Saturday, October 13, 2007

¿Un café?


Son tantas las historias oídas, vividas y sentidas al amparo de una tacita de buen café, que se podría escribir un libro de relatos interesantísimo. No se si es una excusa para conversar, pero el día no es el mismo si no se acude al cobijo de la consabida tacita de café en las mañanas, o en las tardes, igual da.

Nunca olvido los momentos en los que, al llegar mi madre del mercado, yo le pedía que me permitiese vaciar la lata de café en el recipiente que ella reservaba para guardarlo, ese olor tan sabroso, y yo evitando que mamá me descubriera, aspiraba todo el aire que daban mis pulmones para conservar ese rico aroma del café en polvo, ese perfume...

Cómo olvidar esos momentos de relax en mi niñez y adolescencia, en la Universidad y en la edad madura, frente, o mejor dicho, tras la máquina de hacer el café "espresso", la Faema, la Gaggia, la San Marco, la Rancilio, y el señor de bata blanca, con aspecto extranjero, sonriente y conversador con los clientes,

Cómo no recordar el café que hacía mi madre, por las tardes, para brindar a sus amigas de visita, ese que se colaba en una tela cónica, que me sabía a gloria. Luego era yo quien lavaba el colador de tela, y eliminaba meticulosamente cualquier rastro de la borra o sedimento, hasta dejar la tela limpiecita, como estaba al principio.

Y los momentos de descanso, tras el almuerzo, con mis compañeros de trabajo, hace ya veinte años, cuando nos acercábamos a la segunda avenida de Campo Claro en Caracas, al legendario Café Vómero (fundado en 1959), donde el señor Giovanni nos atendía con su seriedad característica, mezclada con una sonrisa de simpatía, y nos preparaba su espectacular cappucino sin crema chantilly, mezclado con algo que sabía un poco a licor de cacao, pero que nunca reveló su contenido (secreto de familia), con sabor a gloria, lo que hacía inevitable para mi pedir el segundo, y disfrutar cuando el me decía, a media voz, casi al oído para no ofender: “el que sabe tomar este café, siempre pide otro”.

Y qué decir de su nieto, también llamado Giovanni, quien heredo la sapiencia del abuelo, y colaba idénticos sabores, sumados a su experticia de poner a girar los platos de la taza en círculos, en un tiempo tal que al finalizar el giro, ya estaba lista la taza con el cappucino. Luego les lanzaba la cucharilla dentro del plato, quedando ésta en posición perfecta para ser tomada por el cliente de turno. Nadie como él para hacer eso.

El señor Giovanni murió hace ya dos años, más o menos el mismo tiempo que tengo sin acercarme, ya que ahora me queda lejos de mi sitio de trabajo, pero al que desee tomarse un café de verdad, con sencillez y honestidad, sin pretensiones, ni mesitas art decó, sombrillas, música ni otros artilugios innecesarios, nada mejor que presentarse en los predios del Vómero y disfrutarlo. Eso es algo que se agradece de por vida. Pidan su cappucino original, y si se atreven, y no son puristas, pueden intentar el café frío, que se sirve frío, como su nombre lo dice, café negro servido con sambuca, miel y un poquito de azúcar, ¡divino!

Sería injusto terminar esta reseña sin mencionar a mis amigos italianos (ellos saben quienes son), que me han enseñado tantas cosas aprendidas de sus ancestros, desde aquello de que “el café hay que tomarlo bien caliente, sin mucha leche, porque no es un tetero, y de la mano de quien lo sabe hacer bien, que no son todos”. Que existen variedades de café que yo ni siquiera puedo probar por su alto contenido cafeínico, como el “macchiato” (un marrón oscuro y cargado, apenas con gotitas de leche), el “ristretto” (es barro de café, más sólido que líquido), el “negro corto” (bastante oscuro y espeso). Ellos, que son capaces de darse cuenta si se ha colado más de una vez con la misma mezcla de polvo de café, con sólo olerlo y mirarlo, que serían capaces de entrar a la barra y prepararlo mejor que el dependiente, aunque jamás lo hayan intentado. Los mismos que ante un saludo efusivo, después de un tiempo sin verlos, responden, antes que nada: “¿un café?”.
*Imagen obtenida de www.gustoegusti.it

52 comments:

Miguel Pinto said...

