Thursday, March 20, 2008

¿Y de dónde será que soy?



Mi nombre es José Fernando Rodriguez Restrepo, pero desde que tengo uso de razón me llaman “Nando”. Vivo en San Antonio del Táchira, Venezuela, desde hace muchos años. Antes viví en Cúcuta y en Rubio, es decir, a ambos lados de la divisoria de países, la frontera, una línea que sólo he visto en los mapas porque aquí no la he podido encontrar jamás.

Hay que vivir en la frontera para saber pronunciar mi nombre. Si, ya sé que parece fácil, pero es que para los andinos, la pronunciación de la ene tiene algo diferente de la que pronuncian en otras partes de Hispanoamérica. Cuan familiar me suena ese "Nando" cuando me lo dicen en San Antonio o en Cúcuta.

Nací en Rubio, estado Táchira, Venezuela, o mejor dicho, nací en el Hospital Universitario de Cúcuta, Colombia. La verdad absoluta nunca la sabré porque, aparte de que nunca me fue revelada, tengo dos partidas de nacimiento y dos documentos de identidad, uno de Venezuela y otro de Colombia.

Crecí escuchando por igual el vallenato y el bambuco andino, los cuales me gustan por igual, me encanta la chicha criolla y la cola Postobón, el bocadillo de guayaba y los abrillantados merideños.
Soy fanático de “La Vuelta” ¿No les suena? La famosísima vuelta ciclística al Táchira y también de la “Clásica RCN”. Aquí todos somos amantes del ciclismo y del fútbol. ¿Mis equipos? El Deportivo Táchira y el Cúcuta Deportivo. Rojinegro y aurinegro, pues a ambos los vivo y los siento por igual.

Les cuento de mis padres: mi papá nació en Venezuela, en Petare, una parte de Caracas donde dicen que habita mucha población colombiana, y se vino para acá muy joven, escapando de su familia, pues su padre, mi abuelo, era de férreo carácter, cosa de la que mi padre terminó cansándose. Al llegar aquí, después de mucho trajinar, se puso a trabajar en construcción de casas, y así fue como conoció a mamá, quién era cocinera de los obreros del campamento de construcción. Mamá nació en Barrancabermeja, Santander, Colombia, y nunca supe cómo vino a parar a Rubio. Papá tampoco me habló de esa historia, aunque mis tías me dicen que él iba mucho a Cúcuta los fines de semana, y uno de esos fines regresó con ella, agarraditos de la mano, y desde ese entonces nunca más volvieron a separarse.

Se casaron aquí y se fueron a Colombia por un tiempo, a conocer la familia de ella. Iban y venían con regularidad. En ese ir y venir nacimos mi hermana Luz Stella y yo. Luz también tiene dos documentos de identidad, y tampoco sabe decir si es colombiana o venezolana. Nunca ha entendido, al igual que yo, la diferencia.

Tengo que revelarles que, al igual que nosotros, muchos de nuestros vecinos y amigos de aquí tienen doble nacionalidad, y todos se sienten colombianos y venezolanos por igual.

Cuando tienen hijos, y alguno de ellos destaca una característica venezolana, rápidamente lo apodan “El Veneco”, y si ésta característica es más apropiada del otro lado del puente (Puente Internacional “Simón Bolívar”), lo apodan “El Cachaco”. Esto me trae más confusión, porque nunca puedo discernir cuál de ellos es “El Veneco” y cual “El Cachaco”, por lo cual ambos, con risa cómplice, se burlan de mi enredo.

Me casé hace diez años con una venezolana, María, llanera para más señas, de Calabozo, estado Guárico. Ella vino a parar aquí por uno de esos avatares de la vida, y yo, al verla por primera vez, supe que era la mujer de mi vida. Cuando se percibe la mirada del amor no hacen falta muchas explicaciones, es una magia que te envuelve, y eso es lo más hermoso de la vida.

María y yo tuvimos dos hijos, Luis Carlos y John Jairo, que nacieron en San Antonio, y ahora estudian la primaria en un internado de Cúcuta. Los vemos los fines de semana, cuando están libres. María los va a buscar y los trae a casa.

