Saturday, April 14, 2007

Mi nombre es Jota Jota



Mi nombre es “Jota-Jota”. Naci hace más de 40 años, en Chacao, un sector de Caracas. Recuerdo que me concibieron en una oficina pequeña, un ingeniero y un dibujante o delineador, a mano, con tinta, con reglas de cálculo, nada de computadoras ni dibujos electrónicos, pero si con mucha mística e iniciativa.

Recuerdo también cuando comenzaron a construirme, le debo mi agradecimiento al “maestro costruttore”, quien con mucho esfuerzo dirigía mi conversión a ente físico.
Era, para la época, uno de los más modernos de la ciudad y eso me llenaba de orgullo, mis vigas, mis columnas, qué autenticidad la mía.

Cuando estuve listo comenzaron a llegar mis ocupantes. Se hacían llamar vecinos. ¡Cómo me alegraron la vida! Eran muy amistosos entre sí y me cuidaban mucho, por dentro y por fuera de sus apartamentos. Había mucha buena vibra entre ellos. Los niños llamaban tíos a los mayores y abuelos a los de la juventud prolongada. Eramos felices, y nunca lo llegamos a saber, ni siquiera nos preocupaba. Esos mismos niños jugaban siempre, al regresar de la escuela, en las escaleras, y hablaban de sus sueños, de lo que querían llegar a ser.

Los años pasaban y yo estaba allí, orgulloso como el primer día, cuando me inauguraron y vino un cura a bendecirme. Todos en la avenida volteaban a verme cuando pasaban. Es que yo era una belleza, modestia aparte, moderno, altivo.

Pero un día llegó la gran rueda del progreso, y demolieron a los edificios contiguos, mis amigos de toda la vida, los mismos edificios cuyos ocupantes, que tambien se hacían llamar vecinos, se hicieron amigos de los que vivían en mi, algunos hasta llegaron a casarse entre si, y crecieron como familia.
Yo no distinguía quienes de ellos eran familiares y quienes no, porque todos llamaban a los mayores tíos y tías, y todos se trataban entre si como verdaderos parientes. No era fácil distinguir entre uno y otro.

Hubo un tiempo en que me quedé solo en la avenida. De mis grandes amigos-edificios no quedó piedra sobre piedra. Me costó acostumbrarme a no escuchar los ruidos de siempre, los que venían de al lado, los de la vecina gritona, seguidos de los "si, mi amor" de su marido, que era buen samaritano, los del señor que no escuchaba bien y tenía que subirle por demás el volúmen al televisor a la hora de la telenovela, los del vecino que silbaba a las muchachas hermosas y voluptuosas que solían caminar en las tardes, al caer el sol, por la avenida. Un buen día ya no estuvieron.

Por suerte mis ocupantes se quedaron, y no fui derribado. Pasé noches sin dormir, temiendo lo peor. Podía escuchar a través de las paredes lo tristes que quedaron los vecinos y lo firmes que se tornaron cuando se habló tambien de mi demolición. Ninguno de ellos lo aceptó y es por eso que permanezco aquí, erguido y desafiante.

Pronto llegaron unas máquinas y comenzaron a cavar en el suelo, justo al lado. Un poco más tarde llegó el olor del cemento, y los ruidos típicos de la construcción. Martillazos, taladros, sierras y pare usted de contar se convirtieron en el pan nuestro de cada día. Los vecinos se quejaban del polvo que había en el ambiente. Los niños enfermaron, los grandes también, mucho polvo, mucho ruido.

Mis nuevos vecinos (edificios) comenzaron a crecer. No eran como los que habían demolido, muy parecidos a mí. Estos eran mucho más grandes, inmensos, poco amistosos, desafiantes. Sus ocupantes no vinieron con sus familias. Más bien lo hicieron con sus portafolios, sus computadoras y un estrés impresionante. De sus familias nunca supe nada, apenas algunos tenían pequeñas fotografías en sus escritorios. Nunca he escuchado sus conversaciones, las ventanas son selladas al exterior, para mantener el clima artificial creado internamente.