El café es arte y ciencia, imagínate si será así que en Italia hay hasta una Universidad de Café.

Yo, todo mientras tuve la oficina en Los Ruices, acudía a diario al Vomero y me tomaba los estupendos "ristretti" che faceva il mio amico Giovanni, que si sabía de café.

Mi mamá también hacía el café frío, y mi me llamaba mucho la atención, de que por mas tiempo que se dejara en el freezer no se congelaba, y esto era porque uno de los ingredientes secretos era un poco de grappa. Claro, en mi casa el café frío estaba prohibido a los menores de edad.

Ahora eso si, el mejor café del mundo es el que toma en Napoli, yo tengo pruebas de eso, y el mas clásico de todos es "il ristretto" o sea restringido, que no es más que un café cortico, que deber ser caliente y fuerte como el amor.

Un saludo amigo.

Rosa said...

Comparto tu gusto por oler el cafe molido, es delicioso. A mi me gusta macchiato con gotica de leche divino Un abrazo

mia said...

Y es que ese imprescindible “café”, tiene como tú bien has aclarado cuanto menos un doble significado, por un lado, el placer de su disfrute, suficiente por si mismo para hacer al café todo un alegato, peo además, y sobre todo, es esa excusa perfecta el salto en el camino, de la invitación al relax, de el comienzo de la confidencia, de la paz… del descanso… :)

unocontodo said...

Épale colega... vengo a compartir esa tasa de café.... celebrar esos dos años, desearle larga vida a su Blog.. me acuerdo clarito cuando te lanzaste a la Blogósfera...

Hoy día preguntar : ¿porqué no nos tomamos un cafecito?.... ya está implícito, que lo que se quiere es conversar...

Soy amante del café también, lamentablemente no tengo esa cultura, simplemente me conformo con un marrón grande fuerte y bien cremoso (he dejado mas de uno en la barra, cuando es "agua caliente").... de chamito, pedía los helados de café y acompañaba a mi abuelita a verla tomar su café, yo disfrutaba del olor..

Y ese marrón que te tomaste a la salud del amigo Miguel... eso si es arte....

Me imagino, que allá en la selva donde estás trabajando tienes tu cafetera, no?...

Gran saludo.

antesdelunes said...

Hola oswaldo! gracias por el comentario en el blog.

En estas tardes estaba pensando en la nomenclatura del café expreso en las panaderías venezolanas: tetero, con leche, marrón claro, marrón oscuro, negro corto, negro largo... Hay despachadores que sin haber ido a la universidad del café conocen, al ojo por ciento, la cantidad exacta de café y leche que se requiere para mantener contento a un cliente asiduo.

Nany said...

