Sunday, November 30, 2008

El pájaro y el hombrecillo



Difícil de entender la naturaleza humana. Ayer estuvieron por aquí, como hordas, haciendo largas filas desde antes de amanecer.

Esta vez nos despertaron ellos a nosotros. Por lo general es al revés.

Se notaban ansiosos. Las filas eran largas. Reclamaban furiosamente si alguien osaba acercarse a las entradas.

Bien raros que son estos humanos.
Tan raros que algunos son capaces de entender que yo puedo hablarles.

A uno de esos me acerqué a preguntar qué pasaba.

“Viernes Negro” respondió parcamente, mientras dejaba caer parte de su sándwich de madrugada, lo cual yo aprovechaba para desayunar antes de la hora, claro, si estaba despierto y en la fila, siempre movido por mi curiosidad.

Todos en el árbol nos levantamos temprano, movidos por el ruido. Hacía mucho frío esa noche. A esta hora en que reina el silencio en días normales, hoy había ruido. Como yo puedo hablar con los humanos, fui el único que salió del árbol y se acercó. Los demás quedaron despiertos, en las ramas, un poco confundidos por el ruido y la falta de luz.

Insistí con el humano que entiende que hay un pájaro que habla: “¿Y a cuenta de qué este ´Viernes Negro´?.
“Bueno, es día de ofertas, todo más barato, así podemos ahorrarnos algo en las compras”.
“¿Y que vienes a comprar?” insistí, tratando de parecerle simpático.
“No lo se” respondió el humano. “Nos dijeron que habían buenas ofertas y aquí estamos”.

A medida que transcurrían los minutos la fila se hacía más larga, y la ansiedad aumentaba, ya tirando hacia el nerviosismo. No se veía ningún empleado de la tienda en el exterior. Ni una luz desde el interior. Tan solo un anuncio que indicaba que abrirían a las seis, cuando ya la fila tendría, en el caso del amigo que entiende que hay un pájaro que habla, tres largas horas.

Detrás había una familia completa. La madre, el padre y los niños que dormían en sus brazos. El padre no dejaba de bostezar cada minuto, con cara de enfado. La madre hacía lo mismo, pero con cara de angustia, y así podría ir describiendo los sentimientos de los humanos de la fila.
La madre, de la familia de atrás, balbuceaba de vez en cuando al padre: “¿cuando diablos irán a abrir esto?”, a lo que el respondía entre dientes. “es a las seis, faltan dos horas todavía”. “Es que la beba me pesa demasiado y se me están durmiendo los brazos”. “Pues siéntate en el piso, no hay nada que pueda hacer” respondía entre dientes el padre con el otro bebé en brazos.

Y así fue pasando el tiempo en este inusual “Viernes Negro”, hasta que a falta de poco para las seis comenzaron a encenderse las luces internas, y yo comenzaba a preguntarme si los empleados habían dormido dentro del local, porque nunca ví a nadie acercarse con uniforme de la tienda.

A medida que esas luces internas se encendían crecía el ruido afuera, y el nerviosismo, y la angustia, y la desesperación no tardó en aparecer.

El hombre que habla con los pájaros ya había terminado su sándwich y conversaba con los de la fila, ignorándome, no se si a propósito: “Ya pronto van a abrir, espero encontrar algo que valga la pena”, les decía. Y yo me metí en la conversación, claro que sólo él podía entenderme: “¿Qué crees que vas a encontrar allí adentro?”, pregunté. “No se, cosas, una cámara, aunque yo tengo una muy buena, pero puede ser que encuentre una a buen precio, y no lo pienso desaprovechar”. Y el humano de atrás, el de la familia y el niño en brazos respondió, quizás sintiéndose aludido por la afirmación del único que me entiende: “las ofertas hay que aprovecharlas porque no son todo el tiempo, aquí estoy con toda mi familia desde las tres, como tú, y no se que voy a comprar allí adentro, pero hay que sacar provecho de las rebajas”.

Finalmente hubo ruidos en la puerta de acceso, se abrió exacto a las seis, y la fila comenzó a entrar desesperadamente, furiosamente, en busca de las ansiadas ofertas de “Viernes Negro”. Hubo un gran tumulto en la puerta, casi la rompen por tratar de entrar varios al mismo tiempo, nada de orden, nada de disciplina, solo las ofertas importaban.
Adentro se diseminaban como hormigas, en busca de los objetos del deseo.

