Friday, December 25, 2009

Cocinando el alma...


"El mundo es una gran olla. El corazón es una cuchara. Dependiendo de cómo la remuevas, la comida te saldrá bien o mal."




Proverbio Zen


Saturday, December 19, 2009

2010

La paz duradera es premisa y requisito para el ejercicio de todos los derechos y deberes humanos. No la paz del silencio, de los hombres y mujeres silenciosos, silenciados. La paz de la libertad - y por tanto de leyes justas -, de la alegría, de la igualdad, de la solidaridad, donde todos los ciudadanos cuentan, conviven, comparten (…) Fragmento de “El derecho humano a la paz", declaración del Director General de la UNESCO, Federico Mayor, en Paris, 1997.

2010, un año que se aproxima vertiginosamente. Los acontecimientos no se detienen en su intento de quitarnos esa paz espiritual que todos deseamos y que muchas veces no encontramos; esa paz que se nos pierde, que desaparece, que nos esquiva.

La paz es el más irrespetado de todos los derechos humanos. Hoy más que nunca debemos seguir en su búsqueda. La necesitamos para vivir con tranquilidad, para equilibrarnos, para ser felices.

Dentro de pocos días estaremos en el 2010. Y ya va siendo hora de ir pidiendo nuestros deseos. Escribirlos. Meditarlos. Desearlos. Ir en pro de ellos. Va a ser un año de cambios fuertes. De un antes y un después. Debemos estar preparados, en lo personal, en lo profesional, en todos los aspectos de nuestra vida.

En lo espiritual es aconsejable revisarse por completo (prometo hacerlo), limpiar la casa interna, modificar lo que haya que modificar, virar, deshacerse, medirse, repensar, trabajar fuertemente en pro de lo que queremos para nosotros mismos, liberar, y liberarse de lo que nos molesta sin importar lo que cueste; hacer lo que nos guste y no cejar en el empeño de lograrlo, no importa qué obstáculos encontremos en el camino. Persistir. Respirar, pero una respiración profunda, de limpieza, de renovación, de aspirar aire puro en el ambiente apropiado, mantenerlo en los pulmones el mayor tiempo posible, mientras nos mentalizamos en que saldrá con las impurezas que encuentre, visibles o invisibles, y luego espirar usando el abdomen, hasta expulsarlo todo, aire más impurezas, y repetir varias veces, mentalizando que uno se está sanando.

Hay gente que se siente herida por cosas que uno hace, directa o indirectamente, y uno se siente herido por cosas que la gente hace, a propósito o sin quererlo. La energía vital del Universo no se detiene, sigue. Su tendencia es a armonizar, pero se encuentra con ondas que coliden, y se producen desencuentros, turbulencias. Quiero limpiar mi espíritu de esas ondas negativas. Mi mente y mi corazón están puestos en ello.

Hay cosas que cambian. Mutan. Se transforman. Y otras que permanecen. La esencia de uno permanece. Como un sello.

Deseo que todos alcancen esa buena energía, esa buena vibración que está dentro de nosotros mismos (no hay que ir muy lejos sino mirar hacia adentro). Que sean auténticos. Que no olviden que alrededor hay personas que sufren, que necesitan de uno en mil formas. Tiendan una mano. Regalen una sonrisa, un abrazo, una mirada. A veces solo basta con eso.

Eso sí: no cambien su esencia. Sepan que dentro de la superficialidad imperante en estos días, hay gente capaz de ir a la esencia, y mirarla con nitidez, desnuda, mostrando lo que son ustedes. Lo que somos, me incluyo. Y que esa misma esencia sea la locomotora del tren de sus vidas, de donde algunos se bajan, otros se suben, y unos cuantos elegidos permanecen el trayecto completo, esos, los indispensables.

Mi regalo para ustedes, este haiku:

Kudakete mo / kudakete mo ari / mizu no tsuki.
Rota una vez / rota otra vez, y ahí sigue / la luna en el agua.

¡Buena vibra para todos en el 2010!

*Imagen: La gran ola en las costas de Kanagawa, Hokusai (esta imagen habla por si misma).

Saturday, December 12, 2009

Hacer lo que nos dicte el corazón

Hace un tiempo leí una entrevista al asesor de la cava de vinos del restaurante “Le Gourmet” del hotel Tamanaco de Caracas, Ettore Perin, donde dijo, con respecto a la escogencia de los vinos: “hay que tener un sacacorchos y ganas de probar, lo mejor es no quedarse con un mismo vino y una misma marca”.

