Monday, July 28, 2008

La mejor medicina...

“Palabras de amor
sencillas y tiernas,
que echamos al vuelo por primera vez,
apenas tuvimos tiempo de aprenderlas
recién despertábamos de la niñez.”

Joan Manuel Serrat

Este post va dedicado a aquellas personas que dejaron, de diversas formas, su valioso mensaje de aliento y su buena vibra. Las palabras alivian, curan, tranquilizan, alegran, nos devuelven la sonrisa, nos recuerdan que el amor existe, y no hay distancia que pueda disminuirlo. Puedo dar fe de ello. ¡Muchas gracias!

Saturday, July 26, 2008

Las doñas han vuelto furiosas...


Increíble, ya son seis semanas en suelo estadounidense y aun faltan siete para mi regreso a Venezuela. Seis semanas en las cuales ha pasado de todo. Mis sentimientos han sido exigidos en demasía, sobre todo por la lejanía de los seres queridos, el no sentirlos ni poder tocarlos, con razón las señoras de marras, doña Nostalgia y doña Melancolía, quienes poseen todos mis teléfonos y direcciones sin que yo se los haya facilitado, no han dejado de visitarme.

Las veces que han venido y no me han encontrado es porque me les he escabullido, sin decirles, y me he ido a esconder a Galveston, a Omaha, a Lincoln.

Ha sido una lindísima experiencia el escondérmeles allá, en aquellos lares; no saben cuanto he disfrutado saber que me llaman a todas partes y nada que respondo. Que han tocado mi puerta en la oficina, o en el hotel y nada, ninguna respuesta.

Pero, ¡vaya!, que las señoras tienen una virtud, y es la de la paciencia. Ellas vienen, no estoy o no me encuentran, y se marchan sonrientes esperando la próxima oportunidad, acumulativa, por demás, porque cuando vuelven, regresan con los regalos de la vez anterior, más otros que consiguen en el camino, las muy caritativas doñas.

Llegan, entre ellas deciden si tocar la puerta o no, y cuando me doy cuenta, tengo una a cada lado, con una sonrisa, yo diría que un poco cínica, ya que no estoy sonriéndoles, ni he dicho nada que pudiese parecer gracioso.

Las ignoro, pero no les importa, ¿leyeron bien? no les importa para nada, saben, igual que yo, que su presencia no pasa desapercibida en mis fibras, me cuentan cosas, mientras ríen, me cuentan, me cuentan, ríen y me cuentan…y llega un momento en que no las quiero oír, pero me siguen contando…hasta que llega el momento en que las escucho, no queda más remedio que atenderlas, hacerlas sentir cómodas, como en su casa, aún a sabiendas de que no tuvieron la decencia de llamar a la puerta, ni anunciarse a su llegada, ni avisar, ni nada, con derechos exclusivos, pues.

Les noté esta vez una sensación de venganza en sus semblantes, tan parecidos semblantes, tanto que mucho me he preguntado si estas “madames” no serán gemelas. Claro, ya leyeron el post de Omaha, y me imagino la rabia que les dio no saber que escapé de ellas por algunos instantes, que disfruté de otros encantos, que mis sentidos lo agradecieron, no, aquello fue un agravío, y, como era de esperarse, volvieron con todo.

Presentía su visita, lo sentía, lo intuía. Ahora tengo mejor idea de lo malas que pueden llegar a ser.

Vinieron con un solo cuento, uno solo, que bastó para destruirme.

Lo dijeron a coro, como susurrándome al oído: “tu hija se graduó de Bachiller (High School), fue la oradora de orden del acto, estaba lindísima, radiante, con un halo triste en su mirada, pero radiante al fin; al final de su discurso fue ovacionada de pie por los presentes en su querido Colegio Teresiano…y tu no estuviste…”
*fotografía del portal del istituto italiano di cultura en Córdoba, España

Sunday, July 20, 2008

Hay cosas que inspiran...





Paseaba por las orillas del río Missouri, el río más largo de Estados Unidos, admirando esos paisajes, viendo correr esas aguas que van a desembocar al Mississippi.




En la orilla, vi un café con jazz. Caramelo para este niño. La arquitectura del local me encantó, más aún la música que provenía de él, y decidí acercarme.




Las melodías sonaban a través de los parlantes y mi inspiración aumentaba exponencialmente.




