Sunday, August 11, 2019

Veintiún pilotos



Mi hijo escuchaba música desde su teléfono celular. La canción se me hacía atractiva, aunque no podía entender bien lo que decía (se canta en rap). Creo que esas son las mejores. Las que traen sentimientos, aunque en realidad no entiendas bien lo que dicen. Todo un misterio.
Le pregunté sobre quienes eran los que cantaban. El buscó en su playlist. “Twenty-one pilots”. Yo nunca había oído nada sobre ellos. La canción estuvo dando vueltas en mi cabeza unos días más. Un poquito de tristeza venía con el recuerdo, sin poder asociarlo a nada. Pasado el tiempo se fue quedando por ahí, en algún rincón de mi mente.
Muchos días después, viniendo de una visita de campo a Boyacá, la canción volvió a sonar en la radio. Y los recuerdos tristes llovieron de nuevo. Sin entender aún de qué iba la canción. Sin poder explicarme.
Pregunté al conductor sobre el nombre de la canción, el grupo, el cantante. La misma respuesta: “Twenty-one pilots”. No se sabía el nombre de la canción.
Cuando estuve en casa me puse a buscar, aún con la tristeza a cuestas. La encontré. “Stressed out”. Se podría traducir como ¿“Angustiados”?
Todo era un misterio, el nombre del grupo, veintiún pilotos. ¿Por qué así? Resulta que proviene de una novela de Arthur Miller, “Todos eran mis hijos”, basada en una historia real sobre un hombre que vendió piezas defectuosas a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, causando la muerte de 21 pilotos en misiones de combate.
¿Se imaginan la angustia de un piloto de combate al ver que algo en lo que más confía falla? ¿Y la tristeza implícita (aunque nunca lo iban a saber) de que la falla fuese por negligencia y codicia?
Es quizás por esa razón que cuando uno escucha la canción (“Stressed out”) le queda una tristeza profunda que no puede explicarse. De alguna forma quedó impregnada la tristeza y la desesperación de los pilotos en sus instantes finales.
Puede que solo me pase a mi. De hecho, me sigue sucediendo cada vez que la escucho. Y ahora más, cuando pienso en el porqué de las cosas. ¿Qué de cosas estarían en la mente de los que la compusieron? Porque algo dejaron impregnado en ella. Algo que se transmite cuando escuchas la melodía. Cómo la codicia puede hacer que alguien envíe adrede piezas defectuosas para un avión, sabiendo de antemano las consecuencias que ello traerá, sin pensar en ello sino en el beneficio económico que le generará la operación…
Creo que en ello reside la tristeza que está implícita en la canción.
*Imagen: pearlharborwarbirds.com

2 comments:

RosaMaría said...

Realmente angustiante. Busqué la canción y la traducción, bella y casi triste más al saber el porqué. Relatas tan bien que tendrías que hacer un compilado y editar un libro... ¿O ya lo hiciste? Hasta pronto: saludos.

Oswaldo Aiffil said...

Hola Rosa María! Tanto tiempo sin vernos. Te recuerdo siempre.Gracias por el cumplido. Lo he estado pensando. Incluso en reescribir algunos posts. Gracias, gracias por creer en mi. Un beso.