Actualmente estoy terminando de leer la novela autobiográfica de Ernesto Sábato, “Antes del fin”. En un pasaje de la misma, cuando le preguntan sobre qué libros hay que leer, responde: “Lean lo que les apasione, será lo único que les ayudará a soportar la existencia”.

Concluyo que, definitivamente, hay que dejarse guiar por el corazón, por la intuición, por los instintos, por el sexto sentido. Nada pertenece a la casualidad. Hay siempre un mensaje que debemos descifrar, dentro de la hermosa melodía que escuchamos al latir nuestro corazón. Haz una pausa, relájate y escucha a tu propio corazón. Allí está la clave de muchas cosas…

Imagen: creación de www.donitaworld.com

Sunday, December 06, 2009

Twitter colapsado, conmoción general

Twitter colapsado... desesperación en la comunidad.

Estoy en el grupo que aún no tiene su cuenta en twitter, (servicio de microblogging que causa furor en internet). ¿La excusa? Falta de tiempo para dedicarle, como realmente se merece. Sin embargo lo sigo muy de cerca.

Es interesante el crecimiento vertiginoso de la red social twitter. Tal es la magnitud que ha puesto a Facebook contra las cuerdas y amenaza con convertirlo en un dinosaurio digital, como parece haber hecho con otras redes (myspace y otras).

¿La razón principal? La inmediatez. En segundos puedes saber lo que alguien a quien consideras “interesante” está haciendo,diciendo o compartiendo.

La multiplicidad de aplicaciones lo hacen aún más interesante (twitpics, tweetdeck, tweetphoto, twittonary, twenglish, y un largo etcétera), y puedes hacer prácticamente lo que quieras, cuando quieras y como quieras. Puedes enterarte aquí de algunas aplicaciones.

El crecimiento exponencial de la plataforma (como su valor en el mercado) luce imparable y sorprende incluso a sus propios creadores, quienes desde ya planifican y ponen en circulación innovaciones y mejoras en el servicio.

Cuando tengo el tiempo “#yoconfieso” que visito unas cuantas cuentas públicas que, en mi concepto, tienen algo interesante que decir. Hay vidas que definitivamente son divertidas, y su actitud me enseña a ver la misma cosa desde una óptica diferente; quizás su punto de vista es más optimista o inteligente que el mío sobre el mismo tema. Las aristas pudieran ser muchísimas más de las que imaginé.

Como toda red social, hay de todo, desde el famoso “know-it-all” o “sabelotodo, hasta el fastidioso, egocéntrico, la niña tierna e inocente, el lobo con piel de oveja, el que lo toma como un “chat” (hey! “#tweeternoesunchat”) y todos y cada uno de los variopintos elementos que conforman nuestra sociedad.

Me sorprende la velocidad de transmisión de la información (ya no tienes que esperar al telediario para enterarte del último acontecimiento político): te enteras ¡ya!, muchas veces de la mano del propio protagonista, desde el lugar de los hechos, sea en Cuba o en Irán, Australia o Afganistán.

Los noticieros y diarios se han convertido en auténticos “congeladores” de noticias. Un “Extra” del telediario en la TV ya genera la típica reacción: “ah, sí, lo vi en el tweeter de fulano, entra, hay fotos y todo”.

Cuando tweeter colapsa por el alto tráfico de usuarios, la comunidad realmente se desespera, a tal punto que el tráfico, lejos de disminuir, se incrementa mucho más. Conmoción general en los usuarios.

Definitivamente, y por los vientos que soplan, es Twitter quien traerá la verdadera revolución (sin la connotación actual de la palabra) informativa.

Tuesday, December 01, 2009

Bluesoul y "La Otra Isla"


Antonieta Hernández Gil (Bluesoul), amiga blogger de la isla de Margarita, Venezuela, me ha recomendado la lectura de un maravilloso libro, “La Otra Isla”, de Francisco Suniaga (Oscar Todtmann Editores, sexta edición, enero 2009). La presentación del libro es muy bonita, lo cual, aunque no parezca, hace más agradable su lectura.


Paso a contar las peripecias e impresiones alrededor de la lectura de este gran libro:
Cuando Bluesoul me recomienda el libro, como cosa extraña, estaba inmerso en otra hermosa lectura, representada por “La Leyenda del Santo Bebedor” de Joseph Roth (Anagrama, sexta edición, febrero 2009), y acababa de terminar “Kokoro” de Natsume Soseki (Editorial Gredos, 2009). Ambas novelas son extraordinarias para los sentidos y como es de comprenderse, la literatura, siendo para mí una vía de escape a la ingeniería, se presentaba como un hermoso oasis sensorial, sentimental, con prosas hermosísimas como las de Roth y Soseki.