Yo no entré. Se que allí corro peligro. Tan solo me limité a esperar al hombre que habla con los pájaros. Volé a un árbol cercano, desde donde observaba la puerta.

Luego de varias horas de espera, lo vi caminar hasta su auto, con el carrito de compras, que no llevaba muchas bolsas para el tiempo que se había pasado allá adentro.

Volé hasta él, y me posé en el carrito de las compras: “¿Y bien? ¿Has tenido buena pesca?” intenté una vez más ser simpático con el. “Nada, todo caro, pocas rebajas en cosas que no me interesaban. Llevo una cámara buena, como la mía. Quizás venda la vieja y me quede con ésta. Mejor vuelvo en diciembre” dijo mientras abría el baúl de su auto y metía las pocas cosas que había comprado.

“Encárgate de él” dijo en tono de burla mientras se marchaba, dejándome en el carrito de las compras, atravesado en el aparcamiento. El sabe que yo no podría mover el carrito, pero igual partió raudo, y yo me he quedado de una pieza, posado sobre el carrito, pensando en lo extraño que es a veces el espíritu humano.

Saturday, November 22, 2008

Magdalena

Ella tiene una de las sonrisas más hermosas que mis ojos han visto jamás. Una sonrisa que envuelve, que hipnotiza, que transporta, que es completamente espontánea, y que no puedo disimular lo mucho que me gusta.

Una voz, melódica, aterciopelada, que provoca quedársela para siempre y sacarla sólo en momentos de tristeza o melancolía, como un remedio celestial para curarse definitivamente.

Para completar el alud, tiene unos ojazos pardos, que “¡mare mía!”. Son grandes, vivaces, esperanzadores, revitalizadores del espíritu, y, ¿por qué no?, del cuerpo; un color de piel avasallante, como bronceada, a ver, más bien diferente, si, es acaramelada, como de arequipe, es toda dulce ella, hasta de piel.
Ya quisiera yo que se patentara la fórmula mágica que envuelve la belleza de espíritu con la belleza física, ésa que no permite que se sepa dónde termina una y dónde comienza la otra, para que todas la tuvieran, pero no, cada ser humano es único e irrepetible, así tengamos hábitos en común, siempre hay un conjunto de cualidades que nos diferencian de los demás, que nos hace únicos.

No puedo evitar preguntarle de dónde viene. Tengo que saber de dónde vienen unas mujeres tan hermosas, tan llenas de vida, cuyas sonrisas son capaces de devolverle la alegría a quien ya ha perdido toda esperanza.

Me dice que nació en Uganda, aunque su familia viene de la India. Puedo ver la diversidad en su rostro, la fórmula perfecta, de la unidad indivisible, de la mezcla única de ingredientes.

Cada vez que voy a su negocio, en el camino voy pidiendo a Dios que me permita verla una vez más. Que no lleguen más clientes en ese momento para poder disfrutar de esos instantes de alegría del espíritu, de esos pequeños flashes de felicidad. Y Dios es bueno, porque muchas veces me lo ha permitido.

Como soy algo observador, puedo ver detrás de esa mirada, que me mata, un halo de tristeza, un leve halo, difícil de distinguir, más aún cuando te encuentras envuelto en esa magia que ella misma inspira, en esos ojos, en esa sonrisa tan bonita, en ese color de piel.

Esa tristeza está allí, muy adentro, pero lo está. Quiero saber que puede causarle tristeza a un ser de luz como éste, pero no puedo ahora. No se ha establecido la confianza, no es el lugar, no es el momento, pero la duda me asalta y permanece conmigo.

Hace poco supe que está casada con un hombre malo. Que maltrata a sus empleadas, que las humilla, que las veja cada vez que puede, que tiene malos sentimientos. Y até los cabos sueltos de la tristeza, de ese halo que brilla levemente dentro de esa mirada tan hermosa y sublime.

Esa tristeza tenía que tener un origen, y ese origen está allí. Por eso cuando voy, ella despliega lo más bonito que tiene dentro de sí hacia mí, porque, sin querer evitarlo, soy su fugaz momento de felicidad.