De las muchachas que atendían en el local, las cuales mire de reojo al entrar, vino a atenderme la que, a primera vista me pareció más antipática. Bueno, cosas de la lotería.




La señorita de marras se acercó y tuvo a bien preguntarme si me ofrecía algo de beber. La temperatura de 38 grados centígrados, con muy poca brisa, me dibujó un líquido amarillo, burbujeante, a muy baja temperatura, una cerveza pues, en pocas palabras.




Ordené una, y me cayó de un bien… cual si fuesen las mismísimas cataratas del Niágara en mi garganta en sequía. Suspiré, y agregué otro sorbo, y otro más, hasta hacerlo corriente.




Qué sabrosa cae una cerveza cuando el calor arrecia. Era muy temprano para comer. Tres de la tarde. Sin embargo yo ya estaba inspirado. Y pedí la carta de las ensaladas.




La chica de rigor no se hizo esperar, y, contra mi pronóstico inicial, me hizo una muy buena sugerencia, “la cual acepté”.




Caramba, siento que me hubiese adivinado el pensamiento, pues yo no me fijé demasiado en los ingredientes de la ensalada solicitada.




Incluyo la fotografía. Ya me la estaba comiendo cuando decidí plasmarla para la eternidad. No admite mayores preguntas. Una ensalada tan inspirada como yo, en una tarde calurosa como el verano en los llanos de Venezuela, esta vez a orillas del Missouri. Con mucho celery, como a mi me encanta, y unos camarones de fantasía, hermosos y grandes.




No hubo necesidad alguna de verter algún aderezo. Aquello me supo a gloria. La comí con fruición. Por momentos pensé en un vino blanco, pero el calor arreciaba, y la anfitriona preguntaba si deseaba otra botella con el preciado líquido dorado, a lo cual no podía negarme.




En un momento dado, al caer la tarde, le regalé la mejor de mis sonrisas a la señorita de rigor, corresponsable en algún grado de la delicia que había comido, y ella, contra todo pronóstico, la devolvió con creces. Hay días en que uno está inspirado.

Las casas de Omaha, Nebraska

Los caminos de Dios me han llevado a Omaha, estado de Nebraska, una ciudad hermosísima, con mucho verde y arquitectura espectacular.


Omaha, bonito es hasta pronunciarlo, con un acento en la primera vocal, es un nombre de origen indígena Sioux, y significa “río arriba”.


Es una ciudad importante dentro del estado, la rodean grandes sembradíos de maíz y soya, los cuales se pierden en el horizonte.


Me di un festín visual con la arquitectura de las casas del lugar, como de cuentos de hadas.


Aquí les dejo algunas fotografías, lástima que esta vez fui un desastre en lo que a manejar la luz se refiere y muchas imagenes no quedaron muy bien que digamos. A veces pasa. Disfruten de cualquier manera. Se les quiere mucho por estos, aquellos y los otros lares de Dios…

Sunday, July 13, 2008

Pisando tierra


Domingo en la mañana. Me levanto temprano sin ganas de hacer mucho pero teniendo que hacer bastante. A pesar de ser domingo. Una vez que mi vista deja de ser borrosa, y aún en la cama, echo manos al libro que reposa en la mesa de noche. Se trata de “Trenes hacia Tokio”, de Alberto Olmos (X premio de Arte Joven de Novela de la Comunidad de Madrid, editorial “Lengua de Trapo”). Apenas voy por la cuarta parte pero desde ya digo que me parece maravilloso, el manejo del lenguaje y la ironía, una forma sutil de decir unas cuantas verdades, hermoso libro.

Leo mucha literatura los fines de semana y a veces en las noches. Desde que estoy aquí, hace ya un mes, he terminado dos novelas, “El Rumor del Oleaje” de Yukio Mishima (editorial Alianza Editorial) y “Damas Chinas” de Mario Bellatin. De Mishima no podía esperar menos, es un maestro y ésta, una novela de amor bellísima, como pocas, con un final que uno no se espera, porque con Mishima puede pasar cualquier cosa. La trama amorosa, la descripción de los personajes, los paisajes de Japón, la narración en primera persona (mi favorita porque permite de alguna forma que el protagonista cobre vida en mi), gracias a Waipu Carolina por la recomendación.
La otra, “Damas Chinas”, de Mario Bellatin (editorial Anagrama), es una novela con mucha intriga, narrada de una forma poco común pero a su vez muy atrayente, que no sigue un orden cronológico, uno nunca se ubica en ninguna época sino en los hechos, que se suceden uno tras otro, sin piedad alguna. Enigmática y misteriosa, un ginecólogo narrando aspectos que tienen que ver con su profesión y a su vez otros de carácter atípico, de su sórdida vida paralela, sin juicios, sin un orden específico. Personalmente me gustó mucho y encontré muy interesante el estilo tan particular de hacer la narración.