Pues fíjate que mi amor por el café nació tarde... a los 3 años, iba en busca de los restos de café que mi papa dejaba en la taza... (en un descuido estaba yo cual perrito lamiendo el pozo, es que el lo tomaba super dulce...)pero me regañaron tanto por eso, que solo lo tomaba en café con leche para el desayuno hasta los 14 o 15 que fue cuando aprendí a tomar café negro... jamas guarapo, jamas espresso... me queda en el punto exacto para que cuando lo sirvo todo el mundo no solo quiera repetir sino que la próxima tanda tengo que hacerla yo también (mal deal).
Anecdota de eso en este país: Recién llegada trabaje en una bakery cubano y por supuesto pase por la maquina del café... los cubanos hacen un café intomable, al menos para mi y como a mi el café no me pone eléctrica, te podrás imaginar que me es inútil y eso de beberlo en vasos tan pequeños y plásticos de ñapa, es lo peor. Lo cierto es que me enseñaron a hacerlo pero indudablemente se me salia el café venezolano y eran líos y líos con los dueños que no les gustaba mi café por suave y decían que se les iban a ir los clientes... pasadas dos semanas de estar allí, todos los cubanos llegaban y me decían: pssss... psssss...Veneca, hazme de tu café y me lo pones en vaso gigante para llevar!!! y así uno y otro... era muy cómico porque los cubanos con su café son como nosotros con las arepas!
Por otro lado es lo de la colada.. hace años que en mi casa materna no se usa la greca, se cuela y para mi, sabe muchísimo mejor!!!!
Dios se me nota la mezcla por todos lados... no puedo beber el café caliente (en realidad nada) y siempre dejo que se ponga tibio, siempre cremoso, siempre le pongo nuez moscada y canela cuando lleva leche, si es cappuccino con chocolate y si es negro mezclo el café con vainilla y luego lo cuelo y si no lleva nada ... mi favorito es con Anis!
Acá debo conformarme con el Caramel Macchiatto que es como un vulgar café con leche de nosotros y jamas he entendido como pueden tomar el Frappuccino...no no no...
Uy! hoy es domingo.. que rico seria una velada de café con muchos de ustedes! Un beso grande... viste, ya te hice un post!
(^^P) pero es que el tiempo se pasa volando cuando nos bebemos un café y mientras escribo aca tengo el mio!
Besos!

More said...

Oswaldo:
Primera vez que paso por aquí. Qué emotivo post!! Hay cosas que uno echa de menos, son simples, sencillas, pero las echa de menos.
Cuando vaya a Caracas, un día de estos, pasaré por el Café Vómero. Cómo voy a perder la oportunidad de saber a qué sabe un verdaero Capuchino? Me he toomado muchos. Pero no sé si los verdaeros.
Mis respetos para usted!

Oswaldo Aiffil said...

Hola Miguel! Tu eres uno de los que sabe de café, por más que te quieras hacer el modesto, ja ja ja.
Probar el café de Don Giovanni era otra cosa, aunque el nieto tiene el secreto, te lo puedo asegurar. He visto paisanos tuyos devolver un café en la barra porque no está caliente, es un hecho. Anecdótico Michele, lo sabía. Un abrazo!

Hola Rosa! El olor del café molido es una delicia, sin duda alguna, es rico. El macchiato me gusta pero es muy fuerte para mi, me pone acelerado. Un beso Rosa!

Hola Mía! Lo has dejado muy claro, es una excusa para darle a la sin hueso, y un placer al paladar, todo en uno. Un beso!

Hola Horacio! Gracias, que memoria la tuya, desde ese entonces estamos compartiendo comentarios en tus excelentes posts. El tiempo pasa.
Mi favorito es el marrón, con un poco de espuma en el tope, pero no tolero ahora la cafeína concentrada, y he cambiado al con leche (caffe latte). En Venezuela, el marrón es una institución. Saludos Horacio!!

Hola Domingo! Bonito regalo a la beba! Te felicito! Lo que dices es muy cierto, hay cafeteros que son como los libreros, le leen el pensamiento a los clientes, incluso llegan a saber cuando uno no quiere café, sin hablar siquiera. Es asombroso lo que se logra cuando tu amas lo que haces. Un abrazo Domingo!

Hooola Naaaaany! Cómo te gusta el "melao" del café, ja ja ja. Linda tu disertación sobre el café. ¿sabes? Al venezolano le encanta el café colado en tela, mientras que al italiano le encanta el que sale de la "Greca", gustos y colores. He probado el café colombiano y el brasileño y también me han gustado, mas no así el que venden en Estados Unidos, no señor, ni el sabor ni el aroma. Me gusta tu comentario porque me parece una tertulia, así de simple, sólo que no estás aqui...un beso Nany linda!

