¡Hola a todos! Tengo la suerte de tener unos cuantos amigos que son dueños de negocios a los que voy de compras de vez en cuando. Esos amigos tienen una particularidad, y es la de la permanencia en el negocio, sabiendo que permanencia no significa estancamiento, sino, de vez en cuando, renovación.
Son dueños de negocios que frecuento por mis gustos literarios, musicales, y también por los de víveres, comestibles, ferretería, telas, zapatos, restaurantes, barberías y hasta muebles.
Uno va entretejiendo relaciones con esas personas, y a final de cuentas, se convierten en verdaderos aliados, conocedores de los gustos de uno, del humor, de las temporadas de compra, de los colores.
De vez en cuando me detengo en alguno de esos negocios a platicar, a tomarnos un café en petit comité, a comparar los diversos estilos de los clientes en diferentes épocas, a saber de nuestras vidas, que llevan caminos diferentes, a descubrir que tenemos amigos comunes y que el mundo es un pañuelo.
Esas personas son necesarias para mucha gente. Llegan a hacerse imprescindibles. Uno les comenta situaciones laborales para buscar soluciones desde otra óptica (la de ellos), cosas personales que no están a su alcance pero que una opinión de ellos vale mucho para uno, y así por el estilo.
Algunos de esos negocios se convierten en puntos de encuentro de asiduos a los mismos, entonces las tertulias se extienden a los clientes comunes, y la conversa se enriquece sobremanera.
En Caracas hay varios negocios emblemáticos, cuyos dueños son verdaderas insignias, patrimonios de la ciudad.
(En plena faena en sus últimos años al frente de la cafetera)
(Don Giovanni a mediados de los 60)
Hoy quiero recordar a uno de ellos, que, aunque ya no está con nosotros, sus clientes y amigos lo seguiremos recordando por siempre. Se trata de Don Giovanni Misciagna, creador y artífice del legendario Café Vómero (desde 1959).
Sus paisanos tienen su negocio como punto de encuentro. Cada vez hay menos, pero hoy mismo comprobé que siguen allí, con sus tertulias, su nostalgia y sus recuerdos de infancia. Se ven tan felices como cuando él estaba. Es como si estuviera entre nosotros (¿lo estará?).
Cada vez que voy converjo con algún conocido de años, converso con su hija Anna, observo a su nieto con la misma estampa del viejo, preparando el café, me lleno de nostalgia y recuerdos, converso con los asistentes unas veces, otras me dedico a hurgar entre los recuerdos de fotografías adosadas a las paredes, pienso, saboreo mi cappucino extrañando el de él (único e imitable tan solo por su hijo Gianfranco).
Café Vómero, en Campo Claro, Caracas, un verdadero ícono de la Caracas contemporánea, demostrativo del amor por lo que se hace, del buen trato, de la sencillez, la cordialidad y la amistad. ¡Gracias por siempre Don Giovanni!
(Café Vómero, Campo Claro, Caracas)
21 comments:
Indudablemente el Vomero fue por mucho tiempo el mejor café de Caracas. Besos, Oswaldo!!!
Que rico que un queden esos lugares comunes donde uno puede ver que aunque el tiempo pasa, la esencia queda, que no es algo vano.
Besos mi Viejo bello!!!
Buenos días, Oswaldo.
Con mucho gusto tomaría un café contigo en este entrañable lugar.
Un abrazo.
Yo creo que la gente que vive y es recordada, es la gente que realmente ha vivido. Muchos besitos.
Recordada con amor, quise decir.
Hola Rita! Sin duda alguna, un gentío lo certifica. Un beso enorme querida amiga!
La esencia, mi querída Nany, la esencia, la clase, el buen gusto, por encima de la voracidad económica, la clase sobre todo. Es increíble como en El Vómero todo está tal cual como lo dejó Don Giovanni, tal cual. Un beso, o dos besos Nany bella!
Buenos días Meme! Gracias! Estás invitada, cuando quieras. En ese lugar hay una magia, un encanto que no se puede describir. Bienvenida eres a esta casa virtual que te recibe con los brazos abiertos y que agradece la buena vibra que traes. Siéntete como en casa. Un beso!
Hola Waiting!! Ciertamente, ese señor dejó un legado que permanece en el tiempo, un verdadero ícono urbano es el Vómero. Un beso grande querída Waiting!