Hace unos días, cuando llegué a casa, encontré a María angustiada entre noticias de cierre de frontera y movilización de unidades de combate del ejército de Venezuela. Los tambores de la guerra resonaron en el Táchira. Lo que hicimos fue llorar toda la noche, pues nuestros hijos estaban del otro lado, posiblemente con mayor angustia que nosotros. No supimos qué hacer, dónde ir, ni siquiera entendíamos los motivos de la lucha. Tenemos tantos amigos en ambos lados que nos aterrorizaba la mera posibilidad de vernos enfrentados. Nos conocemos de toda la vida, y somos hermanos de sangre, de destinos y circunstancias.

Gracias a Dios los tambores dejaron de sonar, y en su lugar retumbó un concierto multitudinario, realizado en el propio puente, al que llamaron, muy apropiadamente, “Paz sin fronteras”.

Claro que nos fuimos todos, junto a los niños, que no tuvieron clases el lunes siguiente, y una enorme legión de vecinos y amigos.

Allá nos encontramos con multitud de amigos y conocidos, brindamos con ron y aguardiente, bailamos, cantamos, reímos, nos abrazamos, nos sentimos uno en medio de una raya fronteriza que ninguno de nosotros, ni antes ni después, atina a ver.
Apoteósico el concierto, muy bonito, María y los niños lo disfrutaron muchísimo. A mi me pareció que era un sueño hermosísimo, del que no quería despertar jamás. Los artistas que vinieron estuvieron fenomenales, maravillosas actuaciones que no olvidaré jamás en mi vida.
Somos un solo pueblo, y para saberlo, hay que venir a San Antonio y ver la cantidad de personas que cruzan el puente a ambos lados, todos los días de la vida, unos viven aquí y trabajan allá, y viceversa. Aquí cada quién tiene un cuñado colombiano, un sobrino venezolano, una comadre, un compadre, dos documentos de identidad, aquí todos somos uno solo…

36 comments:

Anonymous said...

Hola amigo, pero que excelente post el que has traído en esta ocasión.

Aunque deber ser algo muy confuso no saber realmente de que país se es por cuestiones de inconvenientes que este hecho pueda causar, pues por la hermandad de las dos naciones también es muy interesante ser de aquí y de allá, tal como dice el post dónde no se ha podido encontrar la línea que divide la frontera.

El concierto fue magnifico y demostró que todavía poseemos la suficiente inteligencia para solucionar las cosas de la mejor maneras dando un no rotundo a las guerras como como medio para "solucionar" las diferencias.

Saludos y buena semana santa

Rita ♫ said...

El día que el ser humano entienda que el mundo es uno sólo, sin banderas, sin fronteras... que cada persona cuenta... qué diferente será todo.
Brindo por la iniciativa del concierto. Ojalá y nuestros gobernantes reflexionen antes de que sea tarde.
Besos, Oswaldo.

Alleta said...

ME encanto este post!!! Hace poco vi un video de Jaime Bayly con el que me senti plenamente identificada. Hablaba de que no estaba de acuerdo con que no hubiesen dejado a Uribe ir al concierto. Porque en este conflicto no se podia ser imparcial. Porque no se podia estar con Chavez y con Uribe al mismo tiempo. Yo estuve 100% de acuerdo con lo que decia Bayly. Pero ahora leyendo tu post, entiendo muchas cosas.
No se trata de tomar partido por una posicion politica. Se trata de la Paz y la no existencia de esa linea en un mapa que separa nada, absolutamente nada!!!
Besos y gracias!!!

Anonymous said...

La línea divisoria sólo existe en el mapa, y es necesaria para asuntos meramente administrativos. Por eso el ciudadano común que vive en la frontera no la ve, para él no existe.

Unknown said...

Primero dejarte un gran saludo, y luego decirte que no se si tu historia tan sabrosa será cierta o producto de tu imaginación pero no dudo ni por un momento que en la vida real, para esa gente que vive pegada a esa supuesta linea sea así; tal cual se lee.
Un abrazo amigo

Ricky del Norte said...

