Estudiar, estudiar,
estudiar mucho. Así transcurren mis días en la actualidad. Estoy leyendo poca
literatura, aunque ya me regañé y he retomado el hábito. La lectura, per se, no
puede abandonarse. Sí he dejado de lado el Club de Lectura. Se me ha hecho difícil
acudir. Cosas del trabajo.
Resulta curioso que,
luego de tantos años de experiencia, aun tenga que estudiar tanto. Esto se debe
a varias causas. Una de ellas es que me acostumbré a hacerlo siempre. Hay una
curiosidad permanente por el saber. Y no se pierde con el tiempo. Creo que
estará conmigo siempre. La otra razón es que hay una actualización permanente
en todos los campos del saber. Los libros, las ciencias, las materias, los
programas informáticos, todo cambia, todo se mueve. Si hay cosas que no mutan.
Pero el conjunto es muy dinámico y no para de actualizarse. Entonces debo
correr para mantenerme al día, más cuando dependo de mi profesión para cubrir
mis gastos de vida.
Todo ello explica en
parte la falta de escrituras en mi blog. Ya cumplí 13 años al frente de mi
bitácora, y sigo aquí, dejando muestras y testimonios de mi paso por la vida,
de mi amor por la literatura.
Me ha dolido mucho
encontrar muchas de mis librerías favoritas cerradas. En estos momentos no es
el mejor negocio en Venezuela. Hay restricciones de importación y además, los
precios se han ido a la estratósfera, reduciendo enormemente la cantidad de
clientes. Mis libreros favoritos, o han cerrado la librería o se han ido del
país, buscando un respiro en otros aires. Entonces mis hábitos de visitar
librerías han cambiado también. Porque ello incluía la tertulia necesaria, el
intercambio de palabras, de libros, de comentarios. Internet ha cubierto una
parte de ese espacio tan valioso de intercambio, pero nunca nada será igual.
Pienso mucho en cómo
sería mi vida en otro lugar, a esta edad, conociendo a otras personas, de otras
costumbres. ¿Cómo me desenvolvería? ¿Quiénes pasarían a ocupar el lugar de mis
libreros?
¿Qué libros me recomendarían?
¿Cambiarían mis hábitos de lectura? ¿Volvería a usar la bicicleta? ¿Recorrería
bosques en la búsqueda de spots de fotografía? ¿Tendría una cámara nueva? ¿Iría
de nuevo a la Universidad? ¿Qué estudiaría? ¿Me gustaría el lugar o me mudaría
de nuevo? ¿Encontraría allí a mis viejas amistades? ¿Cómo los vería ahora? ¿Cómo
me recibiría el amor de mi vida? Y la lluvia, ¿Cómo me recibiría la lluvia? ¿Habrá
nieve en invierno?
De algo sí estoy
seguro. Seguiré escribiendo en esta casa, que me ha cobijado junto a mis letras
por trece años. Bienvenidos sean todos. ¿Un café?
Imagen de www.kaboompics.com