Cuando uno se encuentra inmerso en estas misiones de trabajo, alejado de su familia, de sus amigos de toda la vida, la nostalgia y la melancolía aparecen de vez en cuando, con intenciones de quedarse contigo mucho tiempo.
En ese entonces uno procura mecanismos de defensa ante el huésped inesperado, y esos mecanismos para mi son la literatura, los libros técnicos, visitar museos y sitios históricos, ir a centros comerciales y visitar ciudades vecinas, fotografiar lugares y momentos.
No eliminan de un todo las constantes visitas de las dos señoras de marras (Doña Nostalgia y Doña Melancolía) pero te dan un poco más de respiro, de ánimo para recibirlas y decirles que no tiene caso quedarse mucho tiempo, pues no eres la victima indicada y además de ello, no son bienvenidas.

Sigo por aquí, pisando tierra, y poco a poco les iré contando mis vivencias por estos lares de Dios...

Tuesday, July 08, 2008

Galveston, Texas








Gracias por sus visitas cargadas de buena vibra a esta página virtual que los recibe de buena gana, gracias por el cariño recibido.

Fotografias del centro histórico de Galveston, Texas. Una imagen vale más que mil palabras. Se les quiere mucho por estos lares de Dios...


Friday, July 04, 2008

Amor por lo que se hace...


El amor por lo que se hace es fundamental en el éxito que pudiera obtenerse en cualquier campo del quehacer humano. Tan solo hay que ver la cantidad de personas que lo atienden a uno en un negocio, y que, a todas luces, se nota que lo último en el mundo que desearían hacer sería estar allí, dando la cara por la tienda, procurándote satisfacción.



En mi caso particular, me produce desagrado tener que lidiar con esas personas y trato, en la medida de lo posible, de no volver a ese lugar.


Me gustan en tanto los que manifiestan su amor por lo que hacen, y que lo sienten como suyo, aunque en realidad no lo sea. Son los verdaderos artífices de unas relaciones que se extienden en el tiempo y en el espacio, duraderas y fortalecidas. Son parte del ejército de gente que uno desea ver, de la gente que uno quiere encontrarse, de la sonrisa que se hace necesaria, del abrazo, del respeto, de la amistad y de la fidelidad.

Son ellos los que reflejan su amor en la comida que elaboran para el restaurant, y cuando deciden irse, sin decir una palabra, sin tan siquiera haberlos visto alguna vez, uno nota que se han ido, porque la comida cambia de sabor, de textura, de estética, en fin de cuentas, la comida pierde la pasión y el amor con que estaba hecha.

He visto una muestra de esos personajes en el encargado de cuidar las focas del Zoo de Houston. Cuanto entendimiento entre él y el animal, cuanto amor, cuanto respeto, cuanto cariño, cuanta pasión. Una muestra de lo que podemos aprender en las relaciones entre los seres humanos…

PD. Fuera de contexto, manifiesto mi satisfacción por la liberación de Ingrid Betancourt, un símbolo entre las tantas personas privadas de su libertad ilegítimamente en el mundo. Ingrid, te escribí una carta y te incluí en mis petitorios al niño Jesús. Estoy feliz y agradecido de haber sido escuchado, y sigo pidiendo por la liberación de todos los secuestrados, donde quiera que se encuentren, porque hay gente que los espera, y desesperan en la espera, porque son seres queridos, padres, hijos, hermanos, sobrinos. Pido también por ellos, los que no tienen esperanza y los que si la tienen…

Thursday, June 26, 2008

Houston, we have a problem!

En un restaurante chino de la ciudad, a la hora de traer la cuenta, te anexan unas galletitas de la fortuna. Cuando abres las mismas, contienen un mensajito que, en teoría, va destinado a la persona que lo recibe. Y el mío dice, con claridad meridiana, “El cambio tiene atributos físicos y psicológicos”. ¿Más claro? Imposible.

