Me he puesto a investigar sobre el silencio, sobre los sonidos del silencio, y he encontrado tantas respuestas sabias.
Entre otras cosas he descubierto que el silencio absoluto, es decir, la ausencia total de sonido, no existe. El silencio, como titulé mi anterior post, es relativo.
Encontré una historia de un maestro que envía a su pupilo al bosque a escuchar, luego el pupilo viene a contarle que oyó el trinar de los pájaros, el zumbido de las abejas y esas cosas. El maestro lo vuelve a enviar muchas veces hasta que un día el pupilo le cuenta que escuchó “el inaudible sonido de las flores abriéndose, el sonido del sol saliendo y calentando la tierra y el de las hierbas bebiendo el rocío de la noche”. Fue allí cuando el maestro asintió, y dijo: “oír lo inaudible es tener la calma necesaria para convertirse en una gran persona. Recién cuando se aprende a oír el corazón de las personas, sus sentimientos mudos, sus miedos no confesados y sus quejas silenciosas, una persona puede inspirar confianza a su alrededor; entender lo que está errado y atender las reales necesidades de cada uno”.
El Maestro Ramakrishna nos muestra el valor del silencio con estas palabras:
Entre otras cosas he descubierto que el silencio absoluto, es decir, la ausencia total de sonido, no existe. El silencio, como titulé mi anterior post, es relativo.
Encontré una historia de un maestro que envía a su pupilo al bosque a escuchar, luego el pupilo viene a contarle que oyó el trinar de los pájaros, el zumbido de las abejas y esas cosas. El maestro lo vuelve a enviar muchas veces hasta que un día el pupilo le cuenta que escuchó “el inaudible sonido de las flores abriéndose, el sonido del sol saliendo y calentando la tierra y el de las hierbas bebiendo el rocío de la noche”. Fue allí cuando el maestro asintió, y dijo: “oír lo inaudible es tener la calma necesaria para convertirse en una gran persona. Recién cuando se aprende a oír el corazón de las personas, sus sentimientos mudos, sus miedos no confesados y sus quejas silenciosas, una persona puede inspirar confianza a su alrededor; entender lo que está errado y atender las reales necesidades de cada uno”.
El Maestro Ramakrishna nos muestra el valor del silencio con estas palabras:
"La abeja revolotea zumbando
hasta tanto no se posa sobre la flor
y liba la dulzura de la miel que hay en ella.
Pero, una vez dentro de la flor,
degusta el néctar silenciosamente.
Mientras el hombre disputa
sobre doctrinas y dogmas,
demuestra que no ha probado
el néctar de la verdad.
Una vez que lo prueba, se torna silencioso."
Por su parte, Simon & Garfunkel nos describen poéticamente el significado de los sonidos del silencio.
Excelente tema, éste del silencio, para reflexionar un poco en estos días…
*Obra del post: "Los sonidos del silencio" de Annrika McCavitt
*El poema de Ramakrishna lo transcribí del blog Alcione, de Chile