El amigo Don Giovanni, cuantos ristretti, macchiati y cafés helados me habré tomado en el Vomero, en su barra senté a mis dos hijos, por lo menos a Andrés hasta que ya no cupo más, aún recuerdo también los riquisimos pastelitos y todas esas cosas italianas ricas, aunque nles confieso lo del café era el no va mas.
Yo siento mucho cuando alguien como el Sr. Giovanni nos deja, bueno, dejara a algunos, porque apuesto que a ti y mi nos nos dejará nunca.
Muy sentido y especial tu post, además Giovanni ha sido un personaje que me es muy cercano.
Muchas gracias y un abrazo amigo, después de la gran perdida que me eché de la blogósfera.
Hola!! Oswaldo mi nombre es Vanessa Caria Misciagna, nieta de Giovanni Misciagna.
Estoy super emocionada por todas esas cosas lindas que escribes de mi "Nono" bello, que ha sido lo mejor que nos has pasado a todos, a su familia y a sus clientes. Siempre será recordado y amado por todos.
Que hermoso que esa persona despierte tan bellos sentimientos y tan bellos recuerdos, doy gracias a Dios por ser su nieta.
Desde pequeña convivo en ese negocio, trabajando y ayudando a mi nonito, me enseño muchas cosas y sobretodo a consentir a los clientes como él lo hizo con su delicioso café.
Invito a todos a visitar este pequeño y sencillo local que esta lleno de él, aunque no este presente. Mi hermano se ha encargado de que su recuerdo no se pierda o más bien creo que mi nono se apoderó de las manos de mi hermano para que nunca lo olviden!!
Gracias a todos por este hermoso regalo, el saber que mi nono los lleno de mucho amor, sólo con un simple café!!!
Saludos
Que sean dos de allá para acá y dos de acá para allá, vale?
Muackkkkkk Mi viejo consentido!!!
Michele, caro amico, bueno saberte de vuelta :-)
Don Giovanni...estuve por allá el sábado pasado y me volvi a llenar de nostalgia.
En estos días vuelvo, y así, cada vez que pueda, es un placer estar allí.
El cappucino de don Giovanni (igual que el de Gianfranco) tienen un sabor único. Las veces que le pregunté cómo lo hacía me respondía con una sonrisa de picardia, de esas en las que uno oye en su mente "secreto de la casa" y no pregunta más, pero el sabor era único, por eso yo siempre pedía dos. Un gran abrazo Michele!
Vanessita! Gracias por venir, ya sabes que esta es tu casa. A tu Nonno se le lleva en el cuore (corazón) por siempre, el era un tipo bien especial, sencillo, respetuoso, amable, un auténtico gentleman. Mucha gente lo recuerda con cariño, muchos conocidos míos lo adoran muchísimo más que yo, eso quiere decir muchísimo, tu Nonno era especial. Ya sabes, vuelve cuando quieras, esta es tu casa. Salúdame a Anna y a Gianfranco, que ahora está al frente de Caffé Piú, en Bello Monte (aún no he ido, pero me lo tengo prometido). Baci!
Naany beellaaa, que lindo, esa aerovía Miami-Ccs está congestionada con ese tráfico de besos entre nos :-)
Dos más por la casa, ja, ja, ja!
Hola Oswaldito:
Que nostalgia me da cuando se recuerda a los que ya partieron!!!.Estoy casi segura de que Don Giovanni, se fue de esta tierra con la certeza de que hizo algo en este mundo.
Que felicidad que su negocio fuera un lugar de encuentro durante tanto años y que personas que lo frecuentaban tengan hermosos recuerdos de él. Que bello que sus hijos y nietos hayan continuado con el legado, ahí creo yo que está la verdadera inmortalidad, en eso de nosotros que dejamos repartido entre toda la gente que nos rodeó en la vida.
Mis respetos para la familia de tan noble señor.
BESOTES INMENSOS PARA TÍ.
Qué bello y romántico eres Oswaldo!
Me encanta ese post y se me hace la boca agua al recordar el café venezolano!
Por cierto, nuestro próximo libro me recuerda mucho a ti...
Qué hermoso homenaje Oswaldo. Lo maravilloso de las personas como DonGiovanni es que siempre terminan teniendo amigos leales como TU♥
Aaaah! Que interesante esta historia!! Este sitio aqui en Ccs no lo conozco!!
A veces pienso que nunca voy a terminar de conocer bien esta ciudad!! :) Hace unos dias hablaba con alguien de aqui del trabajo y me comentaba sobre un barbero que tiene los años del mundo cortando cabellos aqui en Ccs, imaginate!! El al igual que su papa y abuelo se cortaban el cabello alli!! :)
Que bonitos recuerdos!! :)
Hola amigo que bueno que el lugar se conserve así el ya no esté, sin duda deja un legado que su familia en este caso para bien sigue conservando, ojalá y sea así por muchos años mas.