Houston es una ciudad bastante amigable, cosmopolita, pues se ve gente de todas las nacionalidades en sus calles, quizás por ser una ciudad que gira en torno al petróleo. Ha crecido a un ritmo vertiginoso, el mismo que llevan los precios de las propiedades y bienes raíces.

En sus centros comerciales se ve el empuje económico, son inmensos y muy bonitos. En ellos la gente se relaja luego de un día de trabajo y ajetreo. Hay pistas de patinaje sobre hielo, que son mis favoritas a la hora del relax. No se porque, pero entre el frio que emerge de la pista y los movimientos acompasados, casi de balletistas que imprimen algunas patinadoras, me voy quedando sosegado, mirando, y pensando en gente que está en otros lugares.


De vez en cuando alguna maroma me hace volver en mi, me saca de mis pensamientos, y continúo con el recorrido, a través de vidrieras y vitrinas que serían la delicia de más de una fémina. Veo una falda espectacular, y le pongo cuerpos, la mido, la quito, coloco otra prenda, es un ejercicio de imaginación, ese de poner un cuerpo a cada prenda.


En la oficina, el ambiente es más rígido, muy silencioso, al extremo de que podría escucharse el ruido de una plumilla de ganso al caer al frio pavimento. Por supuesto que exagero, pero más o menos por allí se mueve la cosa. Camino por los pasillos y en las distintas oficinas veo gente afanosa, empeñada en su trabajo, concentrada.


Mi oficina es amplia y sencilla, muy a mi gusto. Detrás hay una ventana con vista hacia el este, desde donde se domina, a lo lejos, la línea de rascacielos del centro de la ciudad. Y más cercana, y no por ello menos dinámica, la famosa superautopista I-10. Puedo perder la cuenta de la cantidad de canales de circulación que posee. Me han dicho que recorre el país de oeste a este, de California a Florida.



En estos momentos estoy inmerso en un gran proyecto, que reclama mi atención durante todos estos días, y que me ha convertido de nuevo en el mismo ingeniero recién graduado y ávido de aprender de hace unos ventidos años. Algunos días me siento como un novato, deseoso de conocimiento y de aprendizaje, entusiasta, contento de haber elegido esta carrera como forma de vida. Y ya tengo 46 años, ¿Quién lo diría?

Nunca se termina de aprender, de recorrer caminos insospechados, de ver otras realidades, otros destinos, otros pensares, y otras calidades de vida.
Estar aquí haciendo esto es algo que siempre había buscado. Y muchas veces llegué a perder la esperanza de que sucediera.

Pero he ahí un Dios que dice cuando es el momento, cuando es el tiempo de acercarte a lo que imaginaste, a lo que tuviste como un sueño. Y es el momento de la verdad, de hacerlo realidad, de satisfacerte profesionalmente. Nunca pierdan la esperanza…

Saturday, June 14, 2008

Chega de saudade

Chega de saudade, la primera canción grabada en ritmo de bossa nova, es un himno, un homenaje a esas pequeñas cosas que nos causa la separación cuando hay amor de por medio. Voy a Houston en viaje de trabajo, lo que implica dedicar menos tiempo a la lectura, a la escritura, a abrazar a las personas que quiero y que están aqui, que no van conmigo en 3D, sino en mi corazón.
Yolanda
me regaló una tarjeta preciosa, que entre otras cosas dice que "revive la esperanza...comprendiendo que cuando tus planes y sueños no alcanzan a cumplir tus anhelos, estás aprendiendo algo nuevo sobre ti o sobre la vida". Esas palabras no pueden ser más proféticas y oportunas en esta hora, una gran experiencia profesional me espera, pero el costo implícito es abandonar por un tiempo a los quereres, todo tiene su precio.
Prometo mantenerme cerca de ustedes a través de estas líneas, donde les iré contando el progreso de la nueva aventura profesional. Dios permita que todo salga bien, para lo cual pondré todo mi empeño y voluntad. La empresa es dificil pero estoy listo para afrontar ese reto, uno más en esta vida. Trataré de dejar mi huella en cada labor que me sea encomendada. Gracias por la buena vibra que dejan cuando me visitan en esta casa virtual que también es de ustedes.
Les dejo este video de los genios del bossa, Tom Jobim y Joao Gilberto, y su Chega de Saudade (Basta de nostalgia), junto con la letra original en portugués y traducida al español. Se les quiere mucho por estos lares de Dios!