Benedetto said...

Oswaldo:


Entre tu post y el escrito por Miguel Pinto hace algùn tiempito ya, armo un resùmen mental de dedicaciòn, detalle, y aroma exacto de ese cafè nuestro, venezolano; propio de las maneras y tècnicas de preparaciòn de afables italianos.

Cuànto espacio de risa y reflexiòn puede contener una taza de cafè; cuàntas historias se pueden contar, y cuantas esperanzas dejar "colar" en medio de los aromas y los recuerdos de las madres, las tìas, las "nonas" y sus coladores de tela...

Levanto mi mano derecha y brindo por ustedes y por el buen caffè!

Que tengas una excelente semana caro amico!



Beny.

Oswaldo Aiffil said...

Hola More! Eres bienvenida a esta casa virtual, puedes pasar y servirte tu cafecito con confianza. Gracias por traer tu buena vibra para acá.
Cuando vengas a Caracas, ya sabes, Segunda Avenida de Campo Claro, bajando por El Greco, allí en la cuadra todos saben, no te esperes lujos, ni parasoles, ni mesas, nada de eso, allí lo que hay es buen café, un capuccino único, exclusivo, con clase, como no beberás en ninguna otra parte. No es un mito, cuando vengas lo comprobarás. Un beso y gracias por venir!

Benedetto said...

Comment 2:

Mis buenos augurios a Miguel Pinto por la inauguraciòn de su espacio gastronòmico...

Las mejores de las suertes, y total plenitud en esa nueva empresa!

( Siempre le leo en silencio; compartiendo vivencias, compartiendo alegrìas )


Benedetto.

Oswaldo Aiffil said...

Hola Beny! Lei cognosci bene di quello che parliamo noi, e vero?
Cuantas historias, cuantos amores, cuantos negocios no se han cerrado con un buen café de por medio, es el vehículo por excelencia para la interacción de todo tipo. Te recomiendo una página, www.caffe.it, se aprende mucho allí, y está en italiano, va bene?
Gracias por pasar querido Beny, un abbracio!!

IMAGINA said...

Oswaldo:
¿Dónde queda exactamente ese café?
¿Cerca del Colegio Francia?
Me dejaste con la curiosidad a millón. Quiero irme ya, a probar todos. El frío me hizo tilín♥ de inmediato.

Oswaldo Aiffil said...

Hola chicas de Imagina, les explico: es en Campo Claro, por la avenida Francisco de Miranda,hacia el Este, justo al pasar la Avenida Principal de La Carlota, en la siguiente transversal (en la esquina hay una estación de gasolina). Desde la avenida Francisco de Miranda(via este), cruzan a la derecha en la estación de gasolina, pasan frente al restaurant "La Taberna del Greco", casi al final de la cuadra está el edificio San Antonio, local B. Tiene un anuncio que dice, simplemente, "Café Vómero".

Rita ♫ said...

Mmmmm! "El Vomero", fué y sigue siendo la mejor cafetería de Caracas. Y tanto Giovanni como Franco y Anita heredaron al Sr. Giovanni. Comparto tu gusto por el café. ¡Besos!

zel said...

Mmmmh, cafè, cafè, que bueno, yo sí he tomado macchiatos, claro, cafè puro "manchado" de leche, buenísimo, bueno, es que yo tomo cafè com agua y me gusta el bueno, el pssèèè, y el agua de borrajas, o sea, como el agua! Abrazos

Silvia said...

Hola Oswaldo!! Que tema para mi el café invita a confesiones, a contar historias, a conversar de nada en particular, en las tardes lo comparto casi siempre con mi mejor amiga, nos ponemos al día ( y eso que somos vecinas) con mamá me gusta adivinar cuando le provoca uno (es facil despues de todo) y prepararselo que ella no tenga ni que pestañar!!
No conozco ese lugar, pero voy a preguntar...

