Thursday, November 17, 2011

El héroe digital

(Ya no me importa la interacción humana directa. Es demasiado superficial y predecible).

¿Qué de qué voy? La cosa va más o menos así: soy un individuo gris, es decir, nada me importa, nada hago por cambiar un entorno que no acepto como tal, nada de allí me gusta para mí, no tengo amigos en la vida real, no saludo a nadie en el ascensor, siento que todos me rechazan, detesto a un gentío que brilla con luz propia porque esa luz me enceguece y me molesta, ¿envidia llaman?, y finalmente doy gracias a Bill Gates por crear el ordenador "for dummies", y facilitar mi interacción con el aparato electrónico que me ha permitido convertirme en un héroe, un héroe de mi mismo, pero héroe al fin y al cabo; les hablaba sobre el ordenador, ese aparato frente al cual puedo sentarme todo el día, si, todo el día porque no trabajo, ni estudio. Soy un vago. Eso es lo que soy, si, y me importa un bledo lo que piensen los demás.

El asunto es que gracias al dominio de mi ordenador he podido crear mi otro yo, invisible para los demás que son ajenos a mi mundo paralelo, ése al cual accedo con solo teclear un poco, y en el cual me he convertido en un príncipe, un sabelotodo genial, y hasta me he especializado. Tengo seguidores. Quinientos seguidores, ¿se imaginan a ese gentío pendiente de lo que yo hago? ¿Pendiente de mí? Soy un héroe. Definitivamente. He logrado el reconocimiento anhelado y tantas veces negado en la vida real. No importa que no trabaje, ni estudie. Para ellos o quizá para mí mismo, soy un héroe.

¿Qué cómo he hecho para ser tan popular? Muy sencillo, he buscado un tema atractivo en la red, y no he encontrado nada mejor que escribir sobre Leo Messi, el astro argentino del fútbol. ¿Ven lo hábil que soy?

En principio no sabía nada de él (ni idea de quién se trataba) y mucho menos de qué hablar con mis nuevos amigos virtuales, pero no fue difícil notar que todos hablan de él, les gusta hablar de él, así que entré a Wikipedia y pensé: “Cuéntamelo todo”, o lo que es lo mismo, leí, leí, leí y leí. Hice un postgrado allí, leyendo sobre Messi. Ahora sé de qué va la cosa con el argentino. Durante largos días memoricé su biografía de Wiki hasta que me la aprendí. Claro que reforcé mis “conocimientos” con otras descripciones que aparecen en otras páginas web (sin importarme su confiabilidad, claro, es que yo soy así, superficial, ¿qué te puedo decir?).

Ahora “chateo” con mis amigos sobre Messi, y me doy el tupé de pontificar sobre él. Mis amigos (¿fans?) de twitter se han encargado de ir dejando colar los pocos datos que no están en wikipedia, y que, por supuesto, yo no sabía y los he anotado, logrando con ello enriquecer mi know how del crack.

A veces pienso que si salgo a la calle, lejos de encontrarme con mis vecinos apestosos, me voy a encontrar con el propio Messi, y me invitará a jugar futbol, cosa que aceptaré gustoso, aunque nunca antes me haya parado ante un balón, pero todo sea por colgar en twitter una foto donde salgamos ambos con el balón de por medio. Sería la envidia de la vecindad virtual, mi pase definitivo al estrellato. Mis seguidores se multiplicarían por mil, haciendo realidad mi gran deseo de tener muchos followers, que así los llaman.

Pero venga, vamos, que con el mundo real no quiero nada, ya dije que allí todos apestan. Voy a llamar a mi madre para que me traiga la comida, no tengo ganas de salir del cuarto. Mi mundo está aquí. Y aquí soy el centro del Universo.

2 comments:

RosaMaría said...

Jooo!! Qué actual es esto! Por lo menos se interesó por algo, mejor dicho alguien. Un cuento que se las trae, una genialidad tuya. Te abraza con cariño: Rosa María.

Oswaldo Aiffil said...

Jajajaja, gracias Rosa María! Un cuento fronterizo entre lo real y lo imaginario...un besazo mi bella!