Pienso que ella está plenamente consciente de ello. Es prisionera de su propio destino, ése que la amarra a tan detestable ser, pero sabe que dentro de ella hay cosas bonitas para compartir, que había soñado que alguien, en algún confín del mundo sería capaz de encontrarlas y valorarlas, disfrutarlas, y ese alguien, momentáneamente, fugazmente, por ráfagas, por minutos, por instantes que quizás serán interminables en su vida por cada vez que los reviva, y ese alguien soy yo.
*La fotografía es de Judi Bailey y se llama "Pretty brown eyes"

Thursday, November 20, 2008

Los pájaros...

…de Alfred Hitchcock!












*Fotografías tomadas en Katy, Texas.



Sunday, November 16, 2008

Vivencias

Ha pasado ya un tiempo desde que estoy en Houston, Texas. Y uno poco a poco se va acostumbrando al ritmo de vida de la ciudad. A la gente. A la vida en solitario. A la comida.

El texano le gusta comer carne de res y por esa razón abundan por estos lares los restaurantes de carnes, muy buenas en los que he visitado. Los bares y restaurantes cierran, en su gran mayoría antes de las doce de la noche, a diferencia de Caracas, donde muchos cierran con las primeras luces del día. Ya a las 9 de la noche uno empieza a ver menos gente en las calles. El ritmo de vida del houstoniano es bastante familiar.

En casa no falta en mi nevera el yogurt, las manzanas, las uvas, las fresas, las pasas y los pistachos. No me había dado cuenta que me hacían tanta falta hasta el momento en que no los veo en el refrigerador.

Mi vida en solitario es algo diferente de la que llevo en Caracas. Aquí tengo mucho más tiempo para estar conmigo mismo. Eso me ha permitido observarme, preguntarme, entenderme, prestar más atención a mis hábitos, mis miedos, saborear mis triunfos y mis derrotas, mis aciertos y mis errores, tengo más tiempo para reflexionar sobre las cosas de mi vida.

Al mismo tiempo, me ha tocado una temporada alta en lo que a trabajo se refiere. Mi nivel de auto-exigencia no ha hecho sino agregar presión a los asuntos profesionales. He tenido que aprender a usar herramientas tecnológicas por mi propia cuenta, no porque los demás no quieran enseñarme, sino porque tenemos muy poco tiempo para ello. A veces pasa. El tiempo de enseñanza es corto y lo aprovecho al máximo. Luego me toca solo. Entonces he tenido que estudiar, y aprender sobre la marcha, y hacer gala de algunos conocimientos que pensé que jamás usaría. Hasta ahora todo bien.

Estudio inglés. Si, algunos que me conocen se sorprenderán porque es un idioma que hablo y escribo bastante bien, pero fíjense que siempre hay algo que aprender. Tengo dos profesoras, Sue y Louise, con personalidades muy diferentes. Sue es de Louisiana y Louise es de West Virginia. Son unos amores de mujeres. Sue debe andar en sus sesentas bajos mientras que Louise en sus setenta medios. Toda una experiencia las conversaciones con ambas damas. Louise me ve muy bien, no entiende porque tomé el curso pues me hace pocas correcciones mientras que Sue me dice que arrastro errores de pronunciación típicos del latino cuando el inglés es su segunda lengua. Ambos trabajamos en su corrección.

Cuando estoy en casa leo mucho, en español y en inglés. Tengo varios libros comenzados. No sabía que pudiese manejar eso de leer varios al mismo tiempo, pero lo disfruto mucho. Es como mirar distintos programas en la televisión. Los comenzados son “Travels” de Michael Chrichton, “Think Big” de Donald Trump, “Eat, Pray and Love” de Elizabeth Gilbert y “Amrita”, de Banana Yoshimoto. Estudio japonés también. Tengo un curso interactivo que hasta corrige la pronunciación. También escucho música. Mi amigo Tony Moon, en Caracas, me había pedido escuchar a Pat Metheny, cosa que había postergado, hasta que llegué a Houston. Ahora lo escucho a diario y doy gracias a Tony porque Pat es maravilloso. Entre uno y otro también pongo a James Taylor, Gerry Mulligan, Simply Reds y a Pablo Gil (venezolano, saxofonista de jazz) con su CD “Suka”, lo mejor que se ha grabado en jazz venezolano, junto al guitarrista norteamericano Mike Stern, Roberto Koch y Andrés Briceño.