Cariños

Silvia

er chepo said...

estimado Oswaldo como estas,tenia algun tiempo sin pasar por aca,y me encuentro con este post, con un capuccino en mano (gracias a dios que aqui no los hacen con la crema chantilly). Es como si continuaramos una grata y amena conversacion. Saludos

Du Photos said...

Me leiste la mente con tu comentario en mi post. Yo justamente estaba pensando en la mujer del Muelle De San Blas.
Saludos

IMAGINA said...

Ah! Gracias Oswaldo.
Ya se donde queda.
No me lo voy a perder por nada del mundo.
Un besote,

Waiting for Godot said...

De mi visita a Italia la semana pasada, me quedo con el café. El mejor del mundo, definitivamente, además que en casa de los amigos en los que me quedé lo preparan como nadie. Leyendo el comentario de Miguel, me sorprendo al ver que mis amigos romanos me decían que el mejor café se toma en Napolés y el secreto está en el agua, es por eso mismo que de allá se sabe la mejor pizza italiana. Pronto nos tomaremos un café juntos. Decretado. Besos.

Gilberto said...

el café...tantos cuentos e historias. La charla frente a una humeante taza de café siempre es relajante, pues generalmente lo hacemos con alguien que nos deja algo, digo, uno no invita un café al primero que pasa y de ser así, la charla siempre será amena. En mi caso, el de la panadería cerca de casa, largas tertulias deportivas se han llevado a cabo allí. Un abrazo....y hablando de café jajajaja

Anonymous said...

Bueno la verdad que el café no me mata, inclusive desayuno con el cuando no hay otra alternativa a la mano, de lo contrario lo hago con jugo.

Pero si me gustó mucho el post.

Saludos amigo

El Trimardito said...

un buen café siempre se extraña, un buen café siempre nos lleva a la nostalgia.
Cuando por la mañana huele a café recién colao' me recuerda a mi abuela.

Saludos!!

Gaba said...

Un abrazo para ti siempre tan pendiente, gracias por tu comments en mi blog. Recuperacion lenta pero segura,jaja, . Te cuento que tomar el cafe no me gusta, pero adoro el olor a recien echo y el cafe molido. Soy la unica n mi familia que no lo toma!!!

Happy blog action Day!

J-oda said...

Ni que decirte que sentí el olor del café al destapar la bolsa y llevarlo al envase de tu mami!

Me sorprendí y me rei por eso!

Voy a tener que sucumbir y tomar el café. Si vamos a Caracas te dejo un avisito!

Saludos y bendiciones para ti OA!

Cho said...

Leyendo este post sentí el calor que despierta el corazón con un buen café mañanero y el aroma del que avivaba mis tardes de la cocina de mi mamá.
Un beso,

IMAGINA said...

Ya está J-oda armando encuentros cercanos del tercer tipo. Dí la verdad J-odita, te gustó lo del café frío con Sambuca.
Oswaldo, quería preguntarte si Vómero vende café molido para llevar a casa. Ya sé dónde queda. Ayer estabamos Ana María y yo en el carro y pasamos justo por delante.

FEVC said...

Oswaldo, mis cariños y respeto, aunado a un profundo agradecimiento por este post que nos has regalado y que infiero ha de ser toda una delicia, para todos aquéllos que ,como yo, hemos hecho de la acción de degustar un buen café, no sólo un arte, sino además uno de los más gratos placeres de la vida.

De verdad, podría expresarte tantas anécdotas maravillosas y plenas de texturas y colores, relacionadas con la ingesta de café,momentos gloriosos, confidencias,reflexiones de vida, horas de estudio, recuerdos de infancia,preadolescencia,
adolescencia,juventud y adultez,que de seguro relatar de momento me llevaría páginas enteras, que si bien no vienen al caso, agradezco profundamente, que con tu excelente prosa, me hayas permitido, no sólo recordarlas, sino también, añorarlas.
¡Gracias por ello,amigo!

rominita said...

