Cuando decidí partir a tierras margariteñas la tenía en mente, sin saber muy bien por que. Luego la escuché en la radio antes de colocar una batería de CDs de música lounge especiales para los viajes en carretera. Después, en la isla, en varios espectáculos musicales, los cantantes la tenían en su repertorio y no se porqué motivo la tengo pegadita en la mente todavía. Me gusta de verdad esa canción. La canta el nicaraguense Luis Enrique y se llama "Mi Mundo". Entre verso y verso de la canción les iré contando algunas de mis experiencias vacacionales de agosto en la isla de ensueño, Margarita, situada al noreste de Venezuela, en aguas del Mar Caribe...
"Mío, yo tengo un mundo mío, de grandes desafíos, de eterna evolución. Raro, inmensamente humano, de paz y sobresaltos, extraño pero mío"
Salimos por carretera desde Caracas, via oriente. Antes de llegar a Puerto La Cruz, sitio donde se toma el ferry boat que nos lleva hasta la isla, nos detuvimos en el itsmo Caribe, una franja de tierra de menos de un kilómetro de ancho, teniendo por un lado al mar Caribe bañando la costa norte de Venezuela y por el otro a la Laguna de Unare, famosa por el indescriptible espectáculo que brindan unas garzas llamadas corocoras, de color rojo escarlata, en contraste con el azul de las aguas de la laguna. No estaban alli esta vez por lo que continuamos el viaje hasta Puerto La Cruz. Alli vivimos las vicisitudes que implica el esperar en la terminal la llegada del ferry boat. El sitio es infame, plagado de vendedores ambulantes de gorras, sombreros, caramelos, cigarrillos y todo lo que a usted se le ocurra. El ferry, HSC "Carmen Ernestina", llegó puntual y embarcamos a la hora prevista. Es una nave moderna y confortable, construída en 1999 en un astillero australiano. En dos horas llegamos a la isla...

Manzanillo
"Mi mundo es complicado, difícil de explorarlo, difícil de vivir, pero es mío, es el mundo mío, lleno de triunfos y fracasos, virtudes y pecados, y en el no cabes tu".
Llegamos al puerto de Punta de Piedras, en la parte sur de la isla. De allí nos dirigimos a la parte norte, específicamente a Playa El Agua, un lugar paradisíaco, con paisajes ubicados alrededor que te quitan el aliento. Se ubica al extremo norte de la isla, a 50 km de Punta de Piedras, tomando inicialmente via Porlamar, luego virar hacia La Asunción para finalmente buscar la vía de El Tirano. Yo deliro por las playas del norte de la isla, por citar algunas, Manzanillo, Zaragoza, Puerto Cruz, Guayacán, El Tirano, Parguito y mi favorita, El Agua. El agua en ésta última tiene colores intensos variando desde el verdoso hasta un azul intenso. Tiene olas, no tan fuertes y altas como para hacer surfing pero son grandes y me gustan un mundo. De cerca es transparente y puedes mirar tranquilamente el fondo marino desde la superficie. A ella acuden muchísimos turistas de Venezuela y del exterior. En esta ocasión pude ver, aparte de los venezolanos, a austríacos, alemanes, franceses, belgas, argentinos y chilenos. A muchos de ellos les pregunté como habían ido a parar allí desde tan lejos y la respuesta mas común fue por recomendación de amigos que ya habían estado y vivido la experiencia. Es que verdaderamente el sitio es un paraíso y gusta muchísimo a la gente...

Juangriego
"¿Que trabajo te cuesta ser original, hacer una locura y soñar? En tu mundo no hay nada de espontaneidad, tu mundo está vacío, y tu no entiendes nada del mío".
Hay muchas posadas y hoteles alrededor que ofrecen muchas atracciones y entretenimiento a los turistas, tanto de día como de noche, así que la diversión está garantizada.
He viajado a la isla muchas veces, desde que era un niño, y de alguna forma le he tomado cariño a la gente de allí, tan cordial, tan cálida, tan atenta y tan amable con el forastero. Puedes ver niños rozagantes por doquier y es que aún en los hogares mas humildes nunca falta el pescado fresco en la dieta diaria, precisamente por lo fácil de conseguir en los pueblos de pescadores. Hay partes de la isla que todavía no conocía y lo hice esta vez, como es el caso de San Juan Bautista y Fuentidueño, dos pueblitos de montaña situados al pie del Cerro El Copey, en la parte central de la isla. Allí me dió la sensación de estar en un lugar diferente a la isla, tanto por el clíma como por el paisaje de montaña. Apacible, sosegado, la gente sonríe con facilidad, es dulce y muy amable, sin mas preocupaciones que las que genera el diario quehacer. Estuve en la iglesia de San Juan Bautista, situada frente a la plaza Antonio Díaz (curiosamente en la mayoría de los pueblos de Venezuela la plaza central es la plaza Bolívar pero no es el caso aqui). En Fuentidueño parece que el tiempo se hubiese detenido, allí la tranquilidad se respira, la paz te entra por los poros al recorrer sus calles y observar sus rostros sonrientes.
Tuve la oportunidad de ir a Juangriego a contemplar sus famosos atardeceres. La puesta del sol reflejado en el mar es lo mas romántico que se puede vivir. La gente se reúne tanto en las playas de las bahías de Juangriego y La Galera, como en lo alto de una colina donde se encuentran las ruinas del Fortín de La Galera, construído por los españoles en la época de La Conquista para defender esa parte de la isla de los ataques de piratas del Caribe...
Playa El Agua
"Yo tengo un mundo mío, y voy a compartirlo con alguien como yo, sueños de amor y fantasía serán las normas mías para regir mi vida, mi mundo es complicado, difícil de explorarlo, difícil de vivir, pero es mio, es el mundo mío, lleno de triunfos y fracasos, virtudes y pecados, y en el no cabes tu"
Me queda aún por conocer la península de Macanao, al oeste de la isla, con su Museo Maríno, la laguna de La Restinga y entre otras cosas tiene una playa que, a decir de muchas personas en la isla, es la más bonita de todas las playas de la isla, llamada Punta Arenas. Es Margarita, la isla de ensueño, o como dijo una vez un poeta: "Margarita es una lágrima que un querubín derramó".
Playa El Agua