Pueden ver que me distraigo, no escribo tanto porque ocupo el tiempo en otras cosas que también me relajan, como las que les cuento en este post. Mi yo escritor se queja amargamente del ingeniero, que le ocupa la mayor parte del tiempo, pero de vez en cuando le doy una alegría inesperada, como cuando en estos días mi jefe me preguntó, en un pequeño “break” de trabajo, sobre que me gustaría ser de no estar haciendo ingeniería, y sin vacilación alguna le contesté: “a writer!”, un escritor, ni más ni menos…

Friday, November 14, 2008

El agua...


"El sonido del agua dice lo que estoy pensando"

Chuang Tzu


*La fotografía es de Algo, en Flickr, vayan y vean su photostream. Eso es fotografiar. Se les quiere mucho por estos lares de Dios.

Friday, November 07, 2008

El viento ha cambiado...

Dios me ha permitido ser testigo presencial, en el terreno de los acontecimientos, de un hecho trascendental. Uno de los procesos electorales más importantes en la historia contemporánea, de más participación, sobre todo de la población joven, que dejó de lado la comodidad y el escepticismo y se plantó decididamente a luchar por lo que creen les corresponde. Es la elección del próximo presidente de Estados Unidos.
Cuando comenzaron los primeros escrutinios McCain partió adelante. Hablo de seis de la tarde del martes 4 de noviembre. Kentucky fue el primer estado en dar a conocer sus resultados. Luego siguió Indiana. Y así continuaron. Y comenzaron los rumores. El efecto Bradley (recordando a un candidato negro que en 1982 se postuló para gobernador de California, y a quien las encuestas daban ganador pero al final resultó derrotado por su oponente de raza blanca).

Ya a las nueve de la noche la tendencia parecía irreversible. Obama aventajaba a McCain en los colegios electorales de manera amplia. A las diez fue proclamado ganador.


Su sola elección como presidente de los Estados Unidos de América es un cambio muy grande, sobre todo en un país donde la discriminación racial no ha desaparecido de un todo. Ha quedado demostrado una vez más que Estados Unidos es un país de oportunidades. Ellas están allí, para quien quiera luchar por ellas.


Ya dijo Obama en su primer discurso como presidente electo: “Si hay alguien por allí que aún tiene dudas en que Estados Unidos es un lugar donde todo es posible, que aún se pregunta si el sueño de nuestros fundadores permanece vivo en nuestros tiempos, que aún cuestiona el poder de nuestra democracia, esta noche es su respuesta”.

Puede que sea difícil para alguna gente entender esto, pero para alguien que hace 40 años quería ir al baño de un restaurant, y tenía que buscar un letrero que dijera “Colored” so pena de ser arrestado, el acontecimiento representa un cambio abismal.

Obama ha demostrado ser un excelente orador y motivador. Es uno de esos raros políticos tipo Bill Clinton, que cautivan a la masa. Ya a estas alturas debe estar dando los toques finales a su gabinete gubernamental, con problemas por delante que no son fáciles de resolver, como las guerras en Irak y Afganistán, y la crisis financiera apenas en ciernes y esperando medidas urgentes.

Como bien le dijo un día de diciembre de 1992 Carmelo Lauría (banquero y político socialdemócrata) a Aristóbulo Istúriz, un eterno luchador sindical del magisterio, cuando alcanzó por votación popular la Alcaldía de Caracas: “ahora vas a aprender que no es lo mismo dar agua que pedir agua”. Son las dos caras de la moneda. El mensaje es claro. Estabas del lado de los que solicitan reivindicaciones y ahora estas del lado del que las tendría que dar, o negar, y para eso conocerás bien las razones que hay detrás de cada decisión.

Ahora le toca a Obama constatar la diferencia entre “dar agua” y “pedir agua”. Y detrás de si tiene el apoyo de millones de personas que le dieron su voto, y del mundo, que ha volcado toda su esperanza en el hombre que ejercerá la primera magistratura del país más poderoso del mundo.

Sunday, November 02, 2008

Algunas apreciaciones sobre la escritura (Tercera Parte y Final)


Con esta entrega, mi post número 200, doy fin a esta serie donde he venido traduciendo el articulo que titula este post y cuyo original está en la página web de la escritora, http://www.elizabethgilbert.com/ .

