Friday, February 23, 2007

El amor, según los niños...

¿Qué significa amor?

Un grupo de profesionales le propuso a varios niños, con edades de 4 a 8 años, la pregunta: ¿qué significa amor?, y las respuestas obtenidas fueron más amplias y profundas de lo que cualquiera pudo imaginar:

Amor es el primer sentimiento que hay antes de que todas las cosas malas aparezcan”.

“Cuando mi abuelita empezó a padecer artritis no podía pintarse las uñas de los pies; así que mi abuelito se las pintaba todo el tiempo aún cuando empezó a padecer artritis en sus manos, eso es amor”.

“Cuando alguien te ama, la forma en que esa persona dice tu nombre es diferente. Sabes que tu nombre está seguro en su boca”.

“Amor es cuando una muchacha se pone perfume y un muchacho se pone colonia, salen juntos y se huelen mutuamente”.

“El amor es cuando sales con alguien a comer y le das la mayoría de tus papas (patatas) fritas sin hacer que esa otra persona te dé de las suyas”.

“Amor es cuando alguien te hace daño, te enojas mucho, pero no le gritas porque sabes que eso herirá sus sentimientos”.

“Una vez mi hermana mayor enfermó, se le llenó todo su cuerpo de ronchitas, y su novio venia todos los días a verla y no le daba miedo enfermarse, él la acariciaba con ternura hasta que se dormía y luego se iba, eso es amor”.

“Amor es lo que te hace sonreír cuando estás cansado”.

“Amor es cuando mi mamá hace café para mi papá y ella prueba un poquito primero antes de dárselo, para estar segura de que sabe bien”.

“Amor es cuando besas todo el tiempo, luego te cansas de besar, pero aún quieres estar junto a esa persona y entonces se hablan más”.

“Amor es lo que hay en el cuarto contigo en Navidad si dejas de abrir regalos y escuchas”.

“Cuando le dices a alguien algo malo acerca de ti mismo y tienes miedo de que no te quieran más; pero te sorprendes de que no solo aún te aman, sino que te aman aun más”.

“Amor es cuando le dices a un muchacho que te gusta su camisa y él la usa todos los días”.

“Amor es como una viejita y un viejito, que aun son amigos, aun después de conocerse muy, pero muy bien”.

“Durante mi primer recital, yo estaba en el escenario muy asustada, miré a toda la gente que me estaba viendo y vi a mi papá saludándome y sonriéndome; él era el único haciendo eso y entonces ya no sentí miedo”.

“Mi mamá me ama más que nadie, nunca verás a nadie más besarme por las noches antes de irme a dormir”.

“Amor es cuando mamá le da a papá el pedazo de torta más grande”.

“Amor es cuando mamá ve a papá sudoroso y con mal olor y aun así dice que es más guapo que Robert Redford”.

“Amor es cuando tu perrito te lame ta cara, aun cuando lo has dejado todo el día solo”.

“Yo se que mi hermana mayor me ama porque ella me da toda su ropa que no usa y después ella tiene que ir a comprar otra”.

Autor Desconocido

Saturday, February 17, 2007

La ceremonia del té

La semana pasada, y como parte de los espectáculos brindados por la Embajada de Japón, se celebró, como todos los años, en el mes de febrero, la Semana del Japón en Venezuela.

Dentro del poco tiempo que tuve por asuntos de trabajo, asistí a la ceremonia tradicional de té, tal como se celebra desde hace siglos en ese país del lejano Oriente.

Una ceremonia sencilla, humilde, pero a la vez con una clase sin límites, precisa, relajante, bonita.
Estuvo dirigida por una maestra en ese arte, que esa tarde estuvo simplemente impecable, y yo me reconcilié con mi Japón querido de toda la vida.

"La ceremonia del té japonesa (cha-no-yu, chadō, o sadō) es una forma ritual de preparar te verde o matcha (抹茶), influenciada por elbudismo zen, sirviéndose a un pequeño grupo de invitados en un entorno tranquilo. Cha-no-yu (茶の湯, literalmente "agua caliente para el té") se refiere usualmente a una ceremonia individual, mientras que sadō or chadō (茶道, o "el camino del té") se refiere al estudio o doctrina de la ceremonia del té." (1)

Si alguna vez pueden asistir a una de ellas, donde quiera que estén, háganlo. Es un encuentro con el espíritu.