Cada vez que termino de leer un libro, viene el mismo dilema acerca de cuál será el próximo de la lista, una lista que a veces es larga, pero cada libro tiene como un momento para su lectura, y el asunto difícil es descubrir cuál es ése momento.


Ya muchos saben que soy un eterno visitante de librerías, ante cuyos anaqueles paseo y me detengo, sólo cuando un libro me llama. Si, se siente el llamado a la lectura, a veces hasta sin mirar el anaquel. Cuando atiendes el llamado, solo atinas a alcanzar el ejemplar, mirarlo de portada y ponerlo bajo el brazo. Es amor a primera vista. El problema es saber cuándo comenzarlo, que en algunos la respuesta ha sido inmediata, incluso en la misma librería, pero no todos corren con la misma suerte.


Con “La Otra Isla” no fue diferente el proceso. Estaba indeciso entre tres libros: “Los Boys” de Junot Díaz (Mondadori, 1996), “Antes del fin” de Ernesto Sábato (Seix Barral, 2002) y “La Otra Isla”. Al no poder decidirme, comencé a leerlos todos al mismo tiempo, pero las historias son diferentes, y no podía mantener la atención sobre ninguno, hasta que decidí darle paso a “Los Boys”, de Díaz, más por influencia de su otro libro, “La Maravillosa Vida Breve de Oscar Wao” (Mondadori, 2008). Ningún libro se parece a otro, así que la impresión no fue la misma con “Los Boys” (eso es parte de otro post). A pesar de que Sábato es uno de mis autores favoritos, continué con “La Otra Isla” (que confieso haber leído simultáneamente con “Antes del fin”, sólo que con ésta última no he terminado).


La novela, querida Bluesoul, también es un homenaje a los sentidos, principalmente cuando describe las emociones de Wolfgang Kreutzer con los gallos de pelea. Que prosa tan hermosa la de Suniaga, qué dominio de las palabras tiene ese señor, de qué manera mantiene el interés del lector a lo largo de todo el libro, ha sido todo un descubrimiento para mí.


Y esa es una de las maravillas del blog, que te conecta con gente hermosa que es capaz de darte muy buenas recomendaciones literarias, como ésta, sin duda alguna.


Suniaga narra, con maestría, un suceso donde una persona cuenta que una creación literaria no es suya, sino que le ha sido dictada en los sueños (otra confesión onírica). Y uno a veces, cuando escribe (porque aunque todavía incipiente, yo también escribo literatura), de verdad siente que no está creando, sino que eso que escribe le está siendo dictado por alguien desde alguna parte. Me ha pasado, y le ha pasado a muchos otros.


Me vi reflejado allí, como también en el “…mañana, mañana!”, que no es sino una forma que tienen algunos de salir del atolladero cuando les pides la fecha de culminación de algo (lo vivo en mi campo de trabajo, sobre todo cuando de construcción se trata, cuando los tiempos son claves en el costo). Genial la descripción de que “para comprender el significado pleno de “mañana” antes había que saber que allí, el tiempo es de una magnitud distinta, condicionada por un tejido infinito de contingencias personales contra lo que nada ni nadie puede luchar”. Te juro que, por experiencia propia, eso no es exclusivo de la isla.


La novela, entre otras cosas (celebro haber descubierto a Suniaga) me llevó hasta esa Margarita que conocí de la mano de mi madre, por allá por los años 70, cuando la acompañaba a comprar mercancía para vender en Caracas. A esa Margarita oculta, que pocos conocen, y que se desenvuelve en poblaciones como la Fuentidueño de Marbelis Malaver, San Juan Bautista, El Maco, La Asunción, Tacarigua, es decir, donde las marejadas turísticas no se aproximan mucho. Una Margarita atractiva e ingenua al mismo tiempo. Llena de verde y de montañas. De casas de cuentos de Miguel Otero Silva y carreteras que parecen de otra parte. Justamente, esa es “la otra isla”.


¿La trama? A grandes rasgos cuenta la historia creada alrededor de la muerte de un alemán en la isla, cuya madre viaja desde Alemania a dilucidar las grandes dudas que le surgen a raíz del fallecimiento por inmersión de su hijo. Un abogado devenido en investigador decide llegar hasta el fondo del asunto, a solicitud de la madre de la víctima. El resto de la historia lo componen situaciones que se viven y que uno va observando de la mano del abogado, quien lo lleva a uno a las verdaderas entrañas de Margarita, y, entre otras cosas, a percibir la naturaleza de la gente que vive en una isla que no es la que conoce el común de los turistas que, por oleadas, la visitan cada año.