Conocí a Betty por casualidad. Sucede que un día me encuentro con un amigo de la infancia, uno de mis compañeros de la escuela primaria, quien me dijo ser barbero, y me invitó a conocer el sitio donde trabajaba. De eso hacen unos veinte años.
Rojas Henao, que así se llamaba el amigo barbero, trabajaba como empleado de unos señores italianos que regentan la Barbería Rex, un establecimiento de esos tradicionales, con más de cuarenta años en el ramo, donde se han afeitado varias generaciones de una misma familia. El señor Antonio y la señora Damiana, inmigrantes italianos, bien podrían recitar fragmentos importantes de la historia contemporánea de Venezuela.
Un día cualquiera, Rojas Henao decidió abrirse brecha y partió hacia otros rumbos. Uno, poco a poco, se va acostumbrando a los lugares y yo volví al sitio en cuestión para encontrarme, en el lugar de Rojas, una morena preciosa, de cabello ensortijado, una de esas hijas de esta tierra que enamoran de sólo mirarla.
Y así, de un tris, terminó la lealtad con Rojas Henao. Y comenzó la amistad con Betty. La especial, la consentidora, la crítica de mi estética, la que me escucha cuando quiero ser escuchado, la que me da su opinión de cualquier aspecto de la vida, mi confidente, mi amiga, la que me llama “moreno” y suena como música en mis oídos, la que soporta que a veces llegue mudo, sin ganas de hablar, estresado o con sueño a afeitarme.
Fueron doce años de amistad, de ir cada dos o tres meses a rebajar el peso de mi cabellera ensortijada y encanecida, de recibir masajes con tricófero, de recortar mis incipientes bigotes y los vellos de las orejas, de conversar muchísimo de tantas cosas, de mi trabajo, de mi vida, de mis viajes, de cómo veo yo las cosas allá afuera y luego compararlas con Venezuela, de muchas cosas.
Apenas llegué de viaje fui a verla, a rebajar la masa capilar, y encontré su silla vacía. Ni un mensaje. Ni sus objetos personales, nada. Estuve seis meses fuera y fue suficiente para perder a Betty. Nadie me sabe decir dónde está. Ni porqué se ha ido así, sin avisar.
¿A dónde te has ido querida Betty?
Rojas Henao, que así se llamaba el amigo barbero, trabajaba como empleado de unos señores italianos que regentan la Barbería Rex, un establecimiento de esos tradicionales, con más de cuarenta años en el ramo, donde se han afeitado varias generaciones de una misma familia. El señor Antonio y la señora Damiana, inmigrantes italianos, bien podrían recitar fragmentos importantes de la historia contemporánea de Venezuela.
Un día cualquiera, Rojas Henao decidió abrirse brecha y partió hacia otros rumbos. Uno, poco a poco, se va acostumbrando a los lugares y yo volví al sitio en cuestión para encontrarme, en el lugar de Rojas, una morena preciosa, de cabello ensortijado, una de esas hijas de esta tierra que enamoran de sólo mirarla.
Y así, de un tris, terminó la lealtad con Rojas Henao. Y comenzó la amistad con Betty. La especial, la consentidora, la crítica de mi estética, la que me escucha cuando quiero ser escuchado, la que me da su opinión de cualquier aspecto de la vida, mi confidente, mi amiga, la que me llama “moreno” y suena como música en mis oídos, la que soporta que a veces llegue mudo, sin ganas de hablar, estresado o con sueño a afeitarme.
Fueron doce años de amistad, de ir cada dos o tres meses a rebajar el peso de mi cabellera ensortijada y encanecida, de recibir masajes con tricófero, de recortar mis incipientes bigotes y los vellos de las orejas, de conversar muchísimo de tantas cosas, de mi trabajo, de mi vida, de mis viajes, de cómo veo yo las cosas allá afuera y luego compararlas con Venezuela, de muchas cosas.
Apenas llegué de viaje fui a verla, a rebajar la masa capilar, y encontré su silla vacía. Ni un mensaje. Ni sus objetos personales, nada. Estuve seis meses fuera y fue suficiente para perder a Betty. Nadie me sabe decir dónde está. Ni porqué se ha ido así, sin avisar.
¿A dónde te has ido querida Betty?
16 comments:
Haberle pedido teléfono antes!!!!!
Que pena :(
Que arte tienes para echar los cuentos, Oswaldini.
Bacio
A veces somos egoístas.
Pensamos que la vida nos espera, que la gente estará siempre allí, como esperándonos. Pero no. Todos los días la vida nos muestra que la realidad no es así. Aquello que estaba de un lado ya no está, el banco del parque cambió de color, la señora del periódico se tiño el cabello, el panadero lo cambiaron y Betty se nos va sin aviso ni protesto.
Te entiendo…, no sabes cuánto te entiendo…, pero te imaginas el reencuentro? Cuando menos lo esperes, allí la verás y tú iluminarás el mundo con una maravillosa sonrisa, con tu maravillosa sonrisa.
Y yo brindo por ese reencuentro…, espero leerte, lo espero, tu crónica de tu reencuentro.
Todo lo mejor para ti.
PS: Escribes cada vez mejor…, y me pregunto, alguna vez no lo hiciste cada vez mejor?
