Sunday, April 15, 2012

Los sueños


La melodía de fondo se deja colar suavemente por todos los rincones:

“Deja que te hable de mis sueños, que tras el tiempo se escondieron, pero que contigo han vuelto.”

Nadie hubiese apostado a que se hiciese realidad hace unos años. Pero supiste esperar, y yo también supe esperar. Los sueños se cumplen, dijo alguien alguna vez. Nada más cierto.

Una guitarra se encarga de acompañar y pincelar las notas:

“Deja que te hable de mis sueños, que con el tiempo se perdieron confundidos en el silencio.”

Gracias por escucharme atentamente, por permitir mi desahogo en momentos difíciles. Hablamos de tantas cosas, de tantos temas, exploramos, leímos, estudiamos, poco a poco fuimos dando forma a nuestra realidad.

“Sueño con los ojos abiertos, puede que pienses que estoy loco porque me creo lo que sueño.”

Y sí, tengo cosas de loco, que todos las tenemos, pero han sido esos momentos de locura los que han demostrado que el cielo es el límite, y que haber ido más allá, desafiando y rompiendo esquemas, es la cosa más hermosa de este mundo.

Es “Jarabedepalo” quien copa la escena, con uno de esos temas tan característicos de su propuesta, muy sencillos y a la vez tan bonitos de escuchar.

“Y si tú quieres te los cuento, los escribí en un libro abierto, en el lenguaje de los sueños.”

Para ser honesto, a veces los cuento pero otras tantas los guardo en un rincón, y a punta de deseos y de concentrar mi energía, espero que se cumplan y los recibas como sorpresa.

“Qué hay de malo en perseguir los sueños. Qué hay de malo en soñar despierto. Sueño en color, sueño en verso, en historias con argumento, en canciones que al fin resuelvo.”

Lo onírico es mágico. No es tangible pero es real. Allí todo se puede. No hay mentiras. No hay apariencias. No hay engaños. Y eso es lo más bonito. Es lo que ha hecho que el viejo Chuang Tzu se haya preguntado si era él un hombre soñando estar convertido en mariposa o una mariposa soñando que era un hombre.

“Flotan guitarras en el cielo, veo montañas en el techo, para los sueños no hay secretos.”

La voz inconfundible de Pau Donés envuelve el espacio e insiste en ponernos a reflexionar. Todo es posible cuando se sueña.

“Creo en los sueños infinitos, aquellos que tienen los niños, que se acarician con los dedos.”


Y añade:

“Creo en los sueños verdaderos, que corren sin rumbo ni dueño, y a los que nadie puso un precio.”

Yo también creo, Pau. Especialmente en los sueños donde los límites de la realidad caen como barajas mientras avanzamos hacia lo que en verdad parecía inalcanzable. En los sueños donde vemos con claridad que nuestra existencia tiene un sentido, el mismo que perseguimos a veces sin saber a ciencia cierta, y por el cual vale la pena seguir viviendo.

“¿Son los sueños realidad o sueños? ¿Es la realidad verdad o un sueño? ¿Qué hay de malo en perseguir los sueños? ¿Qué hay de malo en soñar despierto? ¿Son los sueños realidad o sueños? ¿Es la realidad verdad o un sueño?”

*La letra entre comillas y el vídeo son de www.jarabedepalo.com

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