Sunday, November 04, 2012

Antología del cuento triste



Terminando de leer la “Antología del cuento triste”, de Bárbara Jacobs y Augusto Monterroso (Suma de letras, 2004). Son 24 los cuentos escogidos por la pareja con el criterio de ser los más tristes que recordaran haber leído.

Dice Monterroso en el prefacio: “La vida es triste. Y si es verdad que en un buen cuento se concentra toda la vida, un buen cuento será siempre un cuento triste.”

Y si, son bastante sentidos los cuentos, sin embargo poseen una belleza narrativa pocas veces vista. No es una lectura de esas que te gustaría recomendar a esos lectores que dicen que compran un libro para huir de la dura realidad y divertirse.

No, este no es ese libro. Aquí nadie va a esbozar una sonrisa. Por el contrario, más de una lágrima va a quedar en el camino. 

Hay un cuento titulado “Madre de pueblo”, del escritor italiano Corrado Alvaro, que me mantuvo pensando en mi madre de principio a fin. Toca de una manera magistral esa relación que existe de por vida entre madre e hijos, esa cantidad de cosas que se dicen sin formular palabras, solo con miradas y monosílabos. Alvaro encontró la forma más bella de retratar esa relación.

Hay unos más tristes que otros, de personajes solitarios, crueles, angustiantes, irascibles y todas esas formas de conducta humana con las que nos topamos calle arriba y calle abajo.

Los autores van desde James Joyce, pasando por William Faulkner, Flaubert, Melville, Chejov, Thomas Mann, Juan Rulfo, Juan Carlos Onetti, Leopoldo Lugones, Iván Bunin, Sherwood Anderson, Katherine Mansfield, Dorothy Parker, Corrado Alvaro, Salarrué, Arna Bontemps, Saul Bellow, Carson McCullers, Leopoldo Alas, Grace Paley, René Marqués hasta el propio Monterroso (4 de ellos ganadores del Nobel de Literatura).

En uno de los cuentos, el de Herman Melville, titulado “Bartleby el escribiente”, el abogado protagonista de la historia nos dice: “la felicidad busca la luz, por eso juzgamos que el mundo es alegre; pero el dolor se esconde en la soledad, por eso juzgamos que el dolor no existe.”

Si alguien quiere adentrarse en estos cuentos tristes pero profundamente humanos y hermosos, le recomiendo de corazón leer este libro.

6 comments:

The Modesto Kid said...

Un poco divertido que Monterroso incluya el "Bartleby" en su antología de cuentos tristes -- el mismo Monterroso fue incluido por Vila-Matas como afiliado de "Bartleby y Compañía"

Oswaldo Aiffil said...

Hola Jeremy! Los Bartlebys de Vila-Matas existen, o, como en el caso de Monterroso, existieron. Escritores que por alguna misteriosa razón dejaron de escribir. Interesante la paradoja que mencionas. Un gran abrazo!

rominita said...

Hola querido mío!
Creo que hay que ser muy valiente para adentrarse en un cuento triste. ¡Yo no puedo!, nunca he podido ni con los libros ni con las películas tristes.
Un besote inmenso!!!

Oswaldo Aiffil said...

Hooola mi Rominita bella! Pues sí que me atreví y lo disfruté mucho. Me gustan los libros que exaltan con arte los sentimientos, y este es uno de ellos. Y de verdad que hay que tener valentía para disfrutarlo sin caer en depresión, ver la parte bella de la tristeza, la parte poética. Allí está plasmada, en esencia. Un beso enorme Rominita linda!

Yolanda Fernández G. said...

Querido Oswaldo, me cautivó tu descripción del libro. Voy a buscarlo para "envalentonarme" y leerlo.
Un saludo.

Oswaldo Aiffil said...

Querida Yolanda! Lo vas a disfrutar porque la narrativa es A1, y la tristeza es lo más parecido que hay a la felicidad. Un beso grande!