Vai minha tristeza
E diz a ela
Que sem ela não pode ser
Diz-lhe numa prece
Que ela regresse
Porque eu não posso mais sofrer
Chega de saudade
A realidade
É que sem ela não há paz
Não há beleza
É só tristeza
E a melancolia
Que não sai de mim
Não sai de mim, não sai.
Mas se ela voltar,
se ela voltar
Que coisa linda,
Que coisa louca
Pois há menos peixinhos a nadar no mar
Do que os beijinhos
Que eu darei na sua boca.
Dentro dos meus braços,
Os abraços
Hão de ser milhões de abraços
Apertado assim,
Colado assim,
Calado assim
Abraços e beijinhos
E carinhos sem ter fim
Que é pra acabar com esse negócio
De viver longe de mim
Não quero mais esse negócio
De você viver sem mim
Vamos deixar desse negócio
De você viver sem mim.

Vamos, tristeza mía
Y dile a ella
Que sin ella no puede ser
Dile en una oración
Que vuelva a mi
Porque no puedo sufrir más
Basta de nostalgia
La realidad
Es que sin ella no hay paz
No hay belleza
Solo hay tristeza
Y melancolía
Que no sale de mi
No sale de mi, no sale.
Pero si ella regresa,
si ella regresa
Que cosa linda,
Que cosa loca
Porque hay menos pececillos nadando en el mar
Que los besitos
Que le daré en su boca.

Dentro de mis brazos,
Los abrazos,
Han de ser millones de abrazos
Apretados así,
Pegados así,
Callados así,
Abrazos y besitos
E infinitas caricias
Que son para acabar con ese negocio
De vivir lejos de mi
No quiero más ese negocio
De que tu vivas sin mi
Vamos a dejar ese negocio
De que tu vivas sin mi.

Saturday, June 07, 2008

Limpieza de la casa mental


Cada vez que entro en etapa de vacaciones, sobre todo si sobrepasan la semana, cosa que no siempre ocurre, una de las cosas que hago para deslastrarme de la carga de presión de mi trabajo, es armar un rompecabezas (puzzle) de 1000 o más piezas.

Es una tarea que cumple varios objetivos, aparte del placer que da ver la fotografía en su verdadera dimensión y esplendor.

Uno de ellos, yo diría que el principal, es borrar de mi mente todo el esquema del proyecto en el cual estuve trabajando, que, de otro modo, permanece y continúo trabajando en él de manera inconsciente. La idea es vaciar mi mente para prepararla para entrar verdaderamente en el modo “off”. Y vaya que lo logro, porque armar el rompecabezas se convierte en el proyecto de turno, un proyecto bastante interesante, que conjuga ejercicios de memoria fotográfica, estrategia (colocar aparte las piezas de colores similares, juntar las piezas con una cara recta, que indudablemente pertenecen al marco, etc.), paciencia, dedicación, mucha dedicación para ir poniendo las piezas en su sitio, resistencia, porque cansa un poco, más cuando no puedo inmovilizar durante una o dos semanas la mesa de mi casa, y me toca armarlo en el piso (pavimento), donde igual inmovilizo una zona del apartamento (piso), pero con muchas menos quejas por parte de mi esposa.

Las dificultades varían con la imagen. Hay algunas que se hacen más fáciles de encuadrar mientras que otras tienen similitudes por todas partes lo que acentúa su dificultad, como el de éste año, que coloco en la foto del post, donde había verde y tejas por doquier.

En la etapa de finalización el cansancio se apropia de mi, sobre todo porque dedico jornadas enteras (cuando digo enteras puede ser que comience un día a las 9 am y termine a la medianoche, de manera continua). Muchos dirán “¿para qué vacaciones entonces?” y la respuesta es que, de otro modo, no tendría ni el tiempo ni la energía mental para acometerlo y por el otro lado, a pesar de cambiar el escenario donde me desplazo, continuaría con el trabajo en mi mente, pues sacarlo de la mente no es cosa de mover un interruptor o algo así, a mi modo de ver las cosas.