Mis posts tienen la intención de hacerle llegar el mensaje de Elizabeth a otros potenciales escritores en la web, a los que pienso les será de utilidad. Para mi es un placer hacer estas cosas. Se les quiere mucho por estos lares de Dios!

"Hay pilas de libros por allí que tratan sobre cómo ser llegar a ser publicado. Frecuentemente la gente encuentra que la información dada en esos libros es contradictoria. Yo siento que—POR SUPUESTO que la información es contradictoria. Porque, francamente, nadie sabe nada. Nadie puede decirte como tener éxito escribiendo (ni siquiera escribiendo un libro titulado “Cómo tener éxito escribiendo”) porque no hay UNA manera; por el contrario, hay muchas maneras. Cada quien que ha lidiado para convertirse en escritor lo ha hecho de una manera diferente – a veces radicalmente diferente. Pienso que tienes que intentarlo de todas las formas posibles. Convertirse en un escritor publicado es una suerte de intento de encontrar un apartamento barato en la ciudad de Nueva York: es imposible. Y aún así, cada nuevo día, alguien se las arregla para encontrar un apartamento barato en Nueva York. No puedo decirte cómo hacerlo. Y yo no estoy completamente segura de cómo lo hice. Sólo puedo decirte -a través de mi propio ejemplo – que si se puede hacer. Una vez yo encontré un apartamento barato en Manhattan. Y también me convertí en escritora.

Al fin y al cabo, yo amo este trabajo. Siempre he amado este trabajo. Mi sugerencia es que comiences con el amor y entonces trabajes muy duro e intentes desprenderte de los resultados de ello. Deja salir tu deseo expreso, y corta la cuerda que lo ata a ti. Por favor, intenta también no volverte loco en el proceso. La locura es un camino muy tentador para los artistas, pero por el momento no necesitamos más personas así en el mundo, entonces, por favor, resiste al llamado de la locura.

Necesitamos más creación, no destrucción. Necesitamos más que nunca a nuestros artistas, y los necesitamos estables, determinados, honorables y valientes –son nuestros soldados, nuestra esperanza. Si usted decide escribir, entonces debe hacerlo, y dijo Balzac, “como un minero atrapado bajo un derrumbe”. Hazte un caballero de armadura, una fuerza de perseverancia y fe. No conozco otra forma de hacerlo que de ésta manera.

Como dijo una vez el gran poeta Jack Gilbert a una joven escritora, cuando ésta le pidió consejo acerca de escribir sus propios poemas: -¿Tienes el coraje de llevar adelante este trabajo? Los tesoros que están escondidos dentro de ti están esperando que digas que SI."

Copyright en inglés by Elizabeth Gilbert.
Fotografía del post tomada de www.smithmag.net

Saturday, November 01, 2008

Fuego...


¡Hola a todos! Me llama la atención la honestidad de los fabricantes de esta salsa picante, muy picante, extremadamente picante, que me topé por estos lares texanos.

Es una especie de advertencia a aquellos meros machos que se sientan en los restaurantes locales y piden, a vox pópuli, el picante, y luego de probarlo sonríen maliciosamente y sueltan cosas como “¿Quién dijo que esto es picante?”, o advierten a otros comensales: “Esto no pica nada”, concepto que cae por su propio peso una vez que a los novicios, como yo, en el arte de comer “hot and spicy” (como se conocen aquí a la comida preparada con ajíes y pimientos ardorosos) nos da por probarla.

Es parte de la herencia mexicana en estas tierras el aderezar muchas de las comidas con chiles y pimientos. Lo difícil es, para el común de los mortales, poder comer sin que se nos salgan las lágrimas, que no de alegría precisamente, que no nos ardan los labios, la lengua, la garganta, la faringe y el estómago no acostumbrados a este fuego que, cual lava volcánica, va arrasando todo lo que encuentra a su paso, que no descansa, y que continúa hasta el infinito, y más allá.

Por eso no dejo de agradecer la honestidad de este fabricante, así que al probar, ya uno sabe de una vez a lo que se va a exponer, al momento, y al día siguiente.

Se les quiere mucho por estos lares de Dios.

* Traducción: "Fire in the hole"= fuego en el agujero