Me encanto tu post Oswaldo, te voy a contar una anecdota que me ocurrio hace como un par de semanas aquí al otro lado del mundo, donde vivo; Un sabado en la noche estaba con mi familia de compras en una tienda, cuando al momento de pagar vemos que la cajera no solo tenia cara de latina tambien su nombre "Lourdes". Yo le pregunto habla español?..., y ella muy amigable, me responde claro yo soy de Colombia, yo le digo, de donde cree que somos nosotros...?, ella dice de España..., yo,no!!!, de Puerto Rico..., no!!!, y mi hijo Cristian se adelanta y dice, somos de Venezuela..., ella pone una cara de sorpresa y hasta cambia su rostro y me pregunta..., pero somos amigos verdad?. Yo sorprendido volteo y miro a mi familia y todos nos vemos sorprendidos!!!, yo digo..., por supuesto que somos amigos, si somos la misma gente, ademas las fronteras solo existe por razones politicas y administrativas, y lamentablemente puede ser una barrera en nuestros paises, pero no aquí al otro lado del mundo. Resulta que Lourdes tenia solamente 6 meses aquí en Wisconsin, seguro con el tiempo superará ciertos prejuicios que trae de su país, y se dara cuenta que todos los imigrantes sean de Venezuela, Colombia, Ecuados, Peru, Bolivia, Chile, Uruguay, etc. estamos aquí, al otro lado del mundo por una razón similar, bien lejos de nuestros paises..., y aquí todos somos como hermanos.
Un abrazo.

Lycette Scott said...

Te pasaste con este relato mi querido amigo, una cosa genial...yo estoy muy contenta y pienso que deberíamos ver más seguido cosas como esta.
Besos

Oswaldo Aiffil said...

Hola Javier! Gracias! Pasa en la vida, pasa en TNT. Me gustó mucho ese concierto, sobre todo el mensaje que envolvió. Un abrazo!

Hola Rita! Eso está dificil todavía, pero se avanza en ese sentido (i.e. La Unión Europea). Las fronteras solo existen en los mapas, cuando pasas no las ves. Un beso!

Hola Alleta! Ojalá despertemos algún día donde las fronteras sean sólo un sueño del pasado. Como dice una canción de Maná: "falta amor, mucho amor!" Un beso!

Hola Mariale! Yo he pasado por ese puente, y no la he visto. He llegado al otro lado y me siento en el mismo país, nos parecemos mucho. Un beso!

Hola Señor Loco! ¿Realidad? ¿Ficción? Nunca se sabrá, como en la historia de Nando. Gracias y un gran abrazo!

Hola Rick! Cada quien tiene una historia similar que contar. Y uno termina dándose cuenta que somos un solo pueblo. Un abrazo!

Hola Liz! Feliz aniversario! Gracias! El concierto no es otra cosa que el triunfo del amor entre seres humanos. Nada más que eso. Un beso amiga!

Unknown said...

colombianos o venezolanos todos somos la misma piel..

al diablo las fronteras!!

Unknown said...

colombianos o venezolanos todos somos la misma piel..

al diablo las fronteras!!

zel said...

Preciosos post, Oswaldo, a veces a uno le conviene que le recuerden que el amor no entiende de fronteras...más en nuestro caso, que nos sentimos estraños con algunos de nuestros vecinos...
Besos y feliz Pasqua.

J-oda said...

Que maravilla leerte hoy...
Que manera de expresar la igualdad, la hermandad, la complicidad...

Que hoy siempre Tu Pascua sea reconciliadora!

FELIZ DIA.

PD: Angel en casita. Con un yeso por los próximos tres meses que pondrá a prueba SU paciencia y la de TODOS. ;)

Oswaldo Aiffil said...

Hola Mafalda! Basta haber estado allá para comprender que estamos hechos de lo mismo. Pero así son las cosas...un beso linda! Y siento mucho lo de tu papá!

Hola querída Zel! A veces las cosas más sencillas se hacen tan difíciles de entender. Feliz domingo de pascua para ti también! Un beso!

Hola querida J-Oda! Gracias por lo que me corresponde. Feliz domingo de pascua! Angel nació para grandes cosas, regido por buena estrella. El solito se va a ir dando cuenta, a través de las cosas que le suceden. Entre otras, tu presencia y la de Bexza! Besos a las dos!

IMAGINA said...

Qué belleza Oswaldo.... las fronteras son líneas divisorias que sólo están en los mapas pero nunca en el corazón de gente como Nando.
TQ♥

Yolanda Fernández G. said...

Hola Oswaldo, hay que vivir en una frontera para sentirse ciudadano "sin fronteras".

