Sunday, April 06, 2014

Mientras pasan los días...


Esta mañana me levanté temprano a escribir algo en mi blog, que está medio abandonado en los actuales momentos, debido a las terribles circunstancias que vivimos en Venezuela.

Antes de comenzar a escribir di una pasadita por Twitter para enterarme que estaban bombardeando la zona donde vivo con gases lacrimógenos.

Pronto empezaron a llover los tuits de varias personas denunciando los abusos y las detenciones.

Pronto se me quitaron las ganas de escribir.

Eso fue a las 5 am y son las 12, y todavía permanecen alrededor, gaseando los edificios y las calles sin contemplación. Sin detenerse a pensar que hay niños y ancianos durmiendo en los edificios aledaños.

Y así no provoca escribir. Todos los días rezo para que termine esta pesadilla, pero va para largo.

Todos los días aumenta el número de detenciones de estudiantes, de represión de manifestaciones y de violaciones de derechos humanos fundamentales. Y todo eso ante la mirada indiferente del mundo, con pocas, muy pocas excepciones.

Nunca la compra de conciencias fue tan evidente. Nunca quienes en otro momento nos habían pedido apoyo y refugio habían tenido la oportunidad de darnos la espalda como lo han hecho ahora.

Nos sentimos solos, y así, en solitario, llevamos esta lucha.

Todos nos sentimos afectados de un modo o de otro. Hay mucha gente que lucha y sufre callada. No se puede confiar en nadie. Se han puesto de moda las delaciones, como en Cuba.

Aspiro a despertar un día y ver a mi país en libertad. Solo aspiro a eso. Mientras tanto resuenan en mi mente aquellas palabras del Nobel mexicano Octavio Paz:
“Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo... del miedo al cambio."

*Fotografía de Isaac Paniza en Instagram (Ipaniza).

2 comments:

Acerina said...

Hay una especie de delirio colectivo, por un lado, y depresión colectiva, por otro.

Y a veces se va, por días, u horas, del uno al otro.

Debemos estar conscientes de que no estamos en las mismas condiciones, ellos están armados, y no les tiembla el pulso, para herir a nadie. Nosotros tenemos banderas y pancartas y franelitas blancas. ¡Por favor!

¿Cuéntenme que lucha sociopolítica se ganó caminando con banderitas blancas o poniendo barricadas que impiden a la gente ir a trabajar? (Cabe destacar que más de uno ha perdido el empleo, yo incluída)

Debe haber alguna manera de igualar las condiciones. Debe haber una "fuerza de autoridad" que aún tenga conciencia. Sino estamos realmente en un desastre de país, un verdadero y triste desastre.

Saludos.

Oswaldo Aiffil said...

La historia se está escribiendo cada día con tinta roja Acerinita bella! Ya vendrán mejores momentos para el país. Un abrazo enorme y un beso grande!