A pesar de todo no me amilané, permanecí allí, con el mismo orgullo de siempre, aunque a decir verdad, me siento apabullado, por la modernidad, por el progreso, por unos edificios poco amistosos que, es mi creer, es mi opinión que les incomodo, les estropeo sus fachadas, quisieran aplastarme porque, entre otras cosas, no me consideran un hijo de la modernidad, cosa de la cual, en un momento de mi existencia, estuve bastante orgulloso de ser parte.
Si alguna vez pasan por esta avenida, voltéen a mirarme como antaño, sigo estando aquí, sigo siendo el "Jota-Jota" de siempre...
*La historia anterior pertenece a la ficción. Cualquier parecido con la realidad no es sino mera coincidencia...

40 comments:

Lycette Scott said...

Hola mi estimado, debo decirte que este es un excelente relato....me hizo recordar la película Tienes un Email, en la que se habla de como las grandes tecnologías reemplazan a las pequeñas construcciones viejas pero acogedoras y que tienen un espacio especial en nuestros corazones.
Un abrazo

unocontodo said...

Excelente.... y siempre que paso por ahí, lo veo ... y he estado a punto de sacar la mismas foto... Saludos.

Marianne said...

Vine a leerte, a beber de tus líneas y mira qué relato me encuentro, reflexivo y hermoso. Un abrazo Oswaldo

Marianne said...

el comentario anterior es mío ;-)

mia said...

El Orgullo del ayer, ahogado por la realidad del hoy… ¡¡Que real es!!… y como aún así, es capaz de seguir conservando el calor, la honestidad, la dignidad, y la seguridad de saber que fue… ¡¡Quien es!!… :)

Cristina Fornés said...

Hola Oswaldo, creo que al amigable "Jota-Jota" lo que lo tiene medio apabullado es la contaminación de posmodernidad que afecta a sus vecinos.
Habría que decirle que no se deje dominar, que resista que ya tiene que llegar la hora de la pos-posmodernidad, o como quieran llamarla entonces... ¡Bien dicen que no hay mal que dure cien años!
Un fuerte abrazo y un beso.

Unknown said...

¡Magnífico relato!...

Amplié la foto para conocer a Jota-Jota... me gusta más lo clásico que lo más moderno, je, je... me quedo con Jota-Jota antes que con su vecino de la derecha...

Un abrazo, amigo...

Oswaldo Aiffil said...

Hola Liz! Gracias! La tecnología es, a veces, aplastante. Un beso!

Hola Horacio! Pues me adelanté a tus pensamientos colega! Ahí está "Jota-Jota", para el que quiera verlo. Un abrazo!!

Hola Marianne! La casa se llena de orgullo cuando tu la visitas. Gran placer. Un beso!!

Hola Mía! Perfectamente descrito: "la seguridad de sabe que fue quien es". Y sigue siendo. Viva Jota-Jota! Un beso!!

Hola Cristina! Es como un mensaje a los que lo observamos. Permanece erguido y valiente, a pesar de la amenaza de su vecino-edificio. Y alli está. Un beso Cristina!!

Hola Delokos!! Gracias! Gusto de saludarte. Realmente puedes hacer click sobre la foto y verla ampliada, puedes ver su nombre marcado en la fachada, su apariencia erguida, pese a las circunstancias. Adelante Jota-Jota! Un gran abrazo Delokos!!

SAUL OSIO STORE said...

Saludos Oswaldo, por aca un transeunte de otra gran ciudad que tiene el orgullo de ver cada dia a cientos de Jota-Jota's que luchan por sobrevivir al avance y la mediocridad de sus constructores, exelente relato y mucho exito desde La Guarida...

some said...

Magnifico relato, me hizo adentrarme totalmente en la historia!!! :)

Saludos
@>-->-

rominita said...

Qué lindo relato!!!!!
Me encantó ese heroico edificio que permanece ergido y orgullo custodiado por esos gigantes.
Miles de besos

SAUL OSIO STORE said...

jejeje, Oswaldo gracias por pasar por la Guarida, lo felicito por el toque maracucho, cualquier cosa hablamos con Gustavo Aguado y nos metemos unos reales..exitoo y saludos..

Khabiria said...