Yo me "gocé" ese concierto completito... no hubo desperdicio de ningún tipo. Fue una maravillosa experiencia y una lección para los políticos porque los ciudadanos decidieron estar juntos por encima de las fronteras que los separan.
Un gran abrazo.

Waiting for Godot said...

Buena parte de mi familia es de los andes, yo no (nadie es perfecto), pero buena parte de mi familia lo es y al final es como si me hubiera criado allí, entiendo perfectamente tu relato, para nosotros los colombianos siempre fueron más que hermanos, siempre. Muchos besos Oswaldo. Se te quiere mucho.

Gilberto said...

"...Imagine all the people,
sharing all the world.." dijo una vez un poeta, que por pensar tan lindo fué alcanzado por la munición de la decadencia.

Ross said...

Ay amigo que nota tu relato, pero el destino no se si sea tan bonito como la historia, Dios quiera, cuantas cosas se ven a diario.

Acerina said...

Na guaráááá...

Excelente...!!!

Así es la familia de uno de mis exs... La abuela en Colombia, los tíos y primos regados de un lado y del otro... Son los mismos... ¡SOMOS LOS MISMOS!!!!

¿Por qué cuesta tanto que se den cuenta???

rominita said...

Mi queridisimo Oswaldito!!!, paso a dejarte mis saludos y a decirte quer siempre estas en mi pensamiento.
De tu post puedo decir que nos ahorrariamos muchos problemas si entendieramos que todos estamos viviendo en el mismo planeta y no hay mas (hasta ahora) donde ir.
Un abrazote!!!!

El Trimardito said...

Yo me llamo el Trimar y estoy orgulloso del continente en el que naci. Donde no hay distincion entre paises, solo las que tenemos por costumbres, cultura y sexo.
Tremenda carta, que me llena de orgullo y de mas amor por mi tierra.

Saludos!!

Silvia said...

Hola Oswaldo!! Que bello relato, me encantó, me dio de frente en el corazón, todos somos uno,hay cosas que se deciden sin tomar en cuenta lo que afecta, lo que modifica, menos mal que venezolanos y colombianos tenemos claro que mas que vecinos somos hermanos!!

Cariños

Silvia

Bexza said...

que bonito, realmente bonoto... y es una realidad.. SOMOS HERMANOS DEFINITIVAMENTE...

saludos violetas...

Unknown said...

Tu historia lo dice todo.. somos seres sin país, el ser humano pertenece a todos los lugares y a ninguno.
Por ello no deberían haber guerras ni conflictos, pero los dirigentes juegan a la guerra con personas y no con juguetes en vez de afrontar sus problemas locales, es más fácil buscar un problema exterior que arreglar los problemas internos.

Saludos y un beso.♡

El Trimardito said...

Oswaldo,
anotado el nombre del libro, lo busco, cuando lo consiga, me comunico contigo por esta via, nos pasamos lo e-mails y te mando ese ejemplar.

Saludos!!

tu vecina Day said...

Besos querido amigo,
Felíz cumpleaños a te nena,que la haya pasado BOMBA junto junto a quienes más quiere.
pd:;-) estoy pendiente,andaba de playa aún hasta hoy..besitos.

tu vecina Day said...

pd2:a mi me dicen "negrita cucurumbé" jiji.

Mua!

Oswaldo Aiffil said...

Hola mon cherie Rosalie! Muy ciertas tus palabras, no se ven las líneas que dividen. Un beso!

Hola querida Yolanda! Bonito el mensaje que había detrás del concierto, una invitación al amor, a la unión de todos, muy bonita de verdad. Un beso!

Hola querída Waiting! Tu lo sabes mejor que muchos que no hemos vivido allí, lo has palpado de cerquita. By the way, la queridísima Day...mira Bello-Schulz acaba de marcharse de Venezuela, y tampoco nos vimos, venir de tan lejos y no verse...ya lo explicará ella misma. Besos Waiting!

Hola Gilberto! Lapidarias tus palabras, lo dejan a uno un poco triste al recordar a Lennon y su legado. Un abrazo!

