La primera vez que la escuchas quizás su voz no te parezca agradable del todo. Pero eso es sólo el comienzo. Porque su manera de interpretar las canciones, de una forma tan sui generis, con tanto sentimiento envuelto, te va atrapando sin remedio, poco a poco, lentamente, hasta que te hace suya con el tiempo para no dejarte jamás.
Nacida como Eleanora Fagan Gough el 7 de abril de 1915 en Philadelphia, Pennsylvania, Estados Unidos, se crió en Baltimore, Maryland, por lo que mucha gente piensa que nació allí. Su madre, Sadie Fagan, tenía sólo 13 años cuando ella nació y su padre, Clarence Holiday apenas 15.
Su padre fue guitarrista de la orquesta de Fletcher Henderson durante un tiempo pero no le dedicaba mucho tiempo a Billie, tan sólo esporádicas visitas. Nunca se casó con su madre. De hecho, la abandonó cuando Billie era apenas un bebé.
Sumida en la miseria, Billie comenzó desde muy temprano a trabajar limpiando pisos y cocinas en el vecindario, con lo que obtenía apenas unas pocas monedas para medio paliar el hambre. Consiguió que la dejaran trabajar en un prostíbulo cuya dueña, Alice Dean, le permitía quedarse a escuchar los discos del gran Louis Armstrong y de Bessie Smith que sonaban en una victrola. Mas tarde confesaría que ellos dos fueron sus mayores influencias en el jazz, no se sabe exactamente de que forma pues su estilo era único al cantar.
Su madre Sadie nunca tuvo particular cuidado en atender a Billie, no se sabe si por inexperiencia o mas bien negligencia. Siempre la dejaba al cuidado de familiares que lo que hacían era maltratarla mas, como su prima Ida, quien tenía un hijo. Cuando el hijo se orinaba en la cama, Ida le pegaba a Billie.
A los diez años fue violada y fue obligada a internarse en un reformatorio católico. Fue sentenciada a permanecer allí hasta los 21 años pero salió dos años después con la ayuda de un familiar que cubrió los gastos de abogados.
“Nunca tuve la oportunidad de jugar con muñecas” dijo una vez. “Comencé a trabajar cuando apenas tenía 6 años”.
Su madre decidió mudarse en 1927, primero a Nueva Jersey y después a Nueva York en busca de mejor fortuna. Allí Billie tuvo que sobrevivir en un ambiente muy hostil especialmente a los de su raza y se mantenía prostituyéndose, o limpiando pisos por apenas centavos.
No se sabe a ciencia cierta cuando comenzó a cantar pero ya era conocida en los clubes de Harlem, Nueva York alrededor de 1932. Cuentan que un productor llamado John Hammond la escuchó cantar y escribió sobre ella en una revista llamada “Melody Maker”. Luego trajo a Benny Goodman a una de sus actuaciones y éste último la llevó a una audición en el sello Columbia, donde hizo su debut comercial en 1933 con el tema “Your mother`s son in law”. En los siguientes 11 años Billie grabó mas de 200 canciones.
Su nombre profesional lo tomó de su actor de cine favorito, Billie Dove. Como de pequeña gustaba mucho de jugar con niños, su padre la llamaba “Bill” para mofarse de ella. Pues resulta que tomó justamente el nombre de Dove y el apellido de su padre para bautizarse profesionalmente como Billie Holiday.
En los locales de Harlem era costumbre que a las cantantes se les colocara la propina en la ropa interior. Billie nunca aceptó esta tradición, entonces sus compañeras empezaron a llamarla despectivamente “Lady”. Mas tarde su amigo, el saxofonista Lester Young la terminó de bautizar “Lady Day”, apodo que la siguió durante toda su vida.
En los años finales de la década de los 30 Billie grabó, entre otros, con las orquestas de Count Basie, Artie Shaw y Teddy Wilson. Convirtió inmediatamente en grandes éxitos a varias canciones, entre ellas: “Fine and Mellow”, “God Bless the Child”, “Don`t Explain” (las tres de su autoría), “Lover Man” y la canción anti-racista “Strange Fruit”, en la que aludía a los linchamientos de los negros en el Sur de los Estados Unidos por turbas racistas. Los negros terminaban colgados de los árboles, como extrañas frutas:
“De los árboles sureños
cuelgan extrañas frutas.
Sangre en las hojas,
sangre en la raíz,
negros cuerpos meciéndose
en la brisa sureña.
Extrañas frutas colgando de los álamos”
Dont Explain, un lamento sobre la infidelidad:
“Ssshhh, no expliques,
sólo di que te quedarás.
Amor, no expliques,
no ganamos nada,
olvida la pintura de labios
y no expliques,
sabes que te amo
y lo que hace el amor”
La historia detrás de la canción “God bless the child”, escrita por ella misma con la ayuda del pianista Arthur Herzog es la siguiente: su madre siempre quería tener un restaurant y Billie le enviaba bastante dinero para que pudiera instalarlo, comenzar el negocio y mantenerlo. Un buen día Billie se encontró corta de dinero y decidió acercarse al “Mom Holidays`s”, que así se llamaba el negocio, para pedirle un préstamo a su madre. “Ella no me dio ni un centavo” gimió Billie mas tarde. “Estaba molesta conmigo porque había ido a pedirle y yo mucho mas molesta con ella por sobradas razones”. Intercambiaron palabrotas, después de lo cual Billie le dijo: “Dios bendiga al hijo que tiene lo suyo – God bless the child that got his own” y se despidió. Pasaron como tres semanas y aquello no podía salir de su cabeza. Según ella misma cuenta, un día se levantó y tuvo la idea de una canción en su mente. Fue a reunirse con Herzog y mientras le iba cantando lo que tenía en mente el escribía la partitura, frase por frase, a medida que ella cantaba.