No se la razón pero una vez que lo terminas de armar el cansancio es reemplazado casi de inmediato por la satisfacción. Al día siguiente te sientes de un bien que no lo crees. Y vuelves a mirarlo, con una sonrisa en los labios, mientras tu mente ya se encuentra en modo “off”, lista para admirar los hermosos paisajes, dedicarse a la lectura o a cualquier otra actividad de placer.

Fuera de tópico: gran alegría me ha causado haberme topado en la calle con una blogger amiga, que ha sido capaz de reconocerme entre la multitud. Se trata de Yolanda Fernández, y ya tenemos cita para un almuerzo la semana entrante. En los blogs se encuentran verdaderos tesoros de personas, una de las cuales es Yolanda, una persona integral, maravillosa, y me tiene muy feliz haberla podido conocer en 3D. También tuve el honor de compartir con mi amiga Cereza, grata y singular conversadora, lo que adoba con su risa contagiosa y su energía ilimitada. Por eso siempre termino diciendo, a pesar de que el Facebook ha entrado cual aplanadora y drenado la creatividad y las líneas plasmadas en muchos de ellos, ¡Larga vida a los Blogs!

Sunday, June 01, 2008

Gal Costa y María Alejandra Rodríguez

Gal Costa, una de las divas del bossa nova, tuvo a bien venir a cantar, en un programa íntimo, acompañada sólo de guitarra, en ese escenario de tanto significado para muchos (entre los cuales me encuentro) que es el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, en Caracas.
La acústica de ese lugar es maravillosa, y la artista no pasó por alto el comentario de satisfacción por la misma. Ni que decir de los que tuvimos el privilegio de asistir y cantar con ella. Y digo cantar porque, como en las mejores actuaciones de los cantantes en vivo, rápidamente se involucró con su público y nos pidió que la acompañáramos en el canto, cosa a la que no nos hicimos de rogar.
Me sorprendió la cantidad de personas que coreaban sus temas, con conocimiento de las letras y del acento brasileño del portugués.
Entre otras no faltaron "Garota de Ipanema", "Wave" y "Desafinado", que en la voz de la Diva y los coros del público presente sonaron realmente celestiales.
Tengo que incluir en esta breve reseña la presencia y actuación de una cantante hasta entonces desconocida para mi, llamada Maria Alejandra Rodríguez, cuya sencillez en escena y voz aterciopelada me cautivó. Cantando música venezolana del compositor venezolano Enrique Hidalgo, de quien es su sobrina, la muchacha y su cuatro me enamoraron, así como también al público presente, que la aplaudió muchísimo en cada una de sus interpretaciones.
Este ha sido, como ya habrán notado, un fin de semana musical, que he disfrutado gracias a la calidad interpretativa de estas mujeres, una que está naciendo y la otra, Gal, que ya tiene más de 40 años en escena, lo que se traduce en un dominio absoluto de la interpretación de la música popular brasileña.
¡Enhorabuena por ellas dos!

Tuesday, May 27, 2008

Carriacou, Grenada, West Indies























Carriacou (tierra de arrecifes en la lengua caribe), es una islita que está ubicada al noreste de la isla de Grenada (bajo cuya jurisdicción se encuentra).

Allá fui a parar buscando mis orígenes, por el lado de mi madre. Antes de eso sólo sabía que mi abuelo, Stephen Lambert, salió un día de allí hacia Venezuela, y nunca más regresó.

La familia, allá, poco supo de él durante unos 80 años (el abuelo falleció hace 30 años), mucho menos de su familia aquí. Nosotros tampoco sabíamos de allá.

Internet permitió los primeros contactos, los cuales nos han ido acercando poco a poco, a pesar de estar regados por todas partes del mundo.

Yo siempre tuve la curiosidad de ver las tierras desde las cuales vinieron mis abuelos (Grenada y Martinique por parte de mi madre y Barbados por parte de mi padre), de ver los rostros, los paisajes, las fotografías de aquellos años.
Esta vez se presentó una oportunidad y no la desperdicié.

Descubrí una tierra bellísima, una gente hermosísima, unos corazones difíciles de olvidar, un reencuentro luego de tantos años, sin tener ni siquiera un testimonio de cada uno, un dibujo, una imagen. Una experiencia inolvidable. Juzquen ustedes por las imágenes.
¿No es eso un paraíso?

Thursday, May 15, 2008

El mejor regalo...