"La ceremonia del té (chado o sado) es la preparación y bebida ritualizadas del polvo de té verde en compañía de invitados. Una ceremonia formal y completa incluye una comida (chakaiseki) y la bebida de dos tipos de té (koicha y usucha); ella dura aproximadamente cuatro horas durante las cuales el anfitrión se dedica por completo a la creación de una ocasión destinada a provocar el gozo estético, intelectual y físico, así como fomentar la tranquilidad espiritual de los invitados. " (2)

"Para llegar a ese nivel de maestría, el anfitrión o anfitriona puede invertir décadas para lograr un absoluto dominio, no sólo del meticuloso procedimiento para servir el té frente a los invitados, sino también para aprender a apreciar el arte, las artesanías, la poesía y caligrafía, además del arreglo floral, la cocina y el cuidado del jardín. Todo esto, al mismo tiempo que se entrena para mostrar la gracia necesaria, o el desprendimiento y atención, centrándose en las necesidades de los otros.
A pesar de que todos los esfuerzos del anfitrión están dirigidos al disfrute de los participantes, esto no implica que la ceremonia del té sea un pasatiempo puramente hedonista para los invitados. La ceremonia está igualmente pensada para inspirar la humildad de los participantes, centrando la atención en la profunda belleza de las manifestaciones más simples de la naturaleza, como la luz, el sonido del agua, el brillo de una hoguera de carbón -elementos que se resaltan en el escenario de una rústica cabaña de té-, así como en las manifestaciones de la fuerza creadora del universo a través de la empresa humana, por ejemplo en la confección de objetos hermosos.
El objetivo de una reunión para tomar el té es el que propone el budismo zen, es decir, vivir el momento, y todo el ritual está diseñado para concentrarse en los sentidos, de manera que la persona está completamente inmersa en la ocasión sin que los pensamientos mundanos la distraigan" (2)
Las descripciones de la ceremonia fueron tomadas de Wikipedia (1) y de la página web de la Embajada de Japón en México (2).

Saturday, February 10, 2007

Diálogo Zen



Los maestros zen enseñan a sus jóvenes pupilos a expresarse por sí mismos.

Dos monasterios zen, vecinos entre sí, tenían cada uno de ellos un pequeño protegido.

Sucedió que uno de ellos, yendo por la mañana a comprar legumbres, se encontró con el otro en el camino.

“¿Adónde vas?” le preguntó al verlo.

“Voy a donde mis pies me lleven” respondió el otro.

Esto dejó confundido al primer pupilo, que fue enseguida a consultar a su maestro.

“Mañana por la mañana”, le aconsejó éste, “cuando vuelvas a encontrarte con ese muchacho, repítele la pregunta que le formulaste hoy. Te responderá lo mismo, y entonces tu le dirás, “Supón que no tuvieses pies”, ¿adonde irías entonces?”. Esto lo pondrá, sin duda, en un buen aprieto”.

Los dos muchachos se encontraron a la mañana siguiente.

“¿Adónde vas?”, preguntó el primero.

“Voy allá, donde me lleve el viento”, respondió el otro.

Esto volvió a dejar perplejo al jovencito, que contó su fracaso a su maestro.

“Pregúntale a donde iría si no soplase el viento”, le sugirió éste.

Al día siguiente se encontraron por tercera vez.

“¿Adónde vas?”, preguntó el primero.

“Voy al mercado a comprar legumbres”, respondió el otro.


Les dejo este relato y la respectiva reflexión al respecto, como regalo de fin de semana. Agradezco de todo corazón las visitas a esta página, visibles e invisibles. Gracias por el cariño y la buena vibra que dejan, los cuales son altamente apreciados por mi. Hagan cualquier cosa que esté a su alcance por construir un mundo más pacífico. Desde las pequeñas cosas, las más simples, toda contribución en ese sentido irá en beneficio de la humanidad.
Abrazos.
*El relato fue extraído del libro "Carne de Zen, Huesos de Zen"

Friday, February 02, 2007

Los puentes


Los puentes se encuentran entre las estructuras más llamativas que existen, como las represas y los rascacielos. Circular por ellos produce sensaciones diversas entre la gente que los cruza. Mientras más espectacular es el puente mayores sensaciones produce.
En Venezuela puedo citar como ejemplos el puente de Angostura, sobre el río Orinoco y el puente General Rafael Urdaneta sobre el lago de Maracaibo, obras monumentales que jamás olvidamos al haberlos cruzado alguna vez. Tuve la suerte de cruzar el puente de la bahía de Yokohama , en Japón. Durante su paso, y dada su espectacularidad, a uno le provoca detener los relojes para admirarlo y disfrutarlo por mucho más tiempo.

Pensar que los primeros puentes se construyeron colocando troncos o atando cuerdas para poder salvar el valle de un río y actualmente son obra de famosísimos arquitectos.

Mi amiga Cecilia Kurten regresó hace poco de San Francisco, California, Estados Unidos y me contó que una de las atracciones principales de la ciudad es precisamente el protagonista de la fotografía de este post, el famoso Golden Gate Bridge.
Gracias Cecilia. ¡disfrútenlo ustedes también!