Saturday, June 27, 2009

Amaneciendo en primavera


Caminamos por el campo. Está a punto de amanecer a juzgar por los cambios en los colores del cielo, que ya comienzan a multiplicarse. Se escuchan las pisadas sobre la hierba. De vez en cuando y de cuando en vez alguien se detiene a observar algún pequeño detalle. Hay cosas que a mi propiamente me gustaría contemplar por más tiempo, pero soy quien menos conoce el camino, y por ello me apresuro. A la cabeza va el Maestro Zen Doogen. Lo saludo gestualmente y el responde de la misma forma. Me han hablado de su erudición. No encuentro qué cosa preguntarle que no parezca una estupidez. Voy filosófico, y a la pregunta sobre con quién o qué cosa debía comparar al mundo, el Maestro Doogen respondió sin titubear: "Con la luna, reflejada en las gotas de rocío sacudidas del pico de una garza".
Me deja pensativo e imaginativo...
Siguen multiplicándose los colores allá arriba. En todas partes las gotas de rocío. Yo las veo más bonitas en los pétalos de las hortensias. Me olvido de todo y las contemplo hasta que los ruidos de las pisadas comienzan a alejarse. Se acerca a mi el poeta Basho, y al pasar murmura: "Rocío puro de la mañana. Sin utilidad para este mundo." Me incorporo y lo sigo, en su raudo andar hasta alcanzar a los demás.
Creo me vió disfrutar de la vista y al mismo tiempo meditó sobre la superficialidad con que se lleva la vida actualmente. Eso supuse mientras lo escuchaba murmurar y un luego un poco más, mientras me incorporaba.
"Sin mi viaje, y sin la primavera, me habría perdido este amanecer" musitó el Samurai Shiki, caminando entre el follaje, con los primeros rayos del sol aún por aterrizar.
"Con la lluvia de primavera, todo crece en hermosura", susurró Chiyo Ni, la poetisa.
Y razón no le falta. El verdor lo dice todo.
"Lluvia de primavera. Todavía están húmedos los vientres de las ranitas" agregó Yosa Buson, mi muy observador amigo poeta.
"En este mundo de rocío, mundo, sin duda, de rocío, aunque siendo rocío..." Es Issa, el escritor, que se incorporaba al grupo, pues se había quedado rezagado mirando los reflejos de la luna en la laguna.
"Cómo me gustaría lavar el polvo del mundo con esas gotas de rocío" atinó a decir Basho, el gran poeta.
Ya ha amanecido del todo, el Maestro Shuusai contempla el cielo azul, muy atento, y piensa en voz alta: "Allá van de charla, el primer sol y una nube fugitiva de un cuadro".
Definitivamente esta gente piensa en los detalles, son muy observadores, y seguramente escrutan en silencio el ruido que hacen los pétalos de las flores al abrirse...
*Divagación en el tiempo, de mi propia autoría, que incluye poesía de mis acompañantes en la marcha, cuyos nombres se mencionan en el texto. La caligrafía japonesa que ilustra el post, símbolos kanji que significan "posada de la luna reflejada en el agua".

6 comments:

Lena yau said...

Exquisita divagación...

Me encanta pensar en la luna reflejada en una gota de rocío que el pico de un ave agita....

Un beso, O!

Oswaldo Aiffil said...

Hola Lena! Me halaga muchísimo tu comentario. Viniendo de ti, me produce una extraordinaria sonrisa. Yo admiro lo que tu escribes, y además se que te has preparado para ello, y por sobre todas las cosas vienes a mi humilde casa a llenarla de buena vibra, no se puede pedir más! Un beso enorme de admiración por ti!

Waiting for Godot said...

Simplemente hermoso. Mucho talento Oswaldo, sigue explotandolo al maximo. Besotes.

Oswaldo Aiffil said...

Hola mi tierna Waiting! Muchas gracias! Ojalá pudiera escribir a mis anchas pero la ingeniería se interpone...aún...pero de vez en cuando me aplicaré. Un beso grande para ti!

RosaMaría said...

qu+e hermoso texto... me pareció estar en el camino y la contemplación de esa sencilla belleza... besos

Oswaldo Aiffil said...

Hola Rosa María! Que bueno que lo disfrutaste. Me hace feliz saberlo. Fue hecho con el corazón. Un beso querida amiga!