Sin mucho tiempo para escribir últimamente. Se imponen otros ámbitos de mi vida. Sin embargo me encuentro a cada rato pensando en el hecho de escribir en el blog mis experiencias recientes, citas que leo, o escucho, melodías que me transportan y que quiero compartir. Una simple divagación o una historia interesante, de esas que de vez en cuando recalan en mi mente, como queriendo salir, ser de nuevo protagonistas. Pero no hay tiempo de sobra. Las ideas quedan en la punta de los dedos, esperando una nueva oportunidad para quedar plasmadas. No sé si a otros les pasa, pero estoy haciendo pocos manuscritos. Cuando quiero escribir ya no busco la libreta, no busco las hojas blancas; pienso solamente en teclear, y teclear ya, de una buena vez, antes de que se vaya la idea. Por eso a veces me levanto, cuando todos duermen, y enciendo el ordenador. Solo me acompaño con el ruido de la noche, coches que pasan, de vez en cuando un zumbido de algún bicho nocturno, las voces de un recuerdo, el rocío de la madrugada y la música, que nunca me abandona, cual pista sin final de un soundtrack que es mi propia vida.
Cuando el sol alumbra y me asomo por la ventana, siento las quejas mudas de otros seres que quiero mucho y también me necesitan. Son las plantas, que necesitan más tierra y más turba, más cariño; ellas también sienten mi ausencia. Apenas aparezco para regarlas, como si aquello fuese un deber, y nunca un placer. ¿Saben? Hay una plaga de babosas en la tierra. Me tienen verde porque no pueden ver una planta bonita con tallo jugoso, porque en menos de una semana la reducen a escombros. Y todo subterráneo, sin asomarse a la superficie. Las descubrí porque cuando inundo la tierra, salen de su oscuridad subterránea y se suben a las paredes, mientras pasa el temporal (l´acquazzone, diría mi profesora de italiano). Veremos que improvisa José, el amigo portugués de la jardinería, para eliminarlas y no dañar a las plantas que sobrevivan. El (José), sin saberlo, es su médico personal, su curandero. Yo le planteo mi queja, que es la de ellas (las plantas) y el procede a mezclar uno que otro químico, lo embotella, me indica la dosis y me la entrega con seguridad, la misma seguridad con que yo administro el tratamiento en el jardín. ¿Habrá días con más de 24 horas alguna vez?
Hoy la mañana está nublada en mi ciudad. Aunque no es temporada de lluvias, algo de agua se nos ha venido. Le va bien a unos cuantos seres que llegue la lluvia. “Foggy day in London town” revolotea en mi mente musical. La ciudad se ve tranquila luego de una larga noche de celebración. ¿Trasnocho quizás? Vuelve la lluvia. Tras una semana de incendios forestales, la montaña y los seres que en ella moran lo agradecen. “Si la lluvia quisiera caer, la cosecha se puede salvar. Ay, si la lluvia quisiera caer, tendremos sustento…canta, coro, canta, canta y repite mi ruego, lluvia de tu cielo, aguacero de mayo ven cae en febrero, lluvia de tu cielo, eeeh, pa´ que a la siembra no le pase naaa”. Sigue el soundtrack… y tambien la llovizna...
*La imagen es de "Satrapía: Antares. Líneas de Ocasión", el blog de Fernanda Pérez, desde México.
Cuando el sol alumbra y me asomo por la ventana, siento las quejas mudas de otros seres que quiero mucho y también me necesitan.
ReplyDelete¡Bellísima poesía! Veo la ventana mojada mientras la llueve cae, y los nubes separándose así el sol relumbra también, y tu te asomas junto a la secando vidrio.
Aquí teníamos ultimamente no tan mucho lluvio, hoy alumbraba el sol radiantemente y estaba frío picante.
Ay...Oswaldo...no me odies...
ReplyDelete!!!!yo mato a todas mis plantas!!!
!!!!Se me mueren hasta las artificiales!!!
Cuando veo que alguien es bueno cuidando las plantas, cuando veo que las plantas responden orondas a los mimos, me digo "esta es una buena persona y la planta los sabe...¿será que yo soy mala?"
jajajajajaja
Un beso
(PD: ¿te diste cuenta de que te dediqué el post?)
Hola Modesto Kid! Muchas gracias! Si, ayer estuvo nublado el día aquí en Caracas mientras escribía el post. Imagino que todavía hay frio en NJ jejeje. Un abrazo amigo!
ReplyDeleteHola Lena! Nooo, odiarte jamás. Presta atención, ellas están allí, pueden escucharte, afina el oído. Yo las amo. Mi mejor método anti-stress. Si te analizo por lo que escribes tengo la seguridad de que no eres mala persona, por el contrario, tienes mucha sensibilidad. Un beso grande bella!
A mi no se me ocurre ya teclear para escribir. Pero lo que es nada de nada :S
ReplyDeleteYo no soy buena con las plantas... creo que se aburren conmigo y se mueren... Ja!
Muchos besos.
Acá hoy llueve a cantaros, parece verano sin calor.
Estimado Oswaldo, pasaba por aqui para saludar y como siempre disfrutar de tus post.
ReplyDeletePor cierto para el mes de mayo debo estar por alla, para asi por lo menos runirnos un dia
Saludos
Naaaaanyyyy beeeellaaaaaa! A veces pasamos por esos períodos de sequía, pero la semilla, el germen, sigue allí...en algún momento verás las hojitas salir y volverás a teclear como siempre lo has hecho Nany. Muchos besos de tu exclusividad!
ReplyDeleteHola Chepo! Tu sabes que ésta es tú casa. Claro que me gustaría reunirme cuando vengas en mayo. Estaré pendiente. Un abrazo amigo!
Guaglione,
ReplyDeleteLa otra tarde había pasado por este post, y el sistema de BLOGGER no me permitió subir el comment...
Pero, ahora que regreso permíteme asegurarte que este, a respetable distancia de los otros tan buenos, ha sido el MEJOR PENSAMIENTO hecho analogía de vida que haya leído de tu cosecha!
Mil éxitos; eso es lo único que atino a decir cuándo la sensibilidad y bondad aflora en tales cualidades.
Saluti.
Aprecio mucho tus palabras mi gran amigo Beny! Long time no see you!! Se que vienen de una persona con gran sensibilidad. Por eso y otras cosas las aprecio muchísimo. Gracias guaglione!!
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