Resulta
que hacer ejercicios en la máquina no es tan sencillo como parece. Hay que
medirse las pulsaciones so riesgo de sufrir un accidente cardiovascular.
Nunca
antes me había pasado por esta dificultad. Quizás el tener cincuenta trae como
consecuencia cosas como ésta.
Ya
Google me dijo que debía realizar una ecuación: 220-(mi edad) = máximas
pulsaciones. Y además me dijo que no debía sobrepasar el 60%, máximo el 70% de
las mismas. Lo cierto es que la cuenta me da como tope 120 pulsaciones durante el
ejercicio.
Siempre
había escuchado la palabra “cardio” relacionada con el ejercicio. Y la gente
corriendo en el parque con unos medidores que sonaban una alarma en el preciso
momento en que las pulsaciones marcaban un valor. No sabía porqué.
También
recuerdo que el cardiólogo me hizo una prueba de esfuerzo hace más de diez años
y me llevó a 180 pulsaciones por minuto durante un lapso que no recuerdo, pero
que para mí fue eterno, para ver cómo estaba funcionando mi corazón. Pero “mi
cuore” ya no es el mismo y debo cuidarlo mucho.
Hoy,
luego de 20 minutos continuos de ejercicio medí las pulsaciones. Estaban en
110. Por lo menos estoy en la cuenta. Vamos a ver cómo funciona todo. Lo bueno
es que estoy bajando de peso poco a poco. Esperemos que todo vaya bien.
2 comments:
Pues hay que cuidarse... El metabolismo cambia cuando llegamos a las 120 pulsaciones, manteniendo estas por 5 minutos y luego en 3 minutos bajar a normal, es lo que hace que vayamos perdiendo peso, hecho esto con constancia se rebaja poco a poco y no se vuelve a recuperar. Siempre manteniendo una cierta prudencia. Saludos.
Hola RosaMaría! Así como lo dices. Uno aprende hasta del ejercicio. Y teniendo todo el cuidado del mundo, por supuesto. Un beso grande!
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