Mi querido Oswaldo:
El café es maravilloso!!, debo confesar que no tengo un paladar muy fino, creo que tus amigos italianos pensarían con toda justicia que no entiendo nada de café, pero aún así lo amo, no puedo salir de la cama en las mañanas si no tomo una humeante taza y cuando me siento particularmente triste, no hay nada que me suba el ánimo y me alegre el espíritu como una taza grande de café con tres o cuatro cucharadas de azucar.
UN GRAN ABRAZO CON TODO MI CORAZON.

John G Vicent said...

Tienes toda la razón, es que un café es la excusa perfecta para interactuar con el mundo y gozarselo con cada sorbo. Un saludo cordial.

Oswaldo Aiffil said...

Hola Rita! Sed nota que has ido por esos lares de Dios. Los nietos heredaron la sapiencia del abuelo, y sigue siendo insuperable el café de allí. Un beso Rita!

Hola Zel! Amante del café en todas sus formas. Compartir, charlar, mirar mientras se degusta un buen café no tiene precio, tu lo sabes bien. Un beso!

Hola querida Silvia! Como que si, invita a confesarse. Se pasa bien con un amigo y un buen café de por medio. Un beso Silvia!

Hola Chepo! Ya hemos compartido el cafecito en la misma mesa, cómo olvidar esa tertulia en el Celarg, y la de Fridays, gracias amigo! Un abrazo!

Hola Du! Lo que sucede es que he aprendido a leerte a través de tus maravillosas fotografías, más nada. Felicitaciones y un gran abrazo!

Muy bien chicas de Imagina, lo demás queda de parte de ustedes, a disfrutar! Un beso!

Hola Waiting! Vale! Decretado por mi también. No se puede con tanta ternura de tu parte. Dios dirá cuando será el encuentro para el café. Recuerda que también tenemos una cita en "DelaRosa". Un beso!

Hola Gilberto! Si va el café esta semana. Mucho trabajo en estos días pero siempre hay tiempo para compartir con un amigo. Te llamo! Un abrazo!

Hola Javier! Si hay quien no liga con el café y prefiere otras bebidas. No saben lo que se pierden, ja ja ja. Gracias, me alegro que te haya gustado el post. Un abrazo amigo!

Hola Tri! Besos a mi niña bella!
En la mañana, bien temprano, cuando me huele a café recién colado, recuerdo a Los Llanos de Venezuela, es inevitable para mi. Un gran abrazo!

Hola Gaba! Qué bueno saber que la recuperación va viento en popa. Todo toma su tiempo. Por allá siempre estaremos. Un beso!

Hola querida J-Oda! Desperté tus emociones :-) Avisa cuando andes por estos lares de Dios. Un beso a ti y otro a Bexza!

Hola Cho! El post ha despertado sensaciones y sabores guardados por allí, en un rinconcito del alma, Qué bueno saberlo. Huele a café! Un beso!

Hola chicas de Imagina! Les cuento: Vómero, que yo sepa, no vende café molido sino colado y servido en taza. Donde si venden un excelente café molido, y también es bueno en la taza, es en el Café Arábica, Avenida Andrés Bello de Los Palos Grandes, variedades del tipo Arábica, pásense por allá. Un beso!

Hola FEVC! A ti también se te han despertado los recuerdos con el post. La vida y un café, de la mano. Hay tantas anécdotas bonitas, tu las tienes, yo las tengo, vosotros las tenéis, ellos las tienen. Qué alegría saber que el post las haya despertado en ti. Un abrazo!

Hola Rominita bella! Si que es maravilloso. La próxima vez que pruebes una tacita de café caliente, recién colado, yo vendré a tu memoria con una sonrisa especial. Solamente cierras los ojos y allí estaré. Un beso cosa linda!

Oswaldo Aiffil said...