Yo creo que tu historia si es real, que hay muchos "Jota-Jota" en esta ciudad, con las paredes tristes, extrañando sus vecinos y sus sonidos...siempre he criticado que no cuidamos nuestra historia arquitectónica, derrumbamos para construir y por eso tenemos una ciudad tan ecléctica con poca personalidad física....pero bueno, ojalá que Jota-jota se quede con nosotros por un buen tiempo más...
Un abrazote Oswaldo
:)

Oswaldo Aiffil said...

Hola Saúl! Bienvenido a esta casa que también es tuya! Ya estuve por la Guarida y dejé una huella. La gaita de la cual transcribí un pedazo data del año 1966, ¿que tal?Un gran saludo!!

Hooola Anazam! Pues si, uno se imagina que la historia es más o menos así...puede ser...un beso!!

Hola Rominita linda! Gracias! Los gigantes no lo custodian, más bien quisieran comérselo pero allí esta él, desafiante! Un beso grande amiga!!

Hola Khabi!! Tu pasas y ves a "Jota-Jota" resistiendo la embestida y te provocan ganas de ponerle corazón a la vida! Tan pequeño y tan grande a la vez, Dios lo cuide! Un beso grande amiga Khabi!!

Anonymous said...

Epale Oswaldo. Yo trabaje por varios años en la Torre Provincial (Que es la torre de ladrillos a la izquierda de "Jota-Jota"). Siempre me causo mucha curiosidad, mirar como estas torres se levantaban al lado de este edificio "de siempre". Me da sentimientos encontrados, porque resguardar el edificios antiguos le da "personalidad" a la ciudad, pero al mismo tiempo, creo que la modernidad debe crear estas nuevas estructuras para propiciar un crecimiento. Se podrán hacer ambas?? ojala..

Tanos

pensando con el corazon said...

Hola "JOta Jota", yo te sigo queriendo por todo lo que se que eres..

UN BESAZO

Sarsillo

ojos oceánicos said...

Como arquitecto he de decir que estoy a favor de la modernidad, pero entendida desde el respeto al lugar en el que se está actuando y a la escala a la que debe construirse.
Es bueno que los ciudadanos nos recordeis a las personas que construimos la ciudad que debemos humanizarlas!!!
un beso Oswaldo

Oswaldo Aiffil said...

Hola Tanos! El crecimiento debería equilibrarse. A veces pasan cosas que dan mucho que pensar. En Campo Alegre (sector de Caracas) había una casa grande, de muchos años, muy linda, excelentemente bien concebida arquitectónicamente hablando. Cuando iban a derribarla para construir un edificio muchos arquitectos intervinieron, alzaron su voz para salvarla y mantenerla como patrimonio cultural, pero no fue posible. Quién sabe por qué causas, pero hoy en su lugar está el edificio, y le cambió el aspecto a la calle, al entorno, es otra cosa. La casa transmitía paz. Así son las cosas Tanos, un abrazo!

Hola Sarsillo! "Jota-Jota" se deja querer, y permanece, contra todo pronóstico. Un besazo para ti!!

Hola Ojos Oceánicos! Bienvenida a esta, tu casa virtual. Puedes venir cuando gustes, serás bien recibida. Muy bueno tu comentario. Complementa lo que pregunta Tanos. Un beso!!

Silvia said...

Me encanto tu relato lleva a reflexionar lamentablemente vivimos en una sociedad que no tiene reparos en desechar "lo viejo" sin pensarlo mucho,(incluyendo a las personas) ser un pais joven no significa llevarse por delante todo lo que esta antes, que bueno que Jota-Jota se quedo,a mi me gustan todas las epocas, y creo que el pasado nos respalda y nos representa (tambien en los edificios ¿como se mejoran las construcciones si no se tiene un antecedente )
Excelente post amigo, felicidades!

Cariños, Silvia.

Curiosa said...

Soy muy asidua a ese lugar y "Jota-Jota" siempre me llama la atención porque si lo recuerdo de niña y verlo ahi apretujado y slito, como asfixiandose me da tristeza. Me da tristeza ver como la modernidad nos roba mucho de la familiaridad, de la autenticidad.:(

Rosa said...

