Wednesday, August 26, 2009

El espejo del alma...

"Confía en tí mismo. No en ése que piensas que eres, sino en quien realmente eres."

Maezumi Roshi (maestro Zen)

Thursday, August 20, 2009

Volver a los inicios

De nuevo en el pueblo. Tantas memorias reviven en mi mente cuando veo las caras que me reconocen de inmediato, como yo a ellos. Poca gente alrededor sabe que estuve viviendo allí durante seis inolvidables meses. En esos días pude hacer algunos amigos y amigas. Compartimos lo indecible. Yo, forastero, venido de la ciudad, disfruté muchísimo la posibilidad manifiesta de respirar aire puro todos los días, nada artificial, nada contaminado, algo que ellos consideraban muy común, nada extraordinario.

Los amigos y amigas, que teníamos distintos oficios y orígenes, distintas metas en la vida, pero que nos unía el simple hecho de pasarla bien luego del arduo día de trabajo.

Dadas nuestras diferencias, nuestros temas de conversación inicial se centraban en las rutinas comunes en nuestro día a día. Todas diferentes.

Aprendí mucho de todo lo vivido. Aprendí que la gente de Maracaibo toma café para mitigar el calor y que la gente del pueblo toma cerveza fría para mitigar el frio. El mismo principio aplicado en climas diferentes. Aprendí que la exposición diaria al smog daña poco a poco nuestra piel. Aprendí que se disfruta y se vive plenamente a partir de las cosas más sencillas. Y que una sonrisa de agradecimiento es algo que nunca tendrá precio.

Hoy volví por los mismos senderos de hace 23 años y supe que algunos habían muerto (uno siempre postergando un encuentro que ahora nunca se podrá dar), que otros se han perdido en el espacio infinito que nos rodea, sin dar muestras de vida, que algunos han permanecido en el lugar y están siempre a la espera del reencuentro. Que mirarse de nuevo y reconocerse después de tantos años nos saca lágrimas de felicidad. El sentimiento no se puede explicar, una mezcla más bien. Que un abrazo con los cómplices de tanta ventura y compartir con ellos nos eleva de nuevo y nos hace dar gracias a la vida.

Tantas cosas por contar. Los viajes, las vivencias afuera y adentro, la tristeza de la partida de los que ya no están, el saber que se está vivo y que se tendrá que vivir con el dolor de la ausencia, que nunca pasa pero que se puede mitigar en la medida de lo posible. La política (la de antes y la de ahora). Las fiestas de aquellos días, con sus momentos “kodak”, vívidos ahora como entonces. Las lágrimas. Las risas. La confianza, que jamás se pierde, como un sello en la piel. Las voces (las de ahora y las de entonces). Los abrazos muy sentidos. El pasar de uno por la vida, y no de la vida por uno. Los votos por que los encuentros futuros no demoren tanto esta vez. Los secretos (los de aquel momento y los de ahora). Nada de despedidas, porque a decir de Gibrán, existen sólo los encuentros. La belleza de la solidaridad. Un mundo diferente, ojalá pudiera multiplicarse…

Saturday, August 15, 2009

Pensando...


Me levanto temprano en la mañana. Aún no me provoca salir a correr, será más tarde. O quizás no corra hoy. Tengo muchas cosas que hacer. Llamadas pendientes con amigos que ya no están aquí. Aunque si lo están de espíritu. Quieren saber lo que pasa aquí, de primera mano. Y yo quiero saber de ellos, de sus vidas.

Mi prima viene a visitarme. Quiere conocer Caracas. Normalmente sus vacaciones transcurren en Londres, o Nueva York, o Lincoln, Nebraska. Ella es directora de escuela primaria en Grenada, West Indies. Ya la visité el año pasado, y ahora viene ella. No es el mejor momento de la historia para caminar la ciudad, pero no encontré la forma de decirle que no sin ser malinterpretado. Así que vamos, a patear Caracas, donde se pueda, claro está. Eso me emociona mucho. Primera vez que voy a mostrar mi ciudad. Ya antes me había provocado hacerlo pero nunca encontré cómo hacerlo. Al final lo hicieron otros. Esta vez no tengo escapatoria. Y lo pienso disfrutar.

He pedido vacaciones en el trabajo. Y ha costado un mundo, pero finalmente me las han concedido. En mi mundo laboral, la gente se acostumbra a postergarlas (incluido yo). Y el tiempo va pasando la cuenta, poco a poco. Son dos semanas para las cuales no tengo itinerario. Así es mejor aún.

Alguna gente me pregunta cómo hago para mantenerme con tan bajo nivel de stress. Siempre les respondo lo mismo. Tengo una amiga en quien confiar, a quien contarle todo, a quien escuchar. Asi, puedo ver otra óptica sobre lo que hago o voy a hacer, un consejo a tiempo, con buena intención. Puedo compartir vivencias y ver la compatibilidad que existe entre los dos, al saber que me muestran totalmente el otro lado, el lado femenino de entender las cosas, que es muy distinto al nuestro. Asi las cosas, puedo unir lo concavo y lo convexo, el ying y el yang de cada cosa, y tener una visión global, con la cual discernir lo que haré y lo que no haré. Eso definitivamente no tiene precio.
Escucho mucha música. Todos los días. A veces canto. A todo dar. En el carro, en la ducha. Leo literatura. Los libros te hacen viajar por mundos antes desconocidos. Y te liberan. Te abstraen. Te absorben. Eso ayuda con el stress laboral, porque dejas por momentos de pensar en la tarea pendiente, en la reunión de mañana con el cliente, y te sumerges en esos mundos, que resultan hermosos, que te dejan aquella sensación de déjà vu, que no dejan de sorprenderte. Leo crónicas, relatos, vivencias, cuentos, novelas.
¿Qué he leído últimamente? Ya les conté de “El arte de escuchar los latidos del corazón” de Jan-Philipp Sendker,realmente hermosa (Grijalbo/Random House Mondadori, 2008), “Una oración por la lluvia. Historias de Afganistán” de Wojciech Jagielski (Debate/Random House Mondadori, 2008), “Sueño profundo” de Banana Yoshimoto (Tusquets, 2008), tres cuentos hermosísimos, “Penélope, de Ignacio Castillo Cottin, un escritor novel pero con un futuro muy grande. Tengo una fila larga de libros pendientes, esperando su momento. Pero en sí, el hecho de recrearse en la lectura previene el stress de un modo mágico. Hagan el intento.