Hola Rosswell! Unas son de cal y otras son de arena. Hay historias de historias. Waiting nos puede dictar una cátedra de historias bonitas de la frontera. Yo tengo una, publicada en un post hace dos años (http://oswaldo-aiffil.blogspot.com/2006/04/mi-encuentro-con-mara-en-ccuta.html). Un beso Ross!

Hola Acerinita bella! Muy feliz de saberte de vuelta! :-)
Gracias! De verdad, ¿es tan dificil?
Un beso enorme de bienvenida al blogworld!

Hola Rominita bella! Gracias, gracias, tu también lo estás, al igual que tu hermanita Paula, que las quiero tanto!
¿Cuantos problemas quedarían sin efecto? Un beso grande princesita!

Hola Tri! No me queda duda de tu orgullo por lo nuestro, con aciertos y defectos. Abrazo grande mi amigo!

Hola Silvia! Menos mal que tenemos claro lo de nuestra relación, porque si no te puedes imaginar la consecuencia. La guerra no conduce a nada bueno, demasiados hechos lo demuestran. Un beso querída Silvia!

Hola Bexza! Gracias linda, bendiciones a mi angelito y un beso enorme para ti!

Hola Yazz! Razón tienen tus palabras. ¿Cuanto conflicto no nos hubiésemos ahorrado? Un sólo planeta donde vivir. Un beso!

Trimar! Estás atento, muy bien. Muchas gracias por adelantado. ¿Cuando será que vas a Japón?
Un abrazo!

Hola Day! Viniste por fin, estuviste un mes y no pudimos vernos, ¿cómo crees que esto es posible en dos personas que se conocen desde hace tanto tiempo y hace mucho que no nos vemos? Aún no me lo creo pero es así, ¿qué le vamos a hacer? Te quiero igual, un beso!

dariela said...

Concahle que buen concierto, no sabía que no eras venezolano, pero que poca importancia tiene siempre estas en mi computador.

Oswaldo Aiffil said...

Hola Dariela! Tengo esa nacionalidad. A los efectos no tiene importancia, me alegra tanto que me tengas en tu computador siempre, gracias miles!! Se te aprecia mucho por estos lares de Dios!

Silmariat, "El Antiguo Hechicero" said...
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Silmariat, "El Antiguo Hechicero" said...

Cuando entendamos que somos el suspiro de un suspiro. Cuando entendamos que todo es relativo, que el arriba está abajo y el abajo arriba. Que la luz y la oscuridad no pueden existir sin la existencia del otro. Que la vida es un momento en el momento infinito de los momentos, de los instantes.
Entonces comprenderemos que existen tantas cosas muchísimo más importantes que perder el tiempo en absurdos llamados guerras y esas cosas.

Todo lo mejor para ti, Mi Clave de Fa.

JENNY said...

Oswaldo , disculpa mi ausencia por este magnífico blog! Sabes que aunque no venga el cariño es intacto!!

Me gustó mucho este post,porque mi hermana vive en Táchira y está super integrada!! Iba a Cúcuta, como si nada. Ella me dice que no siente la diferencia tampoco.

Hoy que estoy fuera, me doy cuenta que todos los latinos nos unimos a una sola voz, somos "sudacas" a mucha honra!!

Un abrazo!!

Oswaldo Aiffil said...

Konnichiwa Silma san! Lo malo es lo mucho que tardan en darse cuenta de lo que es obvio y evidente. Un abrazo amigo!!

Hola Jenny! Sabes que siempre eres bienvenida, así que siéntete como en casita. Lo bueno de este relato es que la gente que vive en la frontera lo entiende más como realidad y menos como ficción, justamente porque lo están viviendo. Besos para tí y para la bella Sophi!

Unknown said...

Oswaldo... Me dejaste sin palabras! Que post tan bello! Nos muestra la escencia de los que viven en las fornteras y de la angustia que causó en ellos el que estuviera a punto de romperse ese lazo de hermandad! Gracias a Dios ya pasó el mal momento y esperemos que no regrese!

A la vez quiero agradecerte por los piropos y cariñitos que le haces a mis piecitos! Besos! ^^

Oswaldo Aiffil said...

Cualquiera que vea esta foto en el comentario opinará lo mismo, esos piececitos de Ange están de un sexy que ni se cuenta ;-)
Sobre el post, es la voz de tantas voces que conviven en la línea divisoria que nadie ve. Un beso Ange!