Hasta creo que en el primer piso el que tiene la terraza vivieron unos amigos de mis padres.

tu vecina Day said...

Querido Ozzie,
gusto de leerte,sería interesante un debate de anécdotas de quién haya vivido una pequeña historia a los lados del bello de Jota-Jota!ja,ja..una mía tan divetida como tan típica Day..La gerente amiga del banco que esta al lado,me envia a otro banco cerca a buscar un realero(ya que no podia traerme un cheque para acá)con dos Srs de seguridad,y los tres caminando, ellos cúal hombres bomba todos rellenos de paquetes y yo como toda una Whitney Houston(claro no tann flaquita,más bien medio desfigurada también por lo mismo,ja,ja..con la vista cómplice de Jota-Jota,que me hizo ver ese día que eso solo podía pasar en ELLA,la cuidad más impredecible y hermosa de este mundo,ja,ja..
Pd:soplo y soplo el copito,pero con esta primavera,espero que te llegue aunque sea un susurrito,recuerdos,y saludos de tu colega(ahh?!sorpresa)wolf..mua!un beso,day

Oswaldo Aiffil said...

Hola Silvia! Gracias por tus conceptos. Pues si, "Jota-Jota", quizás sin proponérselo, se ha convertido en un símbolo de supervivencia. Un beso Silvia!!

Hola Curiooo!!! Pues ver a "Jota-Jota" y saber que guarda dentro de sí taaanta historia...como la tuya, como las de otros, y esa historia permanece alli con el, son sus raíces. Un beso Curio!!

Hola Rosa! Vienes siendo entonces parte de la historia de "Jota-Jota", como muchos. El no está solo en su lucha por permanecer. Un beso!!

Hola Day!! El copito de nieve llega siempre. Es el deseo lo que lo trae y el cariño quien lo recibe, directo al corazón. Un abrazo a mi colega Wolf y un beso grande para ti solita!!

Ricky del Norte said...

Muy bueno Oswaldo, lamentablemente la modernidad casi siempre es aplastante!!!, en esta historia podemos ver como unos edifcios modernos y grandes minimizan y ridiculizan al pequeño Jota Jota y le acortan la vida!!!.

Muy bueno y real.

Saludos desde el Norte.

Cromatica said...

Oswaldo que historia mas linda, yo tambien suelo apreciar esos edificios como atrapados entre dos gigantes, y su fortalezas se resumen a sus fachadas diferentes. A veces hasta parece que los mas nuevos son los que quieren robarle espacio pero no, ellos siguen alli.

Saludos

Oswaldo Aiffil said...

Hola Ricky! Completamente cierto. La modernidad es aplastante. Hace poco tiempo no sabíamos lo que era un teléfono celular y hoy en día no podemos salir de casa sin el. Nos sentimos incomunicados. ¿qué haríamos en casa si se interrumpe el servicio eléctrico? Sería caótico. Un abrazo Rick!!

Hola Cromática!! Coincidimos en eso, totalmente. Ellos (los edificios antíguos)estan allí para recordarnos que tenemos un pasado, que esas son nuestras raíces. Un beso!!

Muchas gracias a todos los que a bien tienen pasar a visitar este espacio que hago con todo cariño para ustedes. Se les agradece la buena vibra que dejan aqui y se les recibe con los brazos abiertos, no importa que no comenten, igual se les quiere muchísimo!

Lindisima said...

Sabras que yo vivo a tan solo 3 cuadras de allí, y cuando lo vi no lo podía creer, pero perseverante por que fue el que quedo entre esas dos inmensas torres del provincial, se ve tan sumiso al lado de ellos, un besote querido amigo.

Miguel Pinto said...

Amigo Oswaldo. ¡Que historia tan estupenda! que solo puede ser catalogada como un gran poema urbano.

Caracas no deja de crecer con gran entropía, para abrumar más y más a sus moradores.

Estando en Caracas, me sorprendieron las colas de ahora, pensé: Es que hay demasiados carros. De las peores colas, las Candelaria, y sin embargo están construyendo un nuevo Sambil, frente al elevado de la Av. Andrés Bello, la gente ya no cabe en Caracas, los carros tampoco, y yo me pregunto. Cuando abra el Sambil ¿por donde circularan tantos carros?

