Wednesday, December 22, 2021

Pensamientos II

 



Tiempo ya sin escribir algo en mi bitácora querida. Han pasado tantas cosas desde la última vez que escribí, hace cinco meses.

Entre otras cosas, emigré definitivamente el 13 de septiembre. Ya no vivo en Caracas, mi ciudad natal. Ya no puedo ver el Ávila desde mi ventana. Lo extraño, sinceramente. Mi periplo fue de Caracas a Estambul, porque no hay vuelos directos a Madrid, a donde llegué el día 15. Yo no conocía nada de Europa. Todos mis viajes anteriores fueron a países de América: Panamá, Colombia, México, Estados Unidos y Canadá.

Mi hija me recibió en Madrid, donde vive. Como llegué en la mañana, tuvimos tiempo de pasear por el centro de una ciudad que me cautivó de inmediato. Preciosa es el calificativo que le doy. En la noche fuimos a una cena de bienvenida en un restaurant italiano. Enamorado quedé de esta urbe. Al día siguiente debía partir hacia Sevilla, donde esperaba mi esposa, y donde voy a vivir desde ahora. Hay ciudades bonitas en el mundo, y Sevilla. Qué extraordinaria belleza. Aún no me creo que vivo aquí. Ya pasaron tres meses. Estudio un Máster en la Universidad, donde he coincidido con mucha gente de Latinoamérica, que también está cautivada por la ciudad, su gente, su comida, todo. Estamos como en una nube. Pasamos más de dos años separados como pareja, entre asignaciones de trabajo y la pandemia que cerró fronteras.

España me sorprende todos los días. Es un país de primer mundo. Muy bien organizado, con sus bemoles y sostenidos. Sorprende saber que aquí se habla un español muy distinto al de Venezuela. Cada palabra puede que tenga un significado distinto. Me ha tocado aprender. Sorprende saber lo preparado que está el país en materia de turismo, una de sus principales actividades. Sorprende saber que mis profesores en la Universidad son gente muy preparada de los cuales he podido descubrir tantas cosas. Sorprenden los cambios de clima estacionales. Sorprende la forma de llevar la vida, de manera tranquila y ordenada. Me ha gustado mucho y si es verdad aquello de que la primera impresión es la que queda, entonces he quedado enamorado de este país que tan poco tiempo que llevo conociendo.

Paso los días estudiando mucho, adaptándome de nuevo a un ritmo de estudio. Mis compañeros de clase tienen el promedio la mitad de mi edad, y se asombran de mi insistencia en estudiar, que es algo que siempre me ha gustado. No me ha quedado mucho tiempo para mi pasatiempo favorito, que es la literatura. Espero retomar el paso, a medida que me vaya adaptando al ritmo de las cosas que estoy haciendo y que tengo planes de hacer. Dan ganas de hacer muchas cosas, profesionalmente hablando. Vamos primero con el Máster y luego vamos modelando el plan.

Por aquí siempre estaré para contar la aventura. Espero que me vaya bien. Le estoy poniendo ganas. Los abrazo, a ustedes, los que siempre vienen a leer a pesar del tiempo de ausencia. Soy de ustedes.