Que triste... es tan difícil encontrar un barbero/peluquero con quien realmente conectar.. deseo que te reecuentres con ella y la amistad siga fluyendo con o sin tijeras por medio.
Besitos ♥
Ah Oswaldo !!!!!!!!!!!!!! Lo siento mucho, seguro que para ella sin ti la vida tampoco sera igual. Besos.
Primero que todo amigo Oswaldo, espero hayas pasado una Feliz Navidad junto a tu familia y amigos!!!.
Ahora, referente a este post, no tienes un telefono ó dirección donde ubicarla?, no hay ninguna persona que pueda darte razón de donde pudiera haberse ido?, suerte en su busqueda y ojala sepas pronto de ella!!!.
Un abrazo.
En la vida de todos los románticos como tú y yo siempre existirá una Betty que nos haga soñar, y que inexorablemente se esfuman dejándonos tristes, pero más pronto que tarde aparecerá otra en una actividad diferente para hacernos soñar nuevamente, tal vez la nueva chica de la farmacia de la esquina, no llegue a cortarte el pelo, pero quien sabe si algún día hasta te ponga una buena inyección de vitamina B que selle una bonita amistad como la que tenías con Betty.
Un abrazo mi querido amigo, te deseo todo el bien del mundo en el venidero año nuevo, que la salud, la alegría y la abundancia te acompañe.
=(
Espero que la vida te vuelva a poner en contacto con ella.
Y si no, ya aparecera una mejor por ahi =)
Muchos besitos y muuuuy feliz 2009!!!
4 u´2!
Happy New Year, O!
Que tus sueños se cumplan y que siempre siempre siempre estés rodeado de Luz, Paz y afecto!
Muchos besos y que tu Betty regrese!
Hola Euchy! Haberle pedido...haberle pedido...por creer que siempre iba a estar alí no lo hice, y nada se repite, nada es igual, ni siquiera el cabello cortado por otra persona, aún con las mismas tijeras...pasan cosas querida Euchy, un beso!
Hola Silma san! Cuanto siento no haber encontrado a Betty, cortarme el cabello fue traumático porque todo lo que hice fue pensarla, pagar e irme. Ya la vida nos encontrará en algún lugar. Un abrazo!
Hola querida Yazz! Gracias una vez más por la buena vibra que dejas por estos lares de Dios. Un gran abrazo, intenso, y un beso enorme!
Hola mi tierna Waiting! Seguro que no será lo mismo para ambos, pero tu sabes, uno al menos quisiera despedirse, decir adiós. Beso grande y mis mejores deseos para tí y er pisha e Cai. Te quiero mucho!
Hola Rick! Muchas gracias por tus buenos deseos, los cuales reitero para ti y tu bonita familia en Madison, Wisconsin. En algún momento nos veremos por allá, o por aqui, y nos daremos un abrazo!
Mi gran amigo Miguel, ¿qué puedo decirte que tu no sepas? Clarísimo, y no esperaba menos de ti. Hay unas cuantas Bettys, no son muchas y en ellas se concentra el amor de uno. Solo ellas y uno sabemos lo que nos queremos, y la falta que nos hacemos, aunque la vida a veces decida sin consultar. Felicidades a ti, a María del Valle y a los muchachos. Hago votos para que nos reunamos en el 2009 en Boston, una vez más, con Beny, y quien se quiera unir, en una buona chiachieratta. Un abrazo Michele!
Hola Alleta! Gracias! No hay muchas Bettys desparramadas por el mundo. Eso es lo que las hace especiales. Un beso grande!
Hola Lena, Lenita, Lena! Gracias, gracias! Gracias por escribir "Dientes de Leche", lo más bonito que se haya escrito en el 2008. Tienes el premio de honor. Si el amor se pudiera describir con palabras, pues allí estaría el caldo del cual obtenerlas. Todo amor, todo belleza tu escrito. Lo aplaudo de pie. Lo mejor del 2008. A quienes no lo han leído aún, los invito: "http://milorillas.blogspot.com/2008/11/dientes-de-leche.html"
Muchos besos Lena!
Que forma maravillosa de plasmar algo cotidiano, qué belleza tus líneas, recibe un gran abrazo de Feliz Año...y que aparezca Betty!
Hola Marianne! Muchas gracias por tus palabras. ojalá que algún día pueda encontrarme con Betty! Un beso enorme mi querida Marianne!
No sé qué habrá sido de la vida de tu amiga, pero el barbero Rojas Henao era por casualidad Raúl?
Me encantaría restablecer contacto con un primo, Raúl Rojas Henao, que creo podría ser el mismo.
Hola señor Raúl Córdoba! Ya visité su blog por primera vez. Claro que si es Raúl Rojas Henao. Voy a buscar el último número de celular que tuve y te lo envío. Bienvenido eres a esta casa virtual, que también es tuya. Un abrazo!
Buenos días señor Raúl Córdoba. El intento ha resultado infructuoso porque Raúl Rojas Henao no responde al celular que tenía, ni a los teléfonos de los trabajos que me dejó. Si llego a enterarme se lo haré saber a la brevedad. Saludos!
"Quien espera desespera".
A veces los refranes no saben lo que dicen.
"Quien espera sabe que la esperanza es una confortable hamaca".
Enhorabuena, Oswaldo.
:)
Jajajaja Mosquito! Los refranes muchas veces son superados por la marea de la realidad! Un gran abrazo!
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