No será tiempo ya de que detengan tantas construcciones en Caracas para convertir a la ciudad en un espacio mas vivible.

Buena la historia, bonito reflejo de una triste realidad.

Yolanda Fernández G. said...

Oswaldo, me encantó la historia porque conozco a JJ. Se ve tan indefenso entre esas dos moles, cuando paso por la Francisco de Miranda, me acuerdo de mirar a JJ. Hay plantas en los balcones resistiendo la contaminación de esa zona... fíjate que no sabía que se llamaba JJ. ¡Qué bueno leerte!

Ross said...

que ingenioso Jota-jota y de verdad que los nuevos vecinos lo pueden llamar abuelo y que maravilla permanecer intacto, mientras otros ya no están :-)

Recursos para tu blog - Ferip - said...

Yo conozco otros Jota-Jota por mi barrio.
Es una pena ver cómo desaparecen estas reliquias, HASTA PATRIMONIO CULTURALES...SIN EXAGERAR!

Cuidalo, buen Oswal....seamos guardianes de lo bueno.
Un abrazo!

Waiting for Godot said...

Excelente relato me has dejado impactada.

Oswaldo Aiffil said...

Hola Lindísima! Que bueno que vives alli cerquita, puedes verlo muchas veces, alli, resistiendo. Un beso Linda!!

Hola Miguel! Amigo, que bueno que llegaste bien! Gracias por tus conceptos. Ciertamente el crecimiento de Caracas es caótico. Un gran abrazo Miguel!!

Hola señora Yolanda! Me encanta verla por aqui en esta casita virtual. Ahora, cada vez que pase por alli, va a colocar su mirada en Jota Jota. El lo va a agradecer. Un gran abrazo, y un beso!

Hola Roswell! Pues si, Jota Jota permanece, a pesar del mal tiempo. Dios lo tenga alli un tiempo más. La ciudad y su pasado lo van a agradecer. Un beso!!

Hola Feri!!! Muack! Pues si, hay un Jota Jota en cada gran ciudad! Un abrazo y un beso amiga!

Hoola Waiting! Ya el gran Miguel me había hablado de ti :-) Me alegra que la historia te gustara. Un beso!!

JENNY said...

Me encantó la historia, por cierto cerca de donde vivo he visto a muhos Jota-Jota.. jajajaj es que aquí hay cpoco edificios grandes, siguen respetando las alturas... y por regla general no ves edificios demasiado altos. Abunadan los de 4 pisos.... imagínate, todo un absurdo en una urbe como Ccs.

El plan de urbanismo en Ccs debería ser un poco más exigente en cuanto a la contrucción desmesurada... pero deben habeer intereses económicos demasiado fuertes y se harán los de la vista gorda...

Ni modo... Espero que Jota Jota siga para adelante a pesar de...

Un abrazo!

Oswaldo Aiffil said...

Hoola Jenny! Suerte que tienen los "Jota-Jota" de tu ciudad. aquí en Caracas estan amenazados por la rueda indetenible del "progreso". Un beso Jenny!!

Curiosa said...

Oswaldo, gracias por el comentario en mi foto. Yo tambien te comenté por aqui en su tiempo ;)

si said...

Hola Jota Jota, yo viví ahí desde 1977 hadta 1983. Nuestro depto daba al interior. Tiene una gran terraza se podía ver la estructura de los edificios cercanos. El conserje era un portugues muy malas pulgas ja ja ja. Los vecinos muy agradables y educados. Mi vecina era Colombiana y me invitaba a tomar café. Yo vivía con mis padres y estaba en el colegio.

Oswaldo Aiffil said...

Bueno saber que la historia despierta buenos recuerdos, Jota Jota sigue allí, contra los avatares del tiempo. Un abrazo.

elizabeth said...

Gracias por traer a mi memoria bellos recuerdos de mi niñez, yo vivi en el piso e 6to. Decada de los 60.

Oswaldo Aiffil said...

Me alegra mucho que te haya gustado, Elizabeth. Un abrazo y un beso.