la misma forma en que otra persona se convierte en monje o monja. Yo me hice desde muy joven la promesa de escribir. Me convertí en una novia de la escritura. Fui su sirviente mas devota. Construí mi vida alrededor de escribir. No encontré otra manera de hacerlo. No conocía a nadie que se hubiese convertido en escritor. No tenía, como dicen, conexiones. Ni pistas. Solo empecé.
Tomé algunas clases de escribir en la Universidad de Nueva York, pero, aparte de un excelente taller con Helen Schulman, descubrí que no quería estar practicando este trabajo en un salón de clases. No estaba convencida de que un taller formado por 13 jóvenes escritores tratando de encontrar sus voces fuera el mejor lugar para encontrar mi propia voz, por lo que decidí, al mismo tiempo, comenzar por mi cuenta. Les mostraba mis trabajos a amigos y familia, en cuyas opiniones creía. Siempre estaba escribiendo y mostrando lo que hacía.
Cuando me gradué en la Universidad de NY, creé mi propio postgrado de escritura, lo cual conllevó a llevar muchos años viajando dentro y fuera de mi país, trabajando en bares y restaurantes, y haciendas, escuchando cómo hablaba la gente, recogiendo experiencias y escribiendo constantemente. Quizás para otros yo llevaba una vida desordenada, pero mis viajes fueron un esfuerzo deliberado para aprender tanto como pudiera de la vida, de manera tal que pudiera escribir sobre ella.
Alrededor de los 19 años comencé a enviar cuentos cortos para publicación. Tenía el objetivo de publicar algo (lo que sea, donde fuere) antes de morir. Lo que recogí fue una gran cantidad de notas de rechazo, durante años. No puedo explicar exactamente el porqué tenía la confianza para estar enviando mis cuentos cortos, a la edad de 19, para, digamos, la revista “The New Yorker”, o el porqué no me destruí cuando era inevitablemente rechazada. Creo que, de algún modo sabía que iba a ser rechazada, pero al mismo tiempo pensaba: “Hey, alguien tiene que escribir estos cuentos, ¿porqué no yo?”. Yo no adoraba ser rechazada pero mis expectativas eran bajas y mi paciencia muy grande (De nuevo, el objetivo era ser publicada antes de morir, y yo era joven y saludable). Nunca fue fácil para mi entender porqué la gente trabaja tan duro para crear algo bonito, y entonces se rehúsa a compartirlo con alguien, por miedo a la crítica. ¿No es ese el punto de la creación –comunicarle algo al mundo? Entonces PONLO ALLI. Envía tu trabajo a los editores y agentes tanto como sea posible, muéstraselo a los vecinos, pégalo en una parada de autobús, pero no te sientes sobre él a sofocarlo. Al menos inténtalo, y cuando las fuerzas te devuelvan el manuscrito (que lo harán), respira profundo e inténtalo de nuevo. Frecuentemente veo gente que dice “No soy tan bueno para ser publicado”. Eso es bastante posible. Probable, aún. Todo lo que digo es que dejes que sean otros quienes lo decidan. Revistas, editores, agentes, todos ellos emplean a jóvenes a los que les pagan 22.000 dólares al año y cuyo único trabajo consiste en leer pilas de manuscritos y enviar cartas diciendo que no eres tan bueno aún: DEJALOS QUE LO HAGAN. No te adelantes al rechazo. Ese es su trabajo, no el tuyo. Tu trabajo es escribir lo que sale de tu corazón y dejar que el destino haga el resto (continuará).

6 comments:

Lena yau said...

Excelente entrada, Oswaldo.

Yo estoy de acuerdo con ella.

La única manera de escribir es construyendo tu vida alrededor de la escritura.

un beso

Oswaldo Aiffil said...

Hola Lena! No sabes cómo me honra tu comentario. Como ya te debes haber dado cuenta, soy fanático de "Juan", o mejor dicho, si, lo admito, me muero por Gioia!!! Gracias por venir, escribes maravilloso! Beso grande!

celegiqui said...

Está interesante, sí, pero algo de modé, ¿no? ¿Por qué no publicar en un blog? ¿Por qué no publicar en sitios 2.0 (associatedcontent, helium, triond)?

No es necesario todo ese desgaste de energías de envío de "manuscritos". Claro, si lo que te interesa es la literatura, la letra, porque me imagino que no estamos hablando acá de hacer dinero, ¿o sí?

Oswaldo Aiffil said...

Hola Celegiqui, bienvenido eres a esta página virtual que te recibe con los brazos abiertos. Las palabras de Elizabeth Gilbert (aunque faltan dos entregas para tener el texto completo) tienen como destinatario a las personas aficionadas a la escritura, cuyo objetivo final es publicar un libro (en papel). No todo el que publica un libro termina haciendo dinero, y eso lo debes saber.
A mi personalmente me encanta leer libros en papel, y demodé o no, te confieso que nunca he leído un libro de literatura por internet. Eso es algo que, como el amor, no siempre tiene respuesta, no te lo puedo explicar, y las librerías, por lo menos en España, en Estados Unidos y en Venezuela, no son precisamente un negocio en decadencia, ¿o si? Considero que hay cosas muy importantes para un escritor en las palabras de Elizabeth, y por eso las traduzco y las publico. Mis saludos cordiales!

Silvia said...

Hola Oswaldo! me perdí un par de dias y me encuentro con todo este material en tu post para leer, para aprender gracias por compartirlo!

Silvia

Oswaldo Aiffil said...

Hola querida Silvia! Agradado de que mi traducción de las palabras de Elizabeth Gilbert sean de utilidad para ti, que das los primeros pasos en la escritura. Eso es lo importante de este tipo de posts, que la gente lo interprete, que le vea la parte útil en sus vidas. Un beso querida Silvia!