Hola Jack! Bienvenido a esta casa virtual que te recibe de buena gana, con los brazos abiertos y mucha buena vibra!
La excusa perfecta, como bien dices, y como dice un amigo al segundo de saludar: ¿un café? Un abrazo Jack!

Waipu Carolina said...

Ya puedo oler el café solo con describirmelo!!
Qué rico ese olor t cuantos recuerdos además nos pueden traer. Sobre todo un café colado que solo tomo cuando voy a mi Caracas y aún se cosigue esas personas que preparan un café como debe ser!
Un beso Oswaldo y te tomas un café venezolano a mi nombre ya que yo desde aquí lo agradeceré!

tu vecina Day said...

Café Ummmm pensar que también con una buena lectura e imágen apetece ír a la cocina. :-)

PD:hoy como tuve que salír sin desayunar rapidito he comprado un Nesspreso en la panadería fríiito..rico,y claro sin comparación jamás! con el arte y parte de este post,ni siquiera con su grappa o sambuca como debe ser..solo para una emergencia del paladar.

besitos Ozzie ;-)

º*ºDulceº*º said...

Millones de gracias por formar parte del TREN DE MI VIDA!!!!

No tengo café pero si quieres te invito a un agua de TAMARINDIO...

http://www.elalmadedulce.blogspot.
com/

Dulces besos y un abrazo bien pero bien apretado

http://viviendohoy.blogspot.com/
2007/09/el-lazo-y-el-abrazo.html

**Dulce**

Unknown said...

Después de tu historia solo provoca disfrutar un buen café con una agradable compañía (a mi me sabe mejor el café si estoy acompañada). El café Frío? Ni siquiera me atrevo a probarlo, acá se toma mucho en verano.

Para mí un café marrón muy cremoso aderezado con una grata conversa.

Oswaldo Aiffil said...

Hola Waipu! El de mañana, sin duda, lo tomaré pensando en ti, como a las nueve am de Venezuela, saca cuentas, ja ja ja. Un beso Waipu Carolina!

Hola querida Day! Café de emergencia, también se vale. Lo mejor es tomárselo relajadito, pero con el ajetreo de la vida moderna, que podemos hacer...un beso Day linda!

Hoooola Dulcitaaaaa, que de tiempo! Acepto tu invitación, lo mejor es siempre la compañía, más que la bebida en si. Voy a pasar por allá. Un beso!

Hola Yazz! Los puristas detestan el café frio, pero es divino, te invito a probarlo, italianissimo! Un marrón cremoso no se le rechaza a nadie. Un beso bella!

Waipu Carolina said...

Hola!!
No vas a particar de la exposición de fotos en mi blog de tu rincón preferido ?

Si quieres me mandas una foto y texto de porque te gusta ese lugar a carolsenan@hotmail.com

un beso y gracias

Ross said...

Yo quiero Oswaldo yo quiero cafe+buenas amistades, ricas conversas y una tortica de zanahoria o biscochito de chocolates y avellanas

Ricky del Norte said...

Esa es una de las costumbres que más extraño de Venezuela, donde sea que fuera siempre me ofrecian un cafecito, era una norma de buen anfitrión. Aquí lamentablemente no existen esas normas culturales..., nadie te ofrece un cafe..., y nisiquiera un baso de agua.

Un gran saludo.

Lycette Scott said...

Para mí no hay nada más sabroso que echar cuentos al son de un cigarrito y un café como dice la canción

IMAGINA said...

Oswaldo:
para variar, Miguel necesita que lo ayudes.
Esta vez con unos trámites burocráticos.
Bah!
mejor lo ves en nuestros comentarios ;)

Oswaldo Aiffil said...

Hola Waipu! Ya fui a ver los lugares de ti y de tus amigos, está fabuloso ese post. Voy a buscar entre mis fotos, aunque cuando leí el comentario pensé en un rincón dentro de la casa. Un beso Waipu!

