Cada nuevo año, el dilema de comenzar a leer se hace notorio. Una vez que se ha encontrado el hilo ya se hace indetenible, pero cómo cuesta recomenzar, y plantearse la pregunta recurrente sobre qué nuevos libros leer en el año en curso.
Hay muchas ofertas en las librerías y uno va comprando algunos, que luego pone en lista de espera, pero cómo determinar cuál es el libro que uno debe leer en este instante de su vida. El hecho de que para otra persona un título sea interesante no significa que lo sea para tí. Las variables que intervienen en la escogencia son muy heterogéneas. Sin embargo hay gente que es capaz de reconocer la tendencia de la lectura de uno y es propensa a encontrar una respuesta al dilema. Se te acerca y te dice: “Lee tal libro, te va a gustar”. Y hay algo en el gesto y la mirada que le hace ver a uno que sí, que ése es el próximo de la lista.
Otras veces uno va de anaquel en anaquel hasta que ¡pum! un libro lo llama… y ése es. Total es que ha pasado ya el primer mes y, salvo un libro que comencé el año pasado y terminé a principios de enero, no había comenzado nada nuevo de literatura. La indecisión me atrapó. Una de estas noches mientras navegaba, vi la recomendación de Roger Michelena (librero) para el 2010: “Mal de Escuela” de Daniel Pennac (Random House Mondadori, 2009). Me hice con un ejemplar y aquí estoy, enfrascado en mi lectura. Por allí se empieza. Espero poder mantener el mismo ritmo del 2009.
Con la música es diferente. Allí soy muy dado a probar dentro de los géneros que me gustan (mucho jazz y bossa, algo de pop, reggae y world music). Voy comprando por aquí y por allá, y escuchando. Una vez que uno tiene cierto tiempo escuchando algo de música, va aprendiendo a escoger, a tener intuición. El aspecto externo de un CD puede ser engañoso, en el sentido de que por fuera puede ser muy atractivo y bonito, pero cuando escuchas te das cuenta que no necesariamente debe haber correspondencia entre ambas cosas.
Un mismo artista tiene CDs buenos, muy buenos, malos o regulares según el gusto personal. Muy pocos compactos son de los que uno dice “me gusta todo, de principio a fin”. En mi caso eso pasa en el 10% de los que he escuchado. ¿Un caso? Led Zeppelin IV, donde están “Stairway to heaven”, “Misty Mountain Hop”, “Black Dog”, “Going to California”, “When the levee breakes”, “Rock and Roll”, “Four sticks” y “The battle of Evermore”. Hay discos en los que una sola pieza vale la selección completa. La pieza perfecta. Allí no te importa lo que pase con el resto, como en el CD de Al Stewart “Year of the Cat”. Hay nueve piezas en total pero siempre tengo en mi mente sólo ésa, la que le da título al album. Otra cosa que pasa mucho es que en el 60% de los CDs que compras acaban sin gustarte una vez que los escuchas (en mi caso personal). Lo ideal sería escuchar antes de comprar pero eso en Venezuela no se concibe pues los CDs vienen envueltos en plástico y no permiten quitarles la envoltura para escucharlos previamente. Y por más selectivo que te consideres, acabarás formando parte de la estadística, es decir, te estrellarás en un importante porcentaje de los casos.
La asesoría es importante, pero se requiere que la persona que te aconseja te conozca muy bien musicalmente hablando. De lo contrario podrías terminar odiándolo precisamente por las recomendaciones que hace.
Son los libros y la música los que te ayudarán a sobrellevar la existencia. Lo de los libros lo dijo el afamado escritor argentino Ernesto Sábato, y yo le agrego lo de la música. Aquello de que a cada acontecimiento de tu vida le asocies una pieza musical es sencillamente delicioso. La escogencia de autores y temas viene después, apuntalada por el piso que vamos construyendo con nuestro gusto, estilo y tendencias.
*Imagen: "Heart Book" de Trash Queen en Flickr.com
6 comments:
Yo creo que los libros y la música nos hacen crecer, nos alimentan, nos constituyen.