Esta es una historia real, de cómo un día pasé a saludar a una anciana que limpiaba un jardín de una casita en un pequeño poblado de mayoría alemana en Venezuela (Colonia Tovar).
La señora y yo acostumbramos a saludarnos cuando nos cruzábamos, ella siempre en su casita, arreglando sus plantas, y yo pasaba al frente y le hacía señas de saludo con las manos.
El tiempo fue pasando y cuando ya se terminaba mi estancia de trabajo en ese poblado, pasé a despedirme. Estaba acompañada de unas personas que miraban las plantas que ella cultivaba. Finalmente se llevaron algunas y le pagaron.
Allí pensé que se trataba de un vivero (sitio donde se cuidan plantas para venderlas posteriormente). Le pregunté y me respondió que exactamente no se trataba de un vivero, que ella le tenía amor a las plantas y por eso las cuidaba, pero esas personas tocaron a su puerta y pidieron comprar algunas de ellas, que les habían gustado. Su único sustento era un sobrino, que acudía intermitentemente a subsidiarla, lo cual le permitía apenas comer.
Como se aproximaba el día de la madre, hace ya unos 22 años de ello, le pedí que me escogiera una de las plantas para regalársela a mi madre. Así lo hizo, y le compré un lirio, común y corriente, sin flores.
Le pregunté si tenía algo de especial, ya que se tardó algo de tiempo en escogerlo, y me dijo que lo bonito vendría cuando floreciera, que tuviera paciencia de esperar ese momento. Que las flores parecían pintadas a mano. Me despedí, prometiendo volver, un volver que con los avatares de mi vida nunca llegó a ocurrir, y hoy día no creo que aún viva.

Lo cierto es que el año siguiente, 1987, la segunda semana de mayo, mi madre me llamó para que viniera a ver el lirio que le había regalado. Cuando fui a su casa me quedé sorprendido de tanta belleza en esos pétalos, como pintados a mano. Abracé a mi mamá y recordé a la viejecita, que con su sonrisa en los labios me dijo que tuviese la paciencia de esperar el mejor regalo.
Todos los años florecía para la segunda semana de mayo, y las flores eran cada vez más hermosas. Un día, diez años después, le pedí a mi hermana que me cortara un brote, y lo planté en la jardinera de mi casa. Al año siguiente, para la segunda semana de mayo, tenía mis hermosas flores en el balcón.
A través de esas flores veo la linda sonrisa de la viejecita que con paciencia cuidaba de sus plantas y tuvo a bien escogerla para mi madre.

Hace unos dos años decidí transplantar el lirio desde mi jardinera al jardín principal del edificio donde vivo, porque la raíz del lirio es un bulbo, que crece y crece, y ocupa el espacio de las raíces de las otras plantas y las ahoga. Mala suerte ha tenido el pobre, pues el jardinero que le ha tocado, cada vez que viene a desmalezar le corta las hojas, lo que le impide hacer su ciclo normal y florecer en mayo. He dejado un cartel al lado, he hablado con la conserje para que lo ponga al tanto, pero nada. Cada vez que viene lo mutila. Ya he decidido transplantarlo a otro sitio.

Lo bueno de todo, es que en mi jardinera, en el mismo sitio donde estaba el que sembré como un brote del original, un buen día aparecieron unas hojas, brotando desde la tierra. Alguna semilla habrá quedado, pues una nueva planta creció, y hace dos días me di cuenta de que iba a florecer, esta vez, para que no haya más dudas, para mi cumpleaños. Lo veo, y además de disfrutar de sus pinceladas de rojo en los pétalos blancos, pienso en la sonrisa de la viejecita, y en su original y paciente forma de alegrar la vida de mi mamá, y la mía, porque es el mejor regalo que recibo todos los años.

Tuesday, May 13, 2008

Chet Baker


Hace 20 años, un día como hoy, nos dejaste. Pero nos queda tu legado, el sonido dulce de tu trompeta, inigualable. Tu voz, tu forma de cantar, que solamente evoca ternura.

“My funny valentine”, grabada en 1600 álbumes, pero solo la tuya (en cualquiera de sus versiones) tiene ese encanto, ese terciopelo en la voz y en el instrumento, esa cadencia particular que nos mueve las fibras…

Sufriste mucho en vida, por causa de tu adicción, lo que al final te llevó a la muerte, pero nunca perdiste oportunidad de regalarnos tus interpretaciones, cosa que te agradeceremos por siempre todos los admiradores de tu música y de tu canto en el mundo.