Tuvo muchos problemas raciales al cantar con orquestas de músicos blancos como la de Artie Shaw donde le exigían subir en los hoteles por el ascensor de carga, no podía permanecer en el escenario con la orquesta a menos que estuviese interpretando, muchas veces fue insultada por el público blanco que asistía a sus presentaciones y por su mismo temperamento respondía a los insultos, lo cual le trajo muchos mas problemas. A veces sucedía lo contrario, como cuando pertenecía a la orquesta de Count Basie, todos los músicos eran negros y como ella tenía la tez bastante clara, los empresarios le exigían que se pintara la cara con betún porque no deseaban que el público pensara que estaban presentando a una orquesta de músicos negros con una cantante blanca (el abuelo de Billie era uno de los 17 hijos de un irlandés blanco, dueño de una plantación y una esclava negra de Virginia).
La década de los 40 fue un auténtico desastre en su vida privada. Comenzó a abusar del alcohol y la marihuana. Luego pasó a fumar opio con su primer marido Johnnie Monroe. Se divorció y rápidamente se caso por segunda vez con el trompetista Joe Guy, con quien comenzó a consumir heroína. Luego se casó con un tal Louis McKay, quien se cree que trabajaba con la mafia. Se dice que intentó en vano sacarla del mundo de las drogas. Su experiencia matrimonial no fue del todo grata dado el hecho de que sufrió todo tipo de abusos domésticos.
Firma un contrato en 1944 para grabar con el sello Decca y de alli salieron éxitos como “Taint nobodys business if I do”, “Easy Living”, “Lover Man” y “Them there eyes”
En esos años murió su madre, hecho que la afectó emocionalmente muchísimo. En 1947 fue arrestada por posesión de heroína y sentenciada a 8 meses en la cárcel.
Desafortunadamente sus problemas de drogas continuaron después de su salida de la cárcel por lo que fue vetada para cantar en los clubes.
De algún modo se las arreglaba para seguir cantando constantemente y de hecho se hizo una de las cantantes de jazz más populares en Norteamérica.
Solía lucir gardenias en su cabello mientras cantaba en los diversos escenarios en los que era presentada, donde gozaba de una gran reputación como vocalista. Ganaba mucho dinero de los conciertos pero las compañías discográficas se aprovechaban de ella y no le pagaban sus regalías.
En 1952 firmó contrato con el empresario de jazz Norman Granz quién admiraba su forma de cantar y su talento artístico. Grabó excelentes interpretaciones para los sellos Clef, Norgran y Verve (todos de Granz) junto a estrellas de la talla del saxofonista Ben Webster, el pianista Oscar Peterson y los trompetistas Harry “Sweets” Edison y Charlie Shavers.
Viajó a Europa en 1954 y fue aclamada donde quiera que se presentó.
Su voz sufrió por los contínuos avatares a los que estuvo sometida pero aun así mejoró su fuerza interpretativa.
En 1957 grabó para el sello Columbia el album “Lady in Satin”, el penúltimo de su carrera, con la orquesta de Ray Ellis. Ya casi no quedaba nada de su legendaria voz pero expresivamente, este album es de los mejores. Ella misma describe este album en su autobiografía como su favorito personal. Ya había oído tocar a la orquesta de Ray Ellis y dijo: “Yo tengo que cantar con el. Quiero que este album sea mas que cualquier otra cosa. Y quiero que sea bueno”.
El productor de “Lady in Satin”, Irving Townsend se refirió a esta grabación diciendo: “Pocos cantantes han sufrido tanto, han pasado por tantas penurias durante su carrera, y han tenido tan pocos buenos recuerdos de su vida como ella. Y porque conoce muy bien lo que son las penurias es que encontramos tan personales sus canciones. Es fácil creer lo que ella canta. Pude verla cantar `I am a fool to want you` y me di cuenta que habían lágrimas en sus ojos”.
En marzo de 1959 murió su amigo de toda la vida, el saxofonista Lester Young o “Prez” como ella solía llamarlo. No se sabe por que razones pero le fue impedido asistir su entierro, hecho este que la demolió emocionalmente.
Meses después yacía en una cama, en la habitación numero 6A12 del Hospital Metropolitano de Nueva York, enferma de corazón e hígado. Aun en su lecho de enferma procuraba conseguir la heroína, por lo que fue arrestada en su propia habitación por posesión de narcóticos y permaneció bajo custodia policial en el mismo hospital, donde murió por cirrosis hepática y cuando los médicos le prohibieron abruptamente, sin ningún tratamiento, el consumo de heroína, el 17 de julio de 1959 a los 44 años de edad.
Su leyenda pervive.
Una cita: “Yo no pienso que estoy cantando. Siento que estoy tocando un saxo, una trompeta, trato de improvisar como Lester Young, como Louis Armstrong o como cualquier otro que admire. El resultado es lo que siento”.