Amo al Blues por encima de todo.
Me gusta la world music también.
Sin libros no respiro.
Beso, O!
Hola Lena! Gracias por la buena vibra que dejas en cada visita. 100% de acuerdo contigo. La lectura y la música son nuestra savia. Un beso enorme!
Me gusta tu frase "La Pieza Perfecta", sobre todo porque en cada momento de la vida no suele calzarnos la misma,o por lo menos en mi caso, así que lo perfecto se va multiplicando en "n" cantidad de veces. Y a pesar de que Ernesto Sábato nunca me ha terminado de gustar como escritor, tengo que reconocer que en mi vida, son los libros mayormente los que me salvan de vivir pegada a los problemas, ellos son mi escape, esa mano amiga que me permite recorrer otras realidades, al menos hasta que encuentro las respuestas o el entendimiento a lo que me ocurre en la realidad.
Excelente post Oswaldo! "Keep Writing".
Besos.
Caro amico,
En el caso de los libros confieso que tengo al menos tres en mesa, y no atino con cuál comenzar. Los temas entre uno y otro son tan disímiles; que van en popurrí desde lo emotivo hasta lo histórico.
Lo malo, en todo caso, es que ninguno me "atrae", me "llama" por el momento. Simplemente reposan allí; esperando un mejor momento para saltar ante mis ojos.
Con la música es diferente. Cada momento, un soundtrack. Simple.
Y la fuerza de las cuerdas, de las notas "negras" hacen mucha mella en mi persona por estos días.
Melodías que oxigenan el espíritu,y que son tan necesarias (para mi) como el agua de beber...
Un abrazo guaglione, ci sentiamo.
Beny.
Como te he dicho antes, cuando sea grande quiero ser como vos :P poder dejarme llevar por la intuición a la hora de leer un libro, y de la música mejor ni hablemos, a veces me creo algo que me dijeron una vez "te falta personalidad porque para todo necesitas que te lo recomienden".
Por cierto tengo la Sombra del viento por ahí y todavía no me decido, ahorita estoy leyendo el hombre equivocado de john katzenbach (por recomendación también jajajaja)
Besitos negrito
Hola mi querida Silvia. Si, son piezas perfectas para un sólo momento, y cada vez que evocamos ESE momento, el recuerdo viene con la misma pieza, como un cuerpo y su sombra. Muchas gracias por tus palabras. Te quiero mucho. Un beso grande!
Mio caro amico! No es fácil decidir. Lo más probable es que vayas de visita a una librería y si te encuentres al que le toca realmente el turno. Así funciona esto de la lectura. Impredecible el libro que viene, e impredecible el resultado de su lectura. Con la música, en esos momentos te hace falta un poco de música budista, un chill out como los de Buddha Bar. Te ayudan a equilibrar la energía, aunque sabemos que en la actualidad...no es fácil! Un grosso abbraccio guaglione!!
Hola Bluesoul (con dos "e" en el twitter, jejeje). Para eso solo hay que leer bastante de lo que se te antoje y pasear mucho las librerías. Allí adentro pasan muchas cosas mágicas. Recuerdo que una vez entré a las dos de la tarde a una librería "Borders" en Houston y cuando me di cuenta, y eso porque tenía mucha hambre y ganas de orinar, eran casi las nueve de la noche. Uno entra como en trance a veces, y de ese trance lo sacan otros lectores como uno, el librero o una chica hermosa pasando a tu lado, jejejeje. Pero se abre un canal de comunicación entre ti, lo que lees, lo que estas por leer, los libreros y los propios libros. No se puede explicar. Y sobre las recomendaciones, cada quien tiene un gusto, que a veces no coincide con el de uno. Los libreros saben mucho de eso, del gusto de uno, y por eso se permiten recomendar con buen tino.
De la música, déjate llevar por tu oido. Te vas a estrellar algunas veces pero aprenderás bastante. Te lo digo yo. Un beso enorme!
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