Saturday, October 27, 2012

Sábado silencioso



En estos días he estado leyendo a Paul Auster, los libros autobiográficos (El cuaderno rojo, Diario de Invierno y La Invención de la Soledad). Interesante saber que dentro de cada ser humano se repiten los mismos pensamientos, las mismas situaciones, arde la llama de la misma esperanza.

He rescatado pensamientos que Auster ha recopilado y tenido presentes a lo largo de su vida. En “Diario de Invierno” hay una parte donde nos cuenta como un padre moribundo, en su lecho de enfermo, le dio a su amigo un último consejo: “Nunca dejes pasar la oportunidad de mear”. En mi vida, cuando he desobedecido ese consejo la he pasado muy mal, y hasta he llegado a hacerme encima.

En “La Invención de la Soledad”, parte 2, “El Libro de la Memoria”, comienza y termina diciendo: “Fue. Nunca volverá a ser. Recuérdalo”. Nada más cierto. Se puede volver a los mismos lugares, encontrar en el tiempo a las mismas personas, pero nada vuelve a ser igual, nada vuelve a repetirse. Es como el tren que ya pasó. Si lo vuelves a ver, no será el mismo.

Cómo me ha dado material para reflexionar este autor. Los libros son lentos, como una película de Woody Allen, pero te hacen recorrer aspectos de tu vida a través de la experiencia de lo vivido (por Auster), que no es para nada despreciable.
La vida está siempre allí. La vamos dibujando en nuestra tela. Trazos van, trazos vienen. Recuerdos van, encuentros vienen.

Cita Auster a su amigo poeta George Oppen: “Algunos de los sitios más hermosos del mundo están en el cuerpo de tu mujer”. Qué belleza de frase. Y cuando te pones a ver te das cuenta que es verdad, que si lo están y muchas veces te has quedado mudo en tu contemplación del paisaje. Nutre mucho leer a Paul.

El sabe que está entrando en el invierno de su vida. ¿Y yo en qué parte estoy? ¿Finalizando primavera? Ya tengo 50. Y aún sigo haciendo cosas que me sorprenden. El espíritu está intacto. Y también las ganas de vivir.

2 comments:

Yolanda Fernández G. said...

Querido Oswaldo, nosotros los de "sin-cuenta" que es algo así como de cincuenta, estamos siempre en la "eterna primavera".
No te compliques, no pienses en los años que pasaron y sumaron, piensa en los que vienen... que nos van a restar, pero no importa.
La vida es buena, a pesar de todo.
Un abrazo.

Oswaldo Aiffil said...

Yolanda, es navegar en un mar plagado de recuerdos, anécdotas, vivencias. Ellas están allí como lo que son y de nada vale intentar repetirlas porque son únicas. No vienen más. Y si, hay que seguir viviendo lo que nos queda, a todo vapor! Un beso grande!