
Cuando el sol alumbra y me asomo por la ventana, siento las quejas mudas de otros seres que quiero mucho y también me necesitan. Son las plantas, que necesitan más tierra y más turba, más cariño; ellas también sienten mi ausencia. Apenas aparezco para regarlas, como si aquello fuese un deber, y nunca un placer. ¿Saben? Hay una plaga de babosas en la tierra. Me tienen verde porque no pueden ver una planta bonita con tallo jugoso, porque en menos de una semana la reducen a escombros. Y todo subterráneo, sin asomarse a la superficie. Las descubrí porque cuando inundo la tierra, salen de su oscuridad subterránea y se suben a las paredes, mientras pasa el temporal (l´acquazzone, diría mi profesora de italiano). Veremos que improvisa José, el amigo portugués de la jardinería, para eliminarlas y no dañar a las plantas que sobrevivan. El (José), sin saberlo, es su médico personal, su curandero. Yo le planteo mi queja, que es la de ellas (las plantas) y el procede a mezclar uno que otro químico, lo embotella, me indica la dosis y me la entrega con seguridad, la misma seguridad con que yo administro el tratamiento en el jardín. ¿Habrá días con más de 24 horas alguna vez?
Hoy la mañana está nublada en mi ciudad. Aunque no es temporada de lluvias, algo de agua se nos ha venido. Le va bien a unos cuantos seres que llegue la lluvia. “Foggy day in London town” revolotea en mi mente musical. La ciudad se ve tranquila luego de una larga noche de celebración. ¿Trasnocho quizás? Vuelve la lluvia. Tras una semana de incendios forestales, la montaña y los seres que en ella moran lo agradecen. “Si la lluvia quisiera caer, la cosecha se puede salvar. Ay, si la lluvia quisiera caer, tendremos sustento…canta, coro, canta, canta y repite mi ruego, lluvia de tu cielo, aguacero de mayo ven cae en febrero, lluvia de tu cielo, eeeh, pa´ que a la siembra no le pase naaa”. Sigue el soundtrack… y tambien la llovizna...
*La imagen es de "Satrapía: Antares. Líneas de Ocasión", el blog de Fernanda Pérez, desde México.