Saludos
Qué bonito homenaje y qué hermoso recuerdo, incluídas las fotos. Me has hecho pensar en los comercios que me rodean y que pronto dejaré, cada uno con su característica. Un post precioso y entrañable.
Amigo, los chavistas han denunciado a mi blog como pornografico, en especial Moliere,yosmary, y la de gordita linda JDR y otros y ahora para entrar en mi blog aparece la advertencia.
eso se debio a que cuando defendi a Marrero de las estupideces que decia mliere que era un blog pornografico.
Esa es la respuesta de los chavistas
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eso es para cerrarme mi blog.
te agradesco que mandes un mail a google para denunciar esa maniobra politica
Hola Rominita bella! Claro que el sabía que había dejado un legado. Lo que creo que no imaginó es que todos sus amigos íbamos a hacer del Vómero un lugar de culto, y lo que no sabíamos nosotros es que, cada vez que uno va al lugar, se siente su presencia.
Gracias por los besos, son recibidos de corazón. Un beso también para ti!
Hola Waipu Carolina! :-) Feliz de recibir ese piropo! Ya fui y vi el libro que vas a leer. Ahora mismo estoy leyendo uno de Mishima, titulado "La perla y otros cuentos". He leído ya 8 de los 10 cuentos que contiene el libro, y ninguno tiene desperdicio (uno de ellos es una obra de teatro). Mishima es impresionante, no me cabe la menor duda. Espero tus comentarios de "El rumor del oleaje". Lo busqué en Caracas y no lo conseguí. Seguiremos en el empeño por encontrarlo y leerlo. Un beso enorme Waipu Carolina!
Hola Mon Cherie Rosalie! La verdad es que me da mucho placer regresar a ese sitio, con el aura que tiene, uno se siente muy muy bien. Un beso querida amiga!
Hola Cordelia! Un sitio emblemático de una Caracas que se niega a desaparecer. Hay un barbero en Los Palos Grandes (Caracas) que tiene más de 40 años cortando cabello en el mismo sitio, ¿será él? Yo voy a esa misma barbería, pero me corta el cabello Betty :-) Un beso querida Cordelia!
Hola Javier! El legado permanece amigo. Allí no hay lujos, ni sillas rimbombantes, lo que hay es calor humano y buen café, y eso se agradece mucho. Un abrazo Javi!
Hola Rosamaría linda! Es que la gente así merece que la recuerden por muchísimo tiempo, porque no hay muchos como él. Te quiero mucho Rosamaría, gracias por venir y por toda tu buena vibra. Un beso!
Hola Luis! Bienvenido a esta casa virtual que te recibe de buena gana. Conozco tu blog, aunque nunca he comentado, lo he visitado varias veces. No me parece un blog pornográfico, es un blog político asociado con la oposición al gobierno actual. Hay que tener muchísimo cuidado con la libertad de expresión. En mi opinión NO debe cercenarse ese derecho en un país democrático. He dicho! Un abrazo Luis, y espero que todo se resuelva adecuadamente.
Mis cordiales saludos a todos los cibernautas que a bien tienen detenerse por estos lares de Dios. Se les quiere y se les agradece profundamente la buena vibra que traen, que es la que le da personalidad a este sitio virtual. Abrazos y besos a mis queridas visitantes!
Viví desde el 49 al 70 en la segunda avenida de Campo Claro, Café Vomero sin duda alguna el mejor sitio para tomar café en Caracas. Sitio muy visitado por la colonia italiana. Qué recuerdos. Al señor Giovanni también lo recuerdo. José Arnó
Hola José! Bienvenido a esta casa virtual que también es tuya. Puedes pasar y saborear un cafecito, no como el del Vómero, que es legendario, pero está lleno de calor humano. Que tiempos aquellos, viviste en la época romántica de Bello Campo. Y por lo visto conociste al señor Giovanni joven, como el que muestro en las fotos del post. Todo un gentleman ese señor. Un gran abrazo José!
Como no acordarme de ese cafe. La familia Gruber Figarelli se crio alli mi papa mis tios pasanban todos los dias ya que vivian en el edificio San Feliz diahonal a Cafe Vomero. Bastante fui de chiquito alli. Al ver a don Giovanni una parte de mi infancia esta en aquella epoca.
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