Saturday, December 19, 2015

Prima Luisa


Prima Luisa tenía otro nombre. Eso era cuando estaba con la familia. Un día decidió abandonar todo y se fue con un circo. No era un circo de esos espectaculares que hay ahora, con una carpa enorme, malabaristas, tigres que saltan por aros de fuego y maravillosos acróbatas.

Eran otros tiempos. Allá por 1949. Era más bien una compañía teatral y de magia. Prima Luisa no era actriz, ni aspirante de mago. Se ofreció para cuidar a un niño de una de las integrantes. El dueño del circo tenía una esposa y también un hijo pequeño. El Gran García, le decían. Y hacía los números principales.

La compañía iba de pueblo en pueblo. Donde había cine, alquilaban el local cuando no había función. Y allí se presentaban. Tenían varios números. Cartas. Sombreros de mago de donde salía hasta una liebre. Una caja de madera donde se metía la esposa del Gran García y era atravesada por espadas, para luego salir indemne, sin un rasguño. Era el furor en esos pueblos. Si no había cine en el pueblo alquilaban una casa y allí mismo montaban el escenario.

Prima Luisa los siguió desde Tucupita. Conoció Cocuína, La Cruz de la Paloma, Piacoa, Uracoa, Pedernales, Curiapo y muchos otros pueblos que casi nadie ha oído nombrar jamás. Cuenta Luisa que los niños eran quienes más disfrutaban, como era de esperarse. Hecho heroico éste de ir a divertir a los niños olvidados por todos.

En uno de los viajes fluviales vio la isla de Guasina, que era una prisión de castigo. Los prisioneros labraban la tierra. Los confundió con campesinos. No sabía nada Prima Luisa y los saludó desde la curiara. Una alegría para ellos dentro de tanto sufrimiento. Cabe decir que efímera.

Un buen día pasaron de Pedernales a Güiria por el golfo de Paria en una embarcación. Y se enamoraron de Paria, tierra mágica.

El circo pasó de Güiria a Yoco, y luego a Irapa. Prima Luisa se enamoró de Güiria y dejó el nomadismo que le imprimía el circo. Casó con un recluta de la guarnición local y tuvieron 4 hijos. Como no había trabajo, su esposo marchó a Bolívar, donde había conseguido un empleo. Se separaron por la necesidad. Cuatro bocas que mantener pudieron más que la idea de vivir juntos. Iba a probar y si todo salía bien se irían todos a Bolívar.
En vez de eso, lo que llegó fue una carta de alguien, donde le informaban que a su marido lo habían asesinado. No supo los detalles. Solo que no lo vería más. Así de cruel. Ni una pista. Solo que estaba muerto.

Prima Luisa no se amilanó. Crió a sus cuatro hijos trabajando duro. Un día le dio por venirse a Caracas. Si fue capaz –razonó–, de criar sola a cuatro muchachos, ¿Cuál era el problema con Caracas?

La aventura le costó otro hijo y un amor fugaz, a quien no ha visto más. El desamor la hizo volver a Güiria. Eso fue en 1982. Y no ha salido. Ni lo hará.

Antes de irse fue descubierta por mi mamá. Es que prima Luisa se fue con el circo y nunca más se supo de ella. Mamá caminaba un día por las calles del centro de Caracas y la vio, la detuvo, la interrogó hasta que no tuvo más remedio que admitir que era la misma que se fue en 1949 con el circo. No quería nada con la familia. Quizás una forma de evasión o de libertad. De ser alguien nuevo, sin pasado. Un pasado que a veces se niega a desprenderse.

Prima Luisa es afable. Los vecinos la quieren y la cuidan. Todos la conocen. Son muchos los años en el pueblo. Un pueblo donde ella misma escogió vivir. Yo creo que no sabe vivir en otra parte.

4 comments:

RosaMaría said...

Un relato tierno no exento de inocencia en el relator. Prima Luisa, se desligó en todo momento de ataduras y cuando no fue así, la vida se encargó de recordarle que quería ser libre aún criando a sus hijos. Dulce relato de vida... Besos y Felicidades para ti y los tuyos.

Oswaldo Aiffil said...

Hola mi querida RosaMaría! Es libre en su alma, como un pájaro. Así la veo. Gracias por leer mi RosaMaría. Te deseo lo mejor en esta Navidad. Espero que la amistad continúe por siempre. Un beso enorme y un abrazo de oso.

Pansy said...

Imposible venir aquí a leer y no quedar atrapado... Prima Luisa consiguió su Libertad y ya después no quiso soltarla mas... Querido Oswaldo pasé a desearte una Feliz Navidad... en medio de nuestras realidades y siempre soñando con un país mejor! Abrazos totales y que viva el Blog!!!

Oswaldo Aiffil said...

Hola Pansy! Hace ya más de diez años que plasmaste tu primer comentario en esta casa que también es tuya. Gracias por la permanencia y la buena vibra. Feliz Navidad. Que tengas la dicha de vivir la realización de tus anhelos. Un gran abrazo y un beso.