My funny valentine,
Sweet comic valentine…

Irrepetible…

Monday, May 05, 2008

Filosofía y experiencia...

Experiencia es lo que me viene a la mente al observar estas ramas deshojadas por la temporada, que ayer no más estuvieron pobladas de hojas, quizás de flores, o de ambas, y de frutos, y que hoy no están, porque se han ido, para que otros vuelvan por los mismos lugares, alimentados por la misma savia, proveniente de las mismas raíces.

Experiencia, la que se gana con los años, a través de las decisiones, que se toman para bien o para mal. Bien sabemos que la vida no trae manual. Y que esto aplica para todos los casos; en la crianza de los hijos, en comenzar una nueva actividad; en el caminar sin rumbo y llegar a una encrucijada de caminos, en encontrar el amor, muchas veces cuando pensamos que no lo encontraríamos, o que era algo inexistente.

A veces intentas trazar una ruta a seguir, y haces todo lo posible, y hasta lo imposible, para que esa sea tu ruta, pero entonces la vida te detiene, y te saca del camino, porque hay cosas que quizás no has aprendido, o no has asimilado, o debes sumergirte en ellas, o no has vivido, o es la ruta equivocada simplemente, y así no puedes seguir.

Al principio no te lo explicas, y si no eres fuerte de espíritu hasta percibas un poco de frustración, inconformidad, desasosiego, irritación, y puede que hasta te sientas hacer el ridículo, imagínate, el ridículo que tanto criticaste en otros, llama a tu puerta. Pero existe un amigo, o enemigo (según como lo veas), que siempre está allí, como tu sombra que te sigue a todas partes: es el tiempo, que se encarga de decirte que algo te faltaba por aprender, por vivir, por percibir, por experimentar.

Es claro que en esos momentos, por aquello del libre albedrío, podemos elegir continuar en la misma senda en que veníamos, no aceptar los cambios, mantenerse en lo conocido a rajatabla, como un pez en el acuario, que da vueltas y vueltas, voluntaria e involuntariamente, siempre por los mismos lugares, los mismos recovecos, las mismas piedras mohosas, las algas artificiales, la misma hilera de burbujas, las mismas visiones y sensaciones hasta morir.

El cambio es necesario para madurar en la vida. Y está siempre allí, acechando, atacando, volteándonos la papeleta, lanzándonos tierra en los ojos si es posible, para que sepamos que está allí, y que desea que lo tomemos en cuenta.

Es allí, en el momento de las decisiones, donde miramos al cielo en búsqueda del consabido manual, que sabemos que no existe, de una guía para que nuestra decisión sea la mejor para nosotros y los que nos rodean. Es allí donde tomamos conciencia de la existencia de una energía que rige el Universo, que unos llamamos Dios, otros Alá, otros Buda, y algunos simplemente la fuerza superior que rige y guía el Universo.

Puede interpretarse de muchas formas, adaptarse a muchas creencias, pero en la Oración de la Serenidad, escrita por el teólogo norteamericano Reinhold Niebuhr, evidentemente hay un mensaje para quien desee captarlo…

Dios, concédeme la serenidad
para aceptar las cosas que no puedo cambiar,
el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar
y la sabiduría para conocer la diferencia.

Viviendo un día a la vez,
disfrutando un momento a la vez;
aceptando las adversidades como un camino hacia la paz;
tomando, como lo hizo Dios, este mundo pecador
tal y como es, y no como me gustaría que fuera;
creyendo que El hará que todas las cosas estén bien
si yo me entrego a Su voluntad;
de modo que pueda ser razonablemente feliz en esta vida
e increíblemente feliz con El en la siguiente.
Amen

Es una oración preciosa, que puedo leerla desde el punto de vista cristiano como también desde el budismo Zen, percibiendo el mismo mensaje.

Siendo así, termino esta divagación filosófica con las sabias palabras del Maestro Daigu Ryokan: “libre de ataduras, como una bruma arrastrada por el aire, me dejo llevar hasta donde me quiera llevar el viento”.

Los quiero mucho a todos ustedes y les agradezco mucho el hecho de venir a esta bitácora a esparcir su buena vibra. Aquí se les recibe de brazos abiertos y se les invita a una infusión de cáscara de mandarinas, o un te, o un café, como prefieran. Esta es su casa…