Sunday, June 17, 2012

Mientras cocino...


Me dispongo a cocinar y mientras reúno los ingredientes en la mesa pienso en la mujer gorda del edificio del frente, que se desviste por completo frente a su ventana. En el ínterin observa que la estoy mirando, pero sigue desvistiéndose, como pensando “éste es mi espacio y en él hago lo que quiero”. La observo desde mi ventana sin atinar a moverme, como cuando haces zapping y te encuentras con un canal de TV que no querías ver pero allí te quedas absorto, minutos van, minutos vienen.


Ocurrió hace unas horas y aún pienso en eso. Todo mientras coloco el salmón, perejil, cilantro y ajo porro. Entra Anna a la cocina y me recuerda el vino blanco y las alcaparras, que no los ve en la mesa. Luego se va y yo vuelvo a mi película personal.



Siguiente spot: un joven que conversa con su padre en un restaurant sobre la inmediatez del twitter y su negativa a hojear el periódico. Su padre se halla sumido en la lectura y lo conminaba a leer los artículos que va leyendo. Nada. El hijo no sale de su teléfono inteligente. En un instante el padre se cabreó y le dijo en voz perfectamente audible: “Inmediatez…si no fuera por la rejilla en el drenaje de piso, seguro defecarías en la ducha. Por la inmediatez, claro está”. El hijo levantó, por fin, la mirada de su smartphone.



Voy pelando las cabezas de ajo, aplastándolas en un mortero y agregándolas junto con la sal al salmón. Luego procedo a picar el verde (perejil, cilantro y ajo porro) y a agregarlo también.

Aparece el mesonero del restaurant de todos los días, Darío, de mal humor porque el fútbol le ha corrido la clientela. Parece desesperado. No es la misma cara de alegría de cuando las mesas están llenas. Como un pez nadando en aguas con poco oxígeno. Apenas me ve me da la carta y se queja amargamente de la poca asistencia. “Es el furor de la Eurocopa, le digo, pero nada cambia en su triste rostro.



Pongo aceite de oliva en el wok y enciendo la llama. Doy giros al sartén para que el aceite ocupe toda la superficie y el pescado no se adhiera a las paredes. Me asomo a la ventana, y en lugar de mirar a la ciudad, recorto el ángulo visual hasta copar la ventana de la vecina gorda. No está. Sigo pensando en lo que haría si estuviera. Como cuando haces el zapping y te detienes en aquel canal donde te quedaste pegado aquella vez, a pesar de que no era lo que buscabas para ver. Y te vuelves a quedar, como preguntándote “¿y aquí ahora en qué andarán?”.

El pescado entra acompañado del verde a saludar al aceite ya caliente y la mezcla de olores, inmersos en el vapor, lo envuelve todo. Pico las alcaparras muy finitas y las agrego al festín del wok. Remuevo. Pongo la tapa.

Aparece una señora de cierta edad en el supermercado, me ve frente a las verduras y me pregunta: “Señor, ¿esto es apio españa o célery?”. No me ubico en el hecho de que sólo busca conversar con alguien y respondo sin titubeos: “Célery, señora”.  Frustrado el intento, se marcha con el carro de la compra, con un débil “Gracias” de por medio. Y es ahí, muy tarde ya, cuando caigo en cuenta de que es lo mismo apio españa que célery, que por cierto está muy firme, muy fresco, al contrario de mi mente, que burbujea como un Alka-Seltzer en caída libre hacia el fondo del vaso con agua, mientras veo a lo lejos a la señora en un nuevo intento, esta vez con otra víctima.

Destapo y agrego vino blanco. Aquel vapor me borra los pensamientos y me lleva al Mediterráneo sin escalas. Incluyo un  toque de cerveza. Pruebo. Me gusta. Pongo la tapa y a esperar.

Me sirvo una copa de vino. Esto de la cocina me está gustando mucho…


2 comments:

rominita said...

Oswaldito querido de mi corazón, paso a contarte que me ha sucedido algo extrordinario... ACABAN DE PUBLICARME UN CUENTO EN LETRALIA!!!!!!, tenía que contarte porque tu me has acompañado en este camino de las letras tantisimos años!
Acá está el link:

http://www.letralia.com/269/letras11.htm

Espero que te guste, si te gusta podrías ponerle me gusta o darle un twitter?
Te mandos besotes inmensos

Oswaldo Aiffil said...

Rominiiitaaaaa beeellaaaaaaa!! Ya leí el cuento. ES REALMENTE HERMOSO!!! Y enseña bastante. Me gustó muchísimo y lo copié para tenerlo siempre conmigo, donde quiera que vaya. Es una gran lección de vida y me pareció ver en los personajes a tí y a tu bella hermana Lady Paula, quien me hizo mi primer comentario en el blog hace ya casi 7 años. Hay cosas que no se olvidan. Mucho éxito Rominita. Te mereces muchas cosas buenas de la vida! Un besazo de mazapán!