Hola Ross! Cuando vengas a Caracas, yo te voy a llevar a probar la torta de zanahorias del Boston bakery, en Los Palos Grandes. Nunca lo vas a olvidar. Un beso Ross!

Hola Rick! Cuestión de cultura. Aqui en Venezuela nadie te va a negar nunca el cafecito, ni es casa ni fuera de ella. Un abrazo!

Hola Liz! Ciertamente son esos los momentos mas bonitos de la vida, mucho más si no son planificados. Un beso!

Hola chicas de Imagina! Ya voy a ver que problema tiene Miguel por allá ...o con esa excusa voy a su blog ;-)...

Yolanda Fernández G. said...

Oswaldo, te saludo con gran cariño.
Un café siempre es buena ocasión para compartir un rato.
Un abrazo.

zel said...

bUENO oSWALDO, DONDE DEMONIOS FUISTE A TOMARTE EL CAFÉ? nO ESTARÀS POR aUSTRALIA, VERDAD? dE 13 A 20 VAN 7, SIETE DÍAS SIN APARECER, MENUDA SOY YO CONTANDO!!!! BESOS.

Oswaldo Aiffil said...

Hola Yolanda! Estas en lo cierto. Un café une a la gente. Me gusta compartirlo con gente a la que quiero, de esta manera se hace especial. Un beso Yolanda!

Hola Zel! Es normal cuando tengo mucho trabajo que me desaparezca un buen rato, pero amo este blog y siempre vuelvo para encontrarme con la gente de buena vibra. Bueno saber que me extrañas :-) Un beso Zel!

Acerina said...

¿Café Vomero??? ¿Eso no es en La Carlota???? Bueno... yo soy taaan desubicada en Caracas que a veces no sé ni donde estoy parada!!!!!

No creo que haya otro con el mismo nombre... El que yo digo, está como a una cuadra de la Av. Francisco de Miranda, cruzando en la esquina de la estación de servicio, poco antes de llegar al elevado de Los Ruices... cerca de unos cuantos restaurantes que también conservan el sabor de antaño...

Debe ser el mismo... tiene que ser el mismo...

Nunca olvidaré la primera vez que fui, cuando mi zio me pasó los sobrecitos de azúcar, los rechacé diciendo que: "yo el café lo tomo sólo"... La risa del signore Giovanni inundó el local y les dijo a todos los presentes: "La ven? Esta bambina SI sabe tomar café!"... ¡Dios lo tenga en Su Santa Gloria!!!

Gracias, amigo, por traer a mi memoria tan lindos recuerdos...

Besos & Café...

Acerina said...

P.D. Por cierto, el nieto tiene cara de cualquier cosa menos de italiano, jejeje... Pero es sumamente educado, y heredó la "buena mano" para el café...

Oswaldo Aiffil said...

Hola Acerinita bella! Es el mismo, al lado de La Carlota, allí se llama Campo Claro, no hay otro igual, ni lo habrá. Dios cuide a Don Giovanni! Un beso querida Ace!

pensando con el corazon said...

El olor a café me atrajo hasta aqui..
Vengo a decirte que también me acuerdo de ti, y de todos los que me habéis acompañado durante tantos días.

Ahora, con falta de tiempo y en otros asuntos, parece que no quiero estar con vosotros, pero no es así, es tan sólo uno de los momentos de la vida y espero que pase para volver a encontrarme más asiduamente con todos.
Eres especial amigo, si algún día te decides a venir para estas tierras, AVISA!!! Mientras tanto, ten presente que por aqui, es mucho lo que se te quiere

Un abrazo enorme

Sarsillo

Oswaldo Aiffil said...

Se que no me olvidas querida Sarsillo! Yo tampoco a ti. Jamás. Algún día nos tomaremos un buen café en esa tierra sevillana. E iremos a un buen tablao a disfrutar de la rumba flamenca. Es tan bonita y tan artística. Un beso grande y sentido mi querida Sarsillo!!!