¿Qué leo en este momento? “Job”, de Joseph Roth (Acantilado, 2007). Una recomendación de mi amigo Andrés Boersner. Creo que Andrés me está conociendo bastante, porque se atrevió a sacarme de mi predilección por autores japoneses (algo que él conoce muy bien) y me tentó con la novela de Roth, que ha resultado ser (no lo había leído antes) un excelente narrador, de prosa sublime.

¿Qué música escucho en este momento? “Heavier things” de John Mayer (Aware/Columbia, 2003), cantante y guitarrista norteamericano. Si me ven en estos días cantando en la autopista, seguro que se trata de las bonitas canciones de Mayer (¿cierto Mariale?). También escucho “Collaboration”, con “The Modern Jazz Quartet” y Laurindo Almeida, guitarrista brasileño (Gambit, 2007), una compilación de las presentaciones de Almeida con la genial banda de jazz; otro, “The way up” con Pat Metheny Group, es el mejor fondo para mis momentos de melancolía.

En otro post les contaré mis vivencias de las siguientes dos semanas con mi prima en Venezuela.
¡Los quiero mucho!
*La imagen es de Yazz

Saturday, August 08, 2009

Contándoles de mis lecturas

Cada cierto tiempo llega a nuestras manos un libro que podríamos catalogar de excepcional. Esta vez se trata de “El arte de escuchar los latidos del corazón” de Jan-Philipp Sendker (Grijalbo/Random House Mondadori, 2008).

Es una historia de amor única, incondicional, entre un hombre ciego y una mujer con imposibilidad para caminar, de manera tal que para ella, él representa sus pies y él, por su parte, mira a través de los ojos de ella. Ambos se conocen y encuentran en el otro su otra mitad, los sentidos que les fueron negados, el amor en su máxima expresión, y juntos construyen una hermosísima historia, llena de sensibilidad, de ternura, tristeza, alegrías y vivencias únicas.

Aún no la he terminado, pero estoy emocionado de leerla, la vivo intensamente, la disfruto enormemente, al punto de que he bajado el ritmo de mi lectura porque no quiero que se acabe tan pronto.

La historia se desarrolla en Birmania, oficialmente Myanmar, el mismo sitio donde recientemente hubo manifestaciones por la democracia, encabezadas por monjes budistas, que fueron brutalmente reprimidas por la dictadura militar que gobierna desde 1962. Es el mismo país donde una activista llamada Ang San Suu Kyi, Premio Nobel de la Paz, está sometida a arresto domiciliario por parte de la Junta Militar de Gobierno, y no se le permite ver ni siquiera a su familia. Ella ganó las elecciones en su país en 1990, representando a la Liga Nacional Democrática. Lamentablemente la dictadura se negó a reconocer los resultados y la confinó en prisión desde entonces, violándole sus derechos humanos.

Volviendo a la novela, es un testimonio muy bonito de la fuerza del amor, de la sencillez, los pequeños detalles, la comprensión y el entendimiento entre las personas. En resumidas cuentas, la novela es un canto, un canto a la vida en forma de hermosa narrativa literaria que no dudo en recomendarles.

Ya saben lo mucho que se les quiere por estos lares de Dios…
UPDATE: Aung San Suu Kyi, opositora birmana, Nobel de la Paz, nuevamente condenada por la junta militar de Myanmar a 18 meses de casa por cárcel e inhabilitada como candidata para las elecciones del año 2010. Siguen las injusticias...

Saturday, August 01, 2009

Sin libertad de expresión en Venezuela


Hoy amanecieron en Venezuela 34 emisoras de radio cerradas, detenidas sus transmisiones, por orden del Gobierno Nacional.
La Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela consagra en su artículo número 57 lo siguiente:
"Toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz, por escrito o mediante cualquier otra forma de expresión, y de hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y difusión, sin que pueda establecerse censura. Quien haga uso de éste derecho asume plena responsabilidad por todo lo expresado. No se permite el anonimato, ni la propaganda de guerra, ni los mensajes discriminatorios, ni los que promuevan la intolerancia religiosa.
Se prohibe la censura a los funcionarios públicos o funcionarias públicas para dar cuenta de los asuntos bajo sus responsabilidades."
Hoy más que nunca resuenan las palabras del poeta cubano Nicolas Guillén, en sus "Palabras Fundamentales":
"...Haz que tu vida sea campana que repique
o surco en que florezca y fructifique
el árbol luminoso de la idea.
Alza tu voz sobre la voz sin nombre
de todos los demás,
y haz que se vea
junto al poeta, el hombre.
Llena todo tu espíritu de lumbre;
busca el empinamiento de la cumbre,
y si el sostén nudoso de tu báculo
ofrece algún obstáculo a tu intento,
¡sacude el ala del atrevimiento,